¡Y vivieron felices para siempre! Pobres de aquellos que aún creen en los cuentos de hadas, porque enamorarte en ocasiones, te hace vivir las peores pesadillas. Condenándote al averno. Daniel O'Donnell heredero al mando de uno de los principales clanes de Manhattan, podría considerarse el típico chico caprichoso, y vanidoso, su actitud fría y atípica, habla por sí sola ante los demás. Sus demonios lo esclavizan, sin embargo, su vida se volcará con la llegada de Anabell Johnson, una madre soltera que busca la redención. Ella será su salvación y crucifixión, por lo tanto... En las jugadas maestras del destino, siempre habrá perdedores, que no gozaran de segundas oportunidades. Abigaíl Parker y Nicholas Silliman, un hombre y una mujer con realidades distintas; ella cayó en una red de trata de blancas, es una esclava sin ninguna esperanza, él es un asesino asueldo que no sabe quién es. Una mujer de la calle sin rumbo alguno, y un hombre que anhela la libertad, ¿podrán ser felices?, ¿cómo terminara su historia? Historias independientes entre sí, pero unidas por cuerdas flojas, sus senderos solo conocerán lo hiriente de las espinas...
«La muerte solo será triste para los que no han pensado en ella. Fénelon (1651-1715)»
En el caso de Daniel O'Donnell, quien nació en la opulencia, la muerte es su fiel enemiga: pues a sus cinco años esta maestra de la vida le daba su primer jaque mate; una fría noche de otoño de junio dei 2003, mientras este se encontraba en casa de sus abuelos en compañía de su padre, el clan enemigo como medio de cobro, asesinó a su madre Isabella.
-¡No..., Isabella! -al llegar a la mansión y ver los rastros de sangre, Jackson O'Donnell supo qué algo no estaba bien, así que corrió hacia la habitación de su esposa-, mi amor, despierta, ¡diablos! No debí dejarte solo, esto no puedo estar pasando, te lo ruego-. Por más que moviera el cuerpo inerte de su esposa y la besara con locura, ella jamás despertaría.
Esa noche reino el caos, y Jackson no era el único que se sentía perdido, Daniel buscaba respuestas sobre el paradero de su madre, pero nadie hablaba, todos ocultaban algo.
-Tío, ¿Qué pasa, porque están todos esos hombres aquí?
-Tu padre no quiere decirte nada, pero tarde o temprano te enterarás de todo, hijo, lo siento muchacho, tu madre fue...
-¡Mentiroso, eso es lo que eres! -Daniel salió desesperado de su habitación, su pequeña mente no podía asimilar la noticia que había recibido en su afán de descubrir la verdad; bajo las escaleras, con gran felicidad, sintiendo como su corazón se quebrajaba-. ¿Alfred, dónde está papá?, ¿por qué desde que llegamos de casa de mis abuelos hay tanto escándalo?
-Tu padre no puede atenderte en estos momentos, lo mejor será que vuelvas con tu tío -dijo él.
-No quiero, no iré a ningún lado
-¡Daniel! -al oír los gritos de su hijo Jackson tuvo que salir del estudio. Ya no podía esconder la realidad.
-¡Papá!, quiero ir con mamá, ¿por qué no la he visto, desde que llegamos?
-Campeón debes ser fuerte -Jackson abrazo a Daniel, su corazón agonizaba, aunque no quería lastimarlo, la verdad debía ser revelada-. Mi pequeño copo de nieve, tu madre nos ha abandonado, para irse a un mejor lugar.
-¡Mentira, es mentira! Todo esto es tu culpa, te odio, mamá nunca debió casarse contigo. -Daniel salió corriendo hacia el jardín.
-Alfred, por favor ve tras él. Yo debo seguir buscando información, esto no se quedará así. Haré que los responsables vivan un verdadero calvario.
Alfred encontró a Daniel escondido en el jardín detrás de unos rosales que su madre había plantado
-Ven aquí
-No, me quedará aquí a esperar que mamá vuelva
-Perdón amiguito, pero ella, ya no regresará
-Esto no habría pasado, si mamá se hubiese ido conmigo, como ella me lo prometió -Daniel no dejaba de llorar, y como forma de desahogo le daba golpes a la tierra.
