Está es una novela juvenil y refrescante de amor, sobre el matrimonio forzado. Contiene diferentes tipos de emociones a lo largo de la romántica historia de Alice Jefferson y su próximo esposo, Demian Volkova. "La pequeña esposa", cuenta la historia de una joven, que es comprada por uno de los hombres más poderosos de Inglaterra, quién tiene una empresa en ascenso, mientras siendo copropietario de medio banco nacional, la hace su esposa, cambiando todo el panorama de vida de la joven. Una historia de amor con altos y bajos. ¿Una joven podrá con la vida de un multimillonario? ¿Terminaran juntos aún después de una tóxica relación?
CapĂtulo 1
Mi vida realmente no era tan interesante antes de Ă©l, supongo que era una más de los millones que hay en el mundo. Incluso cuando nacĂ fui un bebĂ© normal, mi altura y mi peso fueron normales como muchos niños. En ese punto de mi vida, todos sabĂan que era ordinaria y que no era especial, pero aun asĂ Ă©l me eligiĂł.
AsĂ que empecemos desde el principio, cuando mi padre y mi madre se casaron, aun cuando mi madre era más joven y más bella que mi padre. Incluso hay gente que cuenta que ella sĂłlo se casĂł por conveniencia. Yo no era nadie para negarlo ni confirmarlo, puesto que yo ni siquiera existĂa en aquellos tiempos, en donde mi madre aĂşn era una mujer "inocente", asĂ que dejarĂ© pasar esos chismes por alto.
Mientras fui creciendo, mi padre aĂşn intentaba que su fábrica de textiles creciera, mientras mi madre cada vez se sentĂa más cĂłmoda teniendo dinero, supongo que se acostumbrĂł a Ă©l.
Mi padre realmente querĂa lo mejor para su querida hija, asĂ que contratĂł a gente para que cuidaran a su pequeña hija y le enseñaran lo esencial para poder llamarse una dama, mientras Ă©l trabajaba dĂa y noche siempre viĂ©ndose cansado, mientras mi madre gastaba lo que mi padre se ganaba por su esfuerzo. Supongo que jamás sentĂ Ă©l vaciĂł o algĂşn resentimiento por el abandono de mi madre, aun cuando ella me ofreciĂł miles de veces que entrara a la academia de ballet de nuestra ciudad y compartir su Ăşnica pasiĂłn despuĂ©s de las compras, que era ser una bailarina hermosa y con porte, pero nunca aceptĂ©, porque me sentĂa herida.
¡Oh! Supongo que si sentĂa el vacĂo y una pizca de rencor contra ella.
El nombre de mi madre es Ross Jefferson, la describirĂa como más bella que una flor de loto reciĂ©n nacida, incluso tenĂa una mirada azul tan penetrante que lograba derretir el corazĂłn de cualquier hombre que se le parara enfrente, mientras que su cabellera siempre brillaba por lo negro que era. Mamá creyĂł que nacerĂa rubia como mi padre, es por eso me puso Alice por el libro de" Las aventuras de Alicia en el paĂs de las maravillas "
Esa fue una de las muchas razones por las que no le guste, ya que nacà siendo una niña de ojos azules y cabellera negra, siendo el completo reflejo de sus maravillosos genes, asà que mi madre se deshizo de su libro favorito de niña, tirándolo a la basura y mirando con desdén a esa pequeña bebé de grandes ojos.
Mi padre era un viejo hombre llamado Bill Jefferson, Ă©l era tan brillante y siempre veĂa lo positivo de todo, diciendo que todo lo que nos ocurre en esta vida, tiene una razĂłn y una respuesta. Él era la persona más perseverante de este mundo, mientras que nunca se daba por vencido. Y por mi parte yo era la niña de sus ojos.
Pero despuĂ©s de tratar por mucho tiempo con el negocio de textiles, un dĂa la suerte le sonrĂo a papá. Él se enterĂł que le iba a surtir telas a los mejores centros comerciales de Londres. Él ni siquiera podĂa contener su felicidad al saber que nuestra vida como ricos pobres por fin se terminarĂa. AsĂ que cuando recibiĂł su primer cheque y al saber la cantidad, comprĂł una casa y nuestra vida fue mejorando cada vez más. Jamás habĂa ido a Londres, pero mi padre decĂa que era un lugar hermoso y siempre me traĂa cosas de cuando iba a reuniones de negocios; muñecas y juguetes que el dueño de la empresa le daba para mĂ, sin contar siempre las mismas postales de los centros comerciales Volkova, una empresa rica en todos los sentidos. Supongo que, en ese punto, jamás creĂ que nadie me dañarĂa y ni menos que algo malo me pasarĂa. CreĂa que el amor que mis padres me demostraban, iba a ser suficiente para siempre estar en un hogar segura.
Algunos años despuĂ©s, me enterĂ© de que estábamos en bancarrota. En realidad, yo jamás me habĂa acostumbrado a esa vida llena de lujos, jamás me importo el dinero, los autos, las joyas, ni incluso a los juguetes caros, pero supongo que mis padres si lo hicieron. Nunca pensĂ© que ese problema de no tener dinero, me cambiarĂa la vida para siempre. Yo jamás lo vi venir, nadie me dio un aviso y ni menos, alguien me preparo para lo que venĂa.
Demian Volkova, era un hombre como de esos que te muestran en las revistas de catálogo, era completamente perfecto. Él era un completo extraño para mĂ y aunque sabĂa que mi padre habĂa trabajado con Ă©l, no me interesaba saber nada más que no fuera, que era socio de Ă©l.
Pero despuĂ©s su presencia se hizo notoria en mi casa, tanto que incluso el sol iluminaba la casa sin muebles, cĂłmo si un dios griego estuviera iluminando la belleza aquĂ©l joven hombre de apenas veinticinco años. No podĂa negarlo, era Ă©l joven más apuesto que habĂa visto en mi vida, con enormes ojos cafĂ©s llenos de pestañas, pelo castaño y piel bronceada, mostrando siempre una silueta fornida y grande, era como si el hombre hubiera sido esculpido a la perfecciĂłn.
Y tampoco podĂa entender porque a veces mi corazĂłn se tambaleaba, más de una vez al ver sus ojos cafĂ©s bien fijos en mĂ. Pero solo tenĂa dieciocho años cuando mis ojos azules se fijaron en sus ojos castaños. Supongo que aĂşn era demasiado joven e inocente, para saber que mi corazĂłn habĂa sido cautivado por Volkova.
Mientras el hombre venĂa más a casa, más mi padre hablaba de Ă©l.
Mi padre decĂa que era un hombre ejemplar, como si fuera un hĂ©roe que salvĂł a la naciĂłn o algo parecido, pero solo era nada más y nada menos, que uno de los mejores empresarios de Inglaterra y que tenĂa mucho dinero, pero necesitaba una esposa pronto, ya que querĂa heredar la empresa de su familia. Cada vez que escuchaba esa historia, se me venĂa el mismo pensamiento a la mente:
"Bueno, si tiene tanto dinero, ¿por qué no se compra una esposa?"
Las pláticas con mi padre eran inĂştiles, nada era nuevo, puesto que todo el mundo sabĂa que el hombre era exitoso y solo tenĂas que prender el televisor, para darte cuenta que las empresas Volkova estaban invadiendo el mundo con sus centros comerciales, sus automotrices, sus lĂneas de ropa, sus parques de diversiones, su empresa de publicidad y su fama entre todos los empresarios más grandes del mundo.
Un dĂa sin más, despuĂ©s de las charlar con mi padre, decidĂ subir a mi habitaciĂłn a esconderme de sus pláticas tan terribles sobre el tal Volkova. Y cuando por fin estuve sola, me dejĂ© caer lentamente al suelo de madera, mientras me recargaba en la puerta de mi habitaciĂłn. Al levantarme del suelo, puedo ver que mi habitaciĂłn era diferente posguerra. Ahora era más grande, ya que todos los muebles tambiĂ©n fueron embargados, pero supongo que siempre he sido tan sencilla, que no me importaba dormir en una cama envuelta en plástico.
A pesar de todo lo que hemos pasado, como ser embargados y también dejar nuestras vidas tan cómodas, no echo de menos los lujos, solo necesitaba sentirme segura y protegida por mis padres.
DespuĂ©s de un rato de sobre pensar sobre el mal momento que estaba pasando mi familia, decidĂ descansar, ya que estaba agotada de las continuas peleas de mis padres sobre el dinero. Y ahora tendrĂa que soportar los gritos aĂşn más, ya que estoy esperando a que me llegue la tan esperada respuesta de la universidad.
Soñaba ir a Londres y ser una pintora, mi padre me habĂa enseñado a pintar en Ăłleo, era bastante buena asĂ que no dude en mandar una carta a la Universidad de las Artes de Londres, soñando con dejar mi pueblo natal y ser pintora en la ciudad.
Antes de irme a dormir, la curiosidad me empezĂł a molestar, asĂ que tuve que buscar el nombre de ese tipo en Internet y lo que saliĂł, me dejĂł aĂşn más agobiada sobre el hombre de trajes finos. Diez mil respuestas sobre el hombre, que era dueño de medio banco de Inglaterra y con una empresa cada vez más grande e importante, lo hacĂan una clase de sensaciĂłn en redes sociales. Todos hablaban de lo bien parecido que era, pero simplemente ante mis ojos, podĂa ver algo más en Ă©l, pero no sabĂa que era.
Mis ojos lentamente se fueron cerrando, mientras caigo completamente exhausta sobre una almohada pequeña y algo desgastada. Lo único que necesitaba era desconectarme del mundo y caer en mi almohada, mientras me hundo en un mundo donde no importa que clase social seas, solo importa descansar.
Al despertar por la mañana, abro mis ojos y estos son cegados por el sol que se posa en mi ventana. Yo misma escuchó un ruido que no me deja continuar con mi siesta, asà que tomo mi bata y me asomo por las escaleras, para ver porqué tanto escándalo.
El olor a cafĂ© es extraño, ya que no tenĂamos dinero para costear el cafĂ© fino que mi madre suele tomar por las mañanas, asĂ que bajĂł las escaleras con mis pies descalzos, mientras la vieja escalera rechina.
Al estar en el comedor, me doy cuenta que estaba ese hombre pomposo en mi casa. Y no lo podĂa negar, Ă©l era más guapo en vivo y en directo. Era tal su belleza, que me quede en la esquina de las escaleras, viendo su lamentable perfecciĂłn y su increĂble arrogancia al recibir cafĂ© de mi madre. Mientras mi boca se abre lentamente, mi padre es el primero en darse cuento que estoy pasmada al lado de las escaleras.
––¡Alice! ––Pronuncia mi nombre con firmeza, mientras el tal Volkova, se levanta de su asiento junto a mi padre. En la cultura de los ricos, es de buena educaciĂłn que cuando una mujer llega, los hombres se levantan de sus asientos, demostrando que tambiĂ©n somos relevantes en las conversaciones de los hombres cuando comen, aunque eso no sea asĂ.
––Hola. ––Le contesté algo extrañada, mientras me voy acercando cada vez más a la mesa, mientras mis piernas cortas se mueven.
––Él es Demian Volkova, te he hablado mucho de este joven. ––Me comenta mi padre emocionado, mientras yo solo tomó un pan tostado en mis manos.
––SĂ, hola. ––Le respondĂ descuidada mientras intento sentirme cĂłmoda en mi propia casa.
––¿Y bien? ––Preguntó mi madre rompiendo el hielo. ––Demian es un valioso amigo de la familia. ––Mi madre sonaba exagerada al decir eso.
––¿A sĂ? No sabĂa quĂ© eran cercanos. ––Les contestĂ© sin intereses mientras le pongo mantequilla a mi pan tostado.
Mis padres sientes un balde de agua frĂa pasando por sus cuerpos, ya que no estoy sincronizada con los halagos, para ese hombre extraño.
––No importa, tenemos mucho tiempo para conocernos. ––Murmuró el hombre pomposo, envuelto en una burbuja de arrogancia.
––¿De quĂ© habla? ––PreguntĂ© ahora posando mis ojos en su persona, mientras siento una clase de mala vibra de parte del señor Volkova. Era como si sus palabras trataran de decirme, que algo pasarĂa.
––¿No se lo han dicho? ––PreguntĂł el señor Volkova a mis padres alzando una de sus cejas, mientras se veĂa que estaba divertido por la situaciĂłn tan incomoda del momento.
––¿QuĂ© no me han dicho? ––PreguntĂ© viendo a mis padres, mientras ellos solo agacharon la mirada. Yo no comprendĂa nada. –– ÂżQuĂ© pasa? ––EscupĂ enfadada.
––Apuesto que no. ––ContestĂł el joven Volkova, sonriendo arrogantemente. ––Te llevarĂ© a casa, o quiero decir...––Ahora posa una mano en su boca para corregir. ––A nuestra casa. ––Sus palabras hacen que mi piel se erice como nunca antes. Nunca antes alguien me habĂa hecho sentir tan extraña, como ese hombre que desayunaba en mi casa con sus modales tan elegantes.
––¿CĂłmo? ––PreguntĂ© asustada y preocupada por lo que este hombre estaba diciendo. –– ÂżCuál casa? ––Pregunte una vez más, aventando mi tostada en medio de la mesa, haciendo que el cafĂ© salpicara por todas partes. –– ¡Nunca vivirĂa contigo! ––Le contestĂ© agresiva, mientras intento huir de esta situaciĂłn incĂłmoda, pero Ă©l joven se levantĂł de su asiento y azotĂł sus manos contra la mesa, haciĂ©ndome callar del miedo.
––¡Claro que lo harás! ––Su voz es ronca y puede hacer que la gente se sienta amenazada, pero, aun asĂ, no baje mi mirada. ––Tus padres decidieron que serás mi esposa. ––Termino diciendo con ninguna pizca de sutileza en sus palabras.
––¿QuĂ©? ––PreguntĂ© herida mientras miraba a mis padres, pero ellos parecen no ser lo suficientemente valientes, como para decirme tales cosas. Mi padre incluso posa una mano sobre su boca, mientras pequeñas lágrimas salĂan de sus ojos, lagrimas que no podĂa contener.
––Hija...––Dijo mi madre tomándome del hombro, lo cual yo rechazó con firmeza.
––¿Tú también estás de acuerdo? ––Pregunté viéndola con enojo y con pequeñas lagrimas saliendo de mis ojos grandes.
––Es lo mejor.––Me dice mientras intenta convencerme que esto serĂa lo mejor. En su mundo, ÂżquĂ© serĂa lo mejor para mĂ? ÂżEl bienestar econĂłmico de mi familia?
AsĂ que salĂ corriendo rumbo a mi habitaciĂłn. Al llegar a está, me encierre mientras mis lágrimas salĂan de mis ojos como un diluvio. No podĂa controlarme a mĂ misma en ese mismo momento, lo Ăşnico que querĂa era desaparecer.
Mi madre no tardĂł en pararse a fuera de mi puerta, mientras me pide cĂnicamente que abra la puerta.
––¡Alice, escúchame! ––Dijo fingiendo que estaba sollozando. ––Tienes que salir. ––Tocaba una y otra vez de la puerta.
––¿Para quĂ©? ÂżPara regalarme con ese hombre extraño? ÂżPara cambiarme por dinero? ––Ni siquiera podĂa mantenerme a pie, asĂ que caĂ al suelo como si fuera un trapo.
DespuĂ©s de algunos minutos, solo escuchĂ© como la puerta se abre, y ahĂ estaba la madre más mala del mundo, la que cambiarĂa a su hija por un futuro mejor. Mi madre se tirĂł al lado de mĂ cuando entro, tomando mi mano y empezando a llorar, pero sabĂa que sus lágrimas eran falsas y vacĂas, como el compromiso quĂ© me harán tomar este dĂa. Mi madre lograba convencer a todos con lágrimas, era como si dentro de ella, hubiera una descarada actriz que solo sabe mentir.
––Yo sĂ© que es difĂcil, pero es lo mejor para ti. ––Me dice en forma de consuelo.
––¿Para mĂ? ––Mofe entre lágrimas. ––Para su estĂşpida economĂa, mejor dirán.––Yo era obstinada, asĂ que no dejarĂa que cambiara mi parecer.
––No Alice, sé que ahora piensas eso, pero después me agradecerás. ––Me dice con su dulce acento británico. ––Él te hará una mujer de bien, no te va a faltar nada. ––Después movió su boca para decir. ––Una mujer debe hacer algunos sacrificios, para mantener a su familia en pie.
¿Entonces ser mujer, era la definición de ser infeliz? Buen consejo de vida madre. ¿En qué siglo