¿Qué pasaría si modificaran tus células para convertirte en un inmortal? Durante la época más cruel de Alemania el coronel Cyrille Leroy se enfrenta a innumerables cuestiones personales, pero al encontrarse con una bella dama de piel como la noche queda fascinado con la elegancia de su personalidad. Jamás se imaginaria que su vida corre peligro al proteger a Dalila Stolz, la mujer judía de raíces africanas. Con un romance prohibido el joven Cyrille experimenta por primera vez la entrega total a los deseos carnales que se ocultan entre sus piernas, la castidad ya no es una opción. Los años pasaran y el coronel Leroy se dará cuenta que algo anda mal en su cuerpo... la muerte no ha venido a reclamar su esencia. Su rostro no ha cambiado, su mirada se convierte en un oscuro laberinto que el tiempo ha transformado para que sus pecados sean pagados con la perdida de todos sus seres queridos. El bello francés ha dejado la corona de la familia en las camas de sus amantes, no ha podido encontrar al ser que satisfaga sus instintos. Cuando pensaba que todo estaba perdido, una mujer de rostro angelical le muestra el verdadero amor entregándole todo lo que posee. Alem Brown se convierte rápidamente en la prioridad del despiadado coronel, colocándolo de rodillas a sus pies. -Mi bello Cyrille... despiadado militar... hombre muerte, destinado a vagar por toda la eternidad en busca del amor... en busca de mí.
1933.
Alemania.
Cyrille.
La brisa del aire mueve las espesas hojas de los árboles. Nada es distinto... nada ha cambiado desde que me fui del hogar que me acogió por tantos años.
La mansión de mis padres sigue igual como la recuerdo y ahora que el viento me trae esos peculiares aromas desde la cocina de mi madre, recuerdo que prometí ayudarla a cocinar el estofado.
<< Todo se me olvida desde que me enliste en la SS>>
-¡Cyrille! ¡Hijo, ven aquí! -la mujer que sonríe desde la ventana me mira con ojos de amor.
<< Que bella eres, Amandine>>
-Enseguida voy -respondí con una enorme sonrisa.
-¡Mas te vale!
Las hojas gruñen con el pasar de mis pies. La libertad araña mis mejillas y sentirme de tal manera me trae nostalgia a mis pocas ganas de seguir con vida. Muchas cosas han pasado desde que era un niño, pero ahora que tengo una buena edad sobre mis hombros comprendo que todo me trajo hasta este momento...hasta esta realidad tan caprichosa que vivo día a día.
-¡Tío! ¡Te extrañe tanto! -la más pequeña de la dinastía Leroy corre a mis brazos con una enorme sonrisa.
-Que linda pequeña -bese su delicada mejilla.
-Ya te extrañábamos por aquí, últimamente no vienes muy seguido te enfrascas mucho en tu trabajo; casi parece que es tu amante o mejor dicho, tu esposa -mi única hermana me mira de una manera un poco acusadora, sabe que tiene razón y desea externar sus hirientes ideas.
-Tengo demasiado trabajo pendiente en la SS. A veces no me da tiempo ni de consumir alimento-el agua fría recorre mis manos mientras las cubro de jabón -. Aun soy un hombre libre que puede hacer de su vida lo que desee.
-Esa no es una excusa, Cyrille -mi madre palmea mi hombro con algo de suavidad -. Te extrañamos mucho, además, tu padre no deja de preguntar por ti -sus ojos me escanean de pies a cabeza -. No te sentaría mal tener una novia para después casarte.
-¿Dónde está mi padre? -le di un giro diferente evitando hablar sobre cosas que tengan que ver con el matrimonio.
-En el consultorio. No debe tardar.
-Mamá, deberías decirle que descanse un poco.
-Jamás me hace caso. En eso te pareces a tu padre, los dos son bastante testarudos -su mirada perdida me indica que algo está mal entre ellos dos-. Debemos apresurarnos a poner la mesa. Me estoy muriendo de hambre.
-Apresúrate hermanito.
-Claro que si -sonreí de lado por la forma en la que mi hermana acostumbra a llamarme, aun piensa que soy un niño.
Mis dos bellas sobrinas me ayudaron a obedecer las órdenes de la señora y reina de este hogar. Entre risas y cantos por parte de las dos muñequitas que se pasean a mí alrededor, nos concentramos en colocar los cubiertos en su lugar.
El motor del auto de la cabeza de la familia se estaciono en la entrada. Mire por la ventana para asegurarme que fuera mi padre. Su cuerpo y rostro demuestran un cansancio poco propio de él, seguramente no ha descansado en días.
<< ¿Cuándo será el día que pueda entender que no todo se mueve alrededor de la medicina?>>
-¡Abuelo, Cyrille está en casa! -Odette se lanzó a los brazos de mi padre al igual que lo hizo conmigo segundos antes.
-Eso es increíble, mi niña -mi padre dirigió la mirada hacia mí -. Qué bueno que estas en casa, hijo.
-Gracias, padre -lo abrece después de darle un fuerte apretón de manos.
-Por favor -señalo la mesa -, disfrutemos de la comida que ha preparado tu madre.
Dimos las gracias al creador por lo alimentos. Mientras todos mantenían los ojos cerrados y las manos juntas, me entretuve pensando en cosas que divagan en mi mente, cosas que en ocasiones me perturban a tal grado que no puedo entender mi naturaleza.
-¿Cómo te va en la SS? -mi padre se llevó la copa de vino a la boca.
-Todo está tranquilo. Esperemos que muy pronto podamos disfrutar de un crecimiento militar aún más sofisticado -el estofado estaba delicioso.
-Al parecer así será, con el nuevo Canciller todo está cambiando.
-Tiene buenas propuestas para nosotros, pero no tan buenas para las otras personas -mire el trozo de carne que descansaba en mi plato. Estaba bastante cosido para mi gusto.
-No quiero ser pesimista, pero empiezan a escucharse muchos rumores en las calles -me dice temeroso y expectante.
-¿Cómo cuales, padre? -lo mire a los ojos.
-El Fuhrer tiene ideologías un poco extremistas ¿no crees?
-Todo hombre que llega al poder tiene una visión diferente a nosotros; está velando por los intereses de la nación-dije sin muchos ánimos.
-¿Pero él es diferente? -su suspiro se alargó mucho más de lo debido -, ese hombre es diferente.
-¿Qué te preocupa?
-Recuerda hijo, que nosotros, tu familia, es francesa. Jamás seremos como los alemanes.
-No deseo ser como un alemán. Amo mi país, mi lengua y las costumbres que me has enseñado -deje caer el tenedor en el plato.
-Espero que eso lo recuerdes cuando jures lealtad y marches en sus filas -me miro con severidad.
-¿Qué tanto sabes? -fruncí el ceño al ver su aspecto.
-Dejen de hablar de política y concéntrense en disfrutar el momento ¡no se habla de trabajo en la mesa! -mi madre estaba bastante nerviosa.
-Señor Leroy, señora... -se acercó el mayordomo -, un capitán de la SS está buscando al joven Leroy.
-No puede ser -el rostro de mi madre la acusa de tristeza, creyó que me quedaría un poco más -, apenas acabas de llegar y ya te están buscando.
-Mamá -llegue hasta ella, sujete su rostro entre mis manos y sonreí al ver sus lágrimas deslizarse por sus mejillas-, te amo, mi bella mujer. Prometo no tardar, todo estará bien.
-Cumple tu promesa, Cyrille.
-Lo hare -bese su frente.
-Cuídate mucho, hijo.
-Sí, padre -quería abrazarlo, pero sé que no es debido. Un hombre no puede hacer ese tipo de cosas frente a su familia.
Recorrí el largo pasillo que me envía directamente a la entrada principal. Varios vehículos de la SS se encontraban frente a la propiedad.
-Standortenfuhrer -el oficial me dedico el saludo correspondiente-. Están convocando una junta oficial de última hora.
Jamás me sentí a gusto entre tanto uniformado, pero nunca me quejé del camino que decidí seguir. Desde muy pequeño sentí un gusto innecesario por las armas y el adiestramiento. Pero desde que salí de la escuela de oficiales creo que este es el lugar donde pertenezco.
Los cayos que se formaron en las palmas de mi mano son el claro recordatorio que nada es gratis en esta jodida vida, todo tiene un precio y ciertamente alto, pero vale la pena, porque cambiaremos el mundo.
Soldados se mueven por todos lados, al parecer las cosas están aún más críticas de lo que esperaba. La toma de poder no salió como lo previsto y genero un cambio total en todos los sentidos imaginables. Las oficinas están atiborradas de uniformados que custodian la entrada donde se realizan los movimientos para la guerra.
<< Más muerte y destrucción>>
-Srandortenfuhrer, lo estábamos esperando. Pase por favor -la persona que menos quería ver en esta vida y es la que me recibe.
-Adelante -una voz poco conocida me prende los sentidos y enciende mis alertas rojas sobre enemigos próximos -. Me han hablado maravillas de usted, coronel Leroy.
<< Esto se salió de control>>
-Canciller, un honor conocerlo -mi cuerpo instintivamente opto la peculiar firmeza de un soldado.
-No son necesarios los halagos, con su lealtad y su buen servicio me basta.
<< Que poco humilde>>
Danielle reveló sus múltiples identidades secretas. "Ya soy la mujer más rica. ¿Por qué no te casas conmigo? Puedo convertirte en el hombre más respetado". Después de regresar a casa como la legítima heredera, Danielle descubrió que no era bien aceptada por sus padres, peor aún, era despreciada por su hermana y aborrecida por su hermano. Sin más opciones, Danielle tuvo que reanudar sus actividades anteriores, ganándose la vida mientras mantenía ocultas sus otras identidades. Para su sorpresa, Shawn se enteró de sus secretos y le propuso: "Cásate conmigo y haré de ti la mujer más respetada de esta ciudad".
En un destino cruel y trágico, Katrina, una encantadora mujer loba de la manada Alba Noctis, es traicionada y asesinada por su malvada medio hermana y su esposo. Sin embargo, contra todo pronóstico, Katrina es rescatada de la muerte por Ragnar Shadowfang, un poderoso alfa y viudo de otra manada. Conmovido por su belleza e inocencia, Ragnar la lleva lejos de aquellos que la conocen, mientras ella carga con un gran secreto sobre su espalda. A medida que los días pasan, Katrina se vuelve más fuerte y valiente bajo la tutela de Ragnar, hasta que se convierte en una loba blanca con poderes nunca antes vistos y su deseo de venganza se va esfumando lentamente. Finalmente, por deseo de Ragnar decide regresar a su antiguo hogar para reclamar lo que le han arrebatado injustamente. Sin embargo, en medio de la batalla, muchas verdades que ella ignoraba salen a la luz y se debate entre encontrar la paz o hacer justicia. ¿Podrá Katrina resistir hasta conseguir lo que busca o sucumbirá a sus más oscuros instintos?
Para vengarse de su traicionero prometido, Yvonne atrajo a Clayton a una relación que tendría ventajas para ambos. Sin embargo, cuando Yvonne vio a una mujer parecida a ella al lado de Clayton, reconoció que no era más que una sustituta. Al enterarse de la próxima boda de Clayton, se marchó con una generosa indemnización. "Clayton, este es realmente el final", declaró ella con decisión. Inesperadamente, el mismo día en que Yvonne iba a casarse con otra persona, Clayton apareció, con la desesperación reflejada en sus ojos, y se puso de rodillas: "Yvonne, por favor, no lo hagas. No te cases con él".
Derek Dixon es un chico alegre, apuesto, millonario y muy benevolente. Actualmente figura como uno de los empresarios, más jóvenes del país. A raíz de un terrible accidente, el pobre quedó invalido según de por vida. Sin embargo, a pesar de su condición, siempre busca de ver la vida con entusiasmo, dirige junto su tío Brandon una fundación para personas con discapacidad, brindándole un poco de consuelo a los menos favorecidos. En este nuevo camino, lo acompañará la hermosa Leah, una chiquilla alocada y muy inocente, a quién el destino a golpeado muy duro, a ésta joven huérfana la vida le cambiará radicalmente, dándole un inesperado giro. Qué la hará convertiste en: "La Esposa Virgen del Paralitico"
Tras ser expulsada de su casa, Harlee se enteró de que no era hija biológica de su familia. Se rumoreaba que su empobrecida familia biológica favorecía a los hijos varones y planeaba sacar provecho de su regreso. Inesperadamente, su verdadero padre era multimillonario, lo que la catapultó a una inmensa riqueza y la convirtió en el miembro más apreciado de la familia. Mientras esperaban su desgracia, Harlee poseía en secreto patentes de diseño valoradas en miles de millones. Por su brillantez, fue invitada como mentora a un grupo nacional de aviación, atrajo el interés de varios pretendientes adinerados y llamó la atención de un misterioso personaje, ascendiendo a la cima del mundo.
Sólo hace falta un segundo para que el mundo de una persona se derrumbe. Este fue el caso de Hannah. Durante cuatro años le entregó todo su amor a su marido, pero un día él le dijo fríamente: "Divorciémonos". Hasta ahora se dio cuenta de que todos sus esfuerzos de los últimos años fueron en vano. Su marido no la amó. Mientras ella procesaba la noticia, la voz indiferente continuó: "Deja de fingir que estás sorprendida. Nunca dije que te amaba. Mi corazón siempre ha pertenecido a Eliana. Sólo me casé contigo para apaciguar a mis padres". El corazón de Hannah se rompió en un millón de pedazos cuando firmó los papeles del divorcio, marcando el final de su reinado como esposa devota. La mujer fuerte que tenía dentro rápidamente se manifestó. En ese momento, juró no volver a depender de un hombre nunca más. Su aura era extraordinaria cuando se embarcó en el viaje por encontrarse a sí misma y dominar su propio destino. Cuando regresó, había madurado mucho y era completamente diferente de la esposa dócil que todos conocieron. "¿Qué estás haciendo aquí, Hannah? ¿Es tu truco para llamar mi atención?", preguntó su arrogante exmarido. Antes de que pudiera responder, un CEO autoritario apareció de la nada y la tomó en sus brazos. Él le sonrió y, en tono de amenaza, dijo: "Sólo para advertirle, señor, ella es mi amada esposa. ¡Aléjese de ella!". El exmarido no podía creer lo que oía. Él pensó que ningún hombre se casaría jamás con Hannah, pero ella le demostró que estaba equivocado. Pensó que ella nunca lograría nada. No sabía que habría aún más sorpresas por venir...