-Sé que ahora solo sientes amargura. No obstante, el tiempo te curará, ya lo verás -Alfred se quedó al lado de Daniel, él sería su guardián de ahora en adelante, su misión sería protegerlo de todo golpe.
Sin embargo, en el medio de la lucha despiadada por demostrar, quien tiene más poderío, las tragedias se vuelven una contaste que no desaparecen, así como así. Dos años más tarde; mientras jugaba con su mejor amigo Adam, ambos fueron víctimas de un atentado en el cual falleció el pequeño.
-¡¿Daniel, te encuentras bien?! -Alfred llegó lo más rápido posible, después de oír los disparos
-¡Adam, esta...! -Daniel no paraba de llorar, una vez más, la sangre era protagonista en su vida
-Lo siento mi niño, ahora vámonos de aquí, ellos pueden volver en cualquier momento
-No puedo abandonar a mi amigo
-No lo harás, los demás chicos se encargarán de todo.
Cuando volvieron a la mansión, Jackson intento acercarse a Daniel, pero fue rechazado
-Te odio papá, no sabes cuánto te desprecio, todas las personas que amo mueren por tu causa
-Después de escuchar lo que tengo por decir, me despreciarás a un más. Mañana te irás a París y pasarás ahí hasta que cumplas tus dieciocho años
-No es justo
-Tengo que protegerte, estamos en una guerra sin trinchera. Si estás lejos estarás seguro.
Daniel no dijo nasa, solo se encerró a su habitación, tomo el retrato de su madre para dejar que el llanto hablara por él. Solo era un niño, ¿por qué tenía que vivir tan crueles experiencias?, se preguntó él en aquel entonces.
Dieciocho años después: jueves cinco de enero año 2023
-¿Ya vas de salida? -preguntó Jackson a su hijo-. Espero que tengas un buen inicio de semestre.
-¡¿Y a ti que te importa, lo que yo haga con mi vida!? -Daniel cumplió las imposiciones de su padre, se mantuvo en el internado hasta tuvo la mayoría de edad; sin embargo, opto por no regresar, así que permaneció cinco años más en la ciudad luz.
-¡Hijo, por favor!, ¿hasta cuándo, seguirás siendo hostil conmigo?
-¿De qué te quejas?, Tú fuiste el que me mantuvo alejado, ni siquiera fuiste a visitarme, y ahora quieres ser un padre abnegado, por favor no me hagas reír.
-Entiéndelo, eras lo único que me quedaba, por más que me desgarrara cada noche, arriesgarte no era una opción.
-Ese cuento ya me lo sé. Para tu información, es muy reforzado, yo no pedí nacer en tu mundo, y si me disculpas, tengo que irme -el verse desolado, y en un país extraño para él, provocó que Daniel creciera con un gran remordimiento hacia su padre.
Daniel llegó a la universidad y en el momento que entro al auditorio llamo la atención de Zoe Morgan.
-¡Hola!, ¿estás solo? Si gustas puedo hacerte compañía -la rubia sonrió.
-Haz lo que te plazca.
-Así que te gusta hacerte el difícil. Bien, puedo con eso -Zoe se sentó al lado de Daniel, ella lo había decidido, él sería su nueva presa.
Diez minutos después
-Buenos días, disculpe, ¿es esta la clase del profesor Peterson? -Anabell lucía un poco desarreglada.
-Sí, esta es mi clase ¿Y usted es?
-Disculpe, soy Anabell Johnson, soy nueva en la universidad, me excuso si he llegado tarde, tuve algunos inconvenientes.
-Por hoy la disculpo, pero a la próxima será reprendida, por ahora puede sentarse al lado izquierdo del señor O'Donnell.
-Hola, mucho gusto, espero que nos llevemos bien.
-Quieres callarte, quiero escuchar la clase.
-¡Uff, pero, qué grosero!
-¡Tu opinión no me interesa! ¿Dejarás de parlotear o tendré que cambiarme de asiento?
-¡Ja, esto no me sorprende!, bien dicen que los niños ricos, son unos arrogantes.
Daniel no le tomo importancia a Anabell, pero al pasar las horas, algo en ella le llamaba la atención, y es que, Anabell tiene una belleza abrumadora, aunque no se parecía a las chicas de la sala; sus ojos verdes, y lo prominente de sus caderas, le resultaban hipnotizante. Anabell no es la típica, talla perfecta, no, ella es una sexy curvi, y aunque con un pasado oscuro, Anabell brilla con gran intensidad.
Durante la clase, por más que Daniel intento escapar de aquellos ojos hipnóticos, no lo pudo lograr, al terminar la clase, este fue cautivado por la prisa con que la Anabell salió del auditorio, así que sintiendo que debía ayudarla, este fue tras ella.
-¿Te puedo ayudar?
-Pero miren quien me habla, si es el niño fino, que hace rato me grito ¿Qué quieres?, para tu información...
-¡Un momento!, no sé, qué estés pensando, borra eso de tu mente, sé que fui descortés, perdón por eso, mi intención al venir tras de ti, es ofrecer mi ayuda, saliste despavorida, ¿ocurre algo?
-No acostumbro a ventilar mi vida con extraños. Pero sí necesito llegar cuanto antes, mi madre me acaba de llamar para decir que mi hijo no está bien, al parecer tiene un poco de fiebre y necesito llegar hasta mi casa.
-¡¿Qué, tienes un hijo?!
-Sí, ¿Por qué te sorprende?
-Olvídalo, ¿Tienes coche?
-Por supuesto que no, tengo que tomar un taxi.
-Yo puedo llevarte ¿Aceptas?
-Está bien, no tengo tiempo que perder, por favor llévame a Mott Haven 33162 – 6017.
Daniel no hizo ningún cuestionamiento, solo se dedicó a conducir, al llegar a al barrio de Anabell quedo sorprendido, sus calles sucias, las paredes de los edificios pintadas por grafitis, los chicos reunidos en combo eran una señal de que aquel lugar no era prodigio. Así que él se preguntó, ¿cómo era posible que una chica de su edad fuera madre y que siendo del Bronx estuviera en la Universidad de Columbia?
Mott Haven, Casa de Anabell
-¡Mamá! ¿Dónde está Liam?
-Calma está dormido, llame al médico, ya la fiebre se está controlando.
-¿Pero qué fue lo que sucedió?
-Solo es un pequeño resfrío. Por cierto, ¿no me presentarás, a tu guapo acompañante?
-¡Es cierto!, él es Daniel, ¿a todas estás, cuál es tu apellido?
- O'Donnell, mucho gusto, señora.
-El gusto es mío y gracias por ayudar a mi hija.
-No es nada.
-Bueno, ustedes dos quédense aquí, yo iré con mi pequeño -Anabell subió a su habitación, su hijo dormía plácidamente, al parecer, todo había sido una falsa alarma-. Mi príncipe, perdóname por no haber estado aquí, pero mamá tiene que convertirse en la mejor arquitecta para liberarme de mis cadenas; eres mi mundo entero, si algo... No, no pensaré en eso, sé que estarás bien, así tenga que dar mi vida, tú vivirás bien, bajaré un momento, vuelvo enseguida.
Sí había alguien que consumiera todo el amor y atención de Anabell, es su Liam, quien está por cumplir sus seis meses, por desgraciados meses después de su nacimiento, el pequeño fue diagnosticado con Síndrome de William, desde entonces, ella no ha escatimado esfuerzos, en brindarle lo mejor a su hijo. Anabell regreso a la sala.
-¿Todo bien, con tu pequeño? -de algún modo, Daniel se sentía angustiado.
-Sí, gracias por haberme traído, ya puedes irte, yo no volveré a las demás clases, Liam me necesita, ¿dónde está mi madre?
-Ella dijo que iría a recostarse.
-La pobre debes estar cansada, en su condición todo le es más complicado.
-Ten, te acabo de anotar mi número, llámame en cualquier momento. Vendré enseguida.
-¿Por qué de repente muestras interés en mí?
-No lo sé, tal vez en un futuro, te conviertas en mi esposa.
-Esa broma no fue de buen gusto.
-¿Y quién dijo que estoy bromeando?
-Como sea, vamos te acompaño.
En el momento que Anabell abrió su puerta, unos hombres armados dispararon contra ella y Daniel, razón por la cual ellos se tiraron al suelo para protegerse.
-¿¡Qué rayos? Anabell, ¿estás bien?
-Eso creo, ¿qué fue eso?
-De seguro esos tipos venían por mí.
-¡¿Por ti, y por qué?!
-Es una larga historia. Debido a las circunstancias no puedo dejarte desprotegida, te enviaré unos guardaespaldas.
-Yo no quiero eso.
-Eso no está en discusión, es por el bienestar de todos ustedes.
-Bien, solo espero que no me cases más problemas, ya he tenido demasiados en mi vida, uno más no es necesario.
Anabell se encerró en su apartamento, Daniel llamó a dos de sus hombres y no fue hasta ver que ellos llegaran.
-Cuiden a las personas que viven aquí, no se muevan, ¡entendido!
-Sí, jefe, nadie saldrá de aquí -respondieron ambos hombres.
Debido al imprevisto suscitado, Daniel no regresó a la universidad, fue directo a la casa de su padre.
-¡¿Se puede saber, qué carajos hacías en el Bronx?! -Jackson había recibido una llamada por parte de su contrincante Mike Clayton, quién le contó de forma burlona como Daniel se había salvado.
-Mis asuntos no son de tu incumbencia.
-Lo son desde que eres víctima de un tentado, cuantas veces tengo que repetírtelo, eres el heredero de un imperio, no puedes andar solo.
-Tú, y todo el clan se pueden ir al demonio. No quiero una vida como la tuya, no fuiste capaz de proteger a tu mujer, ¡¿qué quieres abofetearme?! Ya no soy un niño, si me tocas soy capaz de devolverte el golpe.
-No colmes mi paciencia, a partir de ahora, no saldrás solo. Es una orden.
-Haz lo que quieras, lo que sí te aseguro es que, no joderás mi vida -Daniel sabio a su habitación, y en su mente su pensamiento más recurrente era aquella chica-, ¡eres un idiota!, ni siquiera le pediste su numeró-. Daniel llamó a uno de sus hombres para pedir información sobre Anabell.
-Joven, desde que usted se fue nadie ha salido, solo vimos que una chica se asomó por la ventana.
-Perfecto, no se muevan de ahí.
Todo estaba marcado, Daniel protegía a Anabell, pero esa decisión sería su condena, pues, lo llevaría por los mismos senderos de sus padres. Además, Daniel pronto descubriría que Anabell manejaba una doble vida, en el día era estudiante y en la noche era una mujer, que se vendía al mejor postor, ya que esa era su única forma de cubrir todos sus gastos.
Continuará
No, la maternidad, no siempre es la mejor etapa de una mujer. Pues está cargada, de vejámenes impensables, que te hacen desear la muerte. Una madre desesperada en busca de una libertad incesante, deshacerse de los demonios que la atormentan, y sentirse viva por primera vez, esa es Gabriela Solís. Su día a día, gira en torno al bienestar de su pequeña Belén, por lo cual, para ella, el mundo se centra en suplir las necesidades de esta; así que no hay tiempo para el amor, eso solo es una mala broma, de la cual, no quiere saber más. Sin embargo, los hilos del destino la llevarán a los brazos de su mejor amigo, Ernesto Paz Casares, quien la ama en secreto, y oculta su verdadera identidad, bajo la fachada de un comerciante independiente, pero él, no es el único, quien tendrá que luchar, pues, en escena reaparecerá Esteven Monsalve, el padre de Belén, y como si fuera poco, los hermanos, Harold, y Axel Michigan, tomarán peculiar interés, en Gabriela. Cuatro hombres, y un solo camino, que la pondrán en jaque.
Con apenas dieciséis años, Alondra Taylor se vio arrastrada a un abismo de oscuridad y desesperación, condenada a nueve años en prisión por el asesinato de Fabricio Rivera, el hombre que desgarró su alma tras cinco años de abusos implacables. Más allá de la cárcel, la traición más punzante, vino de su propia madre, quien le dio la espalda cuando más la necesitaba, dejándola navegar sola en un mar de desolación. Tras su liberación, la luz parece asomarse fugazmente, cuando ella encuentra en Josh Paterson una razón para creer en el amor y la redención. Su promesa de matrimonio se convierte en un faro de esperanza, hasta que un trágico accidente, la sumerge en un nuevo torbellino de angustias. En su anhelo desesperado, por salvar a su prometido, el destino la conduce hacia Mathew Hoffman, un enigmático hombre que encarna tanto su salvación como su perdición. En el momento más inesperado, Mathew le extiende una oferta que podría cambiarlo todo.
«Las pasiones son como los vientos, que son necesarios para dar movimiento a todo, aunque a menudo sean causa de huracanes. Bernard Le Bouvier de Fontenelle (1657-1757» Margaret Smith; una apasionada profesora de literatura en la secundaria de Agoura Hills. Su vida transcurría de vida tranquila, hasta que una deuda la unirá a uno de sus estudiantes; Ethan Pirs, el cual hará que ella se sumerja en deseos oscuros, la sensatez que una vez la caracterizo desaparecerá por completo. Haciendo de ella una presa fácil de la lujuria. No obstante, Margaret no solo, tendrá que luchar contra la tentación por su estudiante, sino que también, deberá tener cuidado, con su ex amante, quien al ser rechazado por ella, entrará en caos.
Becca Baker había jurado destruirlo, anhelando verlo sumido en el fango, pero el destino tenía otros planes para ambos. Durante ocho largos años, Becca vivió con un odio ardiente dirigido hacia la persona equivocada, enfocada únicamente en la venganza. Sin embargo, llevaba consigo un secreto profundo y oscuro: su amor apasionado por su pequeña Harika, un amor nacido de la tragedia que había marcado su vida. Asher Bailey, por otro lado, había pasado tres años en terapia, desesperado por borrar el recuerdo de aquel incidente que arruinó la vida de una inocente. Pero, lo que él no sabía era que su madre había evitado que enfrentara las consecuencias legales, y ahora se encontraba en una lucha constante contra la oscuridad que amenazaba con consumirlo por completo.
Sabrina tardó tres años enteros en darse cuenta de que su marido, Tyrone, era el hombre más despiadado e indiferente que jamás había conocido. Él nunca le sonrió y mucho menos la trató como a su esposa. Para empeorar las cosas, el regreso del primer amor del hombre no le trajo a Sabrina nada más que los papeles del divorcio. Con la esperanza de que todavía hubiera una posibilidad de salvar su matrimonio, le preguntó: "Tyrone, aún te divorciarías de mí si te dijera que estoy embarazada?". "¡Sí!", él respondió. Al comprender que ella no significaba nada para él, Sabrina finalmente se rindió. Firmó el acuerdo de divorcio mientras yacía en su lecho de enferma con el corazón hecho pedazos. Sorprendentemente, ese no fue el final para la pareja. Fue como si Tyrone despejara la mente después de firmar el acuerdo de divorcio. El hombre que alguna vez fue tan desalmado se arrastró junto a su cama y le suplicó: "Sabrina, cometí un gran error. Por favor, no te divorcies de mí. Te prometo que voy a cambiar". Sabrina sonrió débilmente, sin saber qué hacer…
Janet fue adoptada cuando era niña, un sueño hecho realidad para los huérfanos. Sin embargo, su vida fue cualquier cosa menos feliz. Su madre adoptiva se burló de ella y la acosó toda su vida. La mucama que la crio le dio todo el amor y el afecto de una madre. Desafortunadamente, la anciana se enfermó gravemente y Janet tuvo que casarse con un hombre que tenía mala fama en sustitución de la hija biológica de sus padres para cubrir los gastos médicos de la criada. ¿Podría ser este un cuento de Cenicienta? Pero el hombre estaba lejos de ser un príncipe, aunque tenía un rostro atractivo. Ethan era el hijo ilegítimo de una familia rica que vivía una vida lujosa y apenas llegaba a fin de mes. Él se casó para cumplir el último deseo de su madre. Sin embargo, en su noche de bodas, tuvo el presentimiento de que su esposa era diferente a lo que había escuchado sobre ella. El destino había unido a las dos personas con profundos secretos. ¿Ethan era realmente el hombre que pensábamos que era? Sorprendentemente, tenía un extraño parecido con el impenetrable hombre más rico de la ciudad. ¿Descubriría que Janet se casó con él por su hermana? ¿Sería su matrimonio una historia romántica o un completo desastre? Siga leyendo para saber cómo se desarrolla el amor entre Janet y Ethan.
¿Qué esperas de tu cumpleaños? ¿Dinero? ¿Joyería? ¿U otras cosas? Lo que sea, pero por lo menos debe ser un día maravilloso. Lola Li, una mujer linda, encantadora e inteligente, graduada en la comunicación audiovisual a una edad muy temprana. Todo el mundo pensaba que Lola tendría un futuro muy prometedor pero las cosas no salieron como se esperaba. Su fiesta de cumpleaños de 22 años fue una pesadilla para ella. Cuando terminó su fiesta de cumpleaños, su mejor amiga la traicionó, su novio la abandonó y su familia se arruinó por completo. Cuando se despertó al día siguiente, Lola se encontraba tumbada en la cama de una habitación de hotel. Con el corazón acelerado, solo podía recordar vagamente a un hombre extraño con el que estaba anoche. ¿Había venido para salvarla? O, ¿era un demonio que lo estaba persiguiendo?
Rena se acostó con Waylen una noche cuando estaba borracha. Y como ella necesitaba su ayuda mientras él se sentía atraído por su belleza juvenil, lo que se suponía que sería una aventura de una noche se convirtió en algo más. Todo iba bien hasta que Rena descubrió que el corazón de Waylen pertenecía a otra mujer. Cuando esa mujer regresó, dejó de volver a casa, dejándola sola por muchas noches. Finalmente, un día, la pobre chica recibió un cheque y unas palabras de despedida. Para sorpresa de Waylen, Rena solo sonrió y dijo: "Fue divertido mientras estuvimos juntos, Waylen. Pero espero que no nos volvamos a ver nunca más. Que tengas una buena vida". Sin embargo, por voluntad del destino, los dos se volvieron a encontrar. Al ver que Rena tenía a otro hombre a su lado, los ojos de Waylen ardieron de celos y gritó: "¿Cómo diablos lograste seguir adelante? ¡Pensé que solo me amabas a mí!". "¡Es pasado!", Rena se burló, "hay demasiados hombres en este mundo, Waylen. Además, tú fuiste quien pidió la ruptura. Ahora, si quieres salir conmigo, tendrás que hacer cola". Al día siguiente, Rena recibió un anillo de diamantes y un mensaje del banco de que alguien había transferido miles de millones a su cuenta. Waylen apareció, se arrodilló frente a ella y dijo: "¿Puedo saltarme la fila, Rena? Todavía te quiero".
Para cumplir el último deseo de su abuelo, Stella se casó con un hombre al que nunca había visto. Sin embargo, los dos continuaron llevando sus vidas sin ser molestados. Un año después, Stella regresó a Seamarsh con la esperanza de conocer a su misterioso marido. Pero para su sorpresa, él le envió un mensaje pidiéndole el divorcio. Apretando los dientes, ella respondió: "¡Entonces divorciémonos!". Poco después, Stella se convirtió en empleada de Grupo Prosperity y trabajó directamente para el director ejecutivo del grupo, Matthew. Se decía que el apuesto CEO estaba casado y amaba mucho a su esposa. ¡Pero Stella no sabía que él era en realidad su misterioso marido! Decidida a centrarse en su carrera, Stella deliberadamente se mantuvo alejada del jefe, aunque no pudo evitar notar sus intentos de acercarse a ella. Un día, su marido cambió repentinamente de opinión y se negó a seguir adelante con el divorcio... ¿Cuándo descubriría Stella que Matthew era su marido? En medio de una mezcla de dulzura y mentiras, ¿adónde los llevaría el destino?
Acusada de asesinato, la madre de Sylvia Todd fue considerada una traidora por toda la manada, condenando a Sylvia a vivir el resto de su vida sola y humillada como una humilde esclava. Lo único que quería la chica era demostrar la inocencia de su madre de alguna manera, pero el destino nunca parecía estar de su lado. A pesar de todo, Sylvia nunca perdió la esperanza. Como el futuro rey licántropo de todos los hombres lobo, Rufus Duncan poseía un gran poder y estatus, pero tenía una inexplicable reputación de ser cruel, sanguinario y despiadado. Sin que todo el mundo lo supiera, había sido maldecido hacía mucho tiempo y se veía obligado a transformarse en un monstruo asesino cada luna llena. Aunque el destino no siempre favorecía a los dos, unió a Sylvia y Rufus como pareja predestinada. ¿Se hará justicia para la madre de Sylvia? ¿Podrán ella y Rufus desafiar todas las normas sociales y permanecer juntos? ¿Tendrán estas dos almas desafortunadas un final feliz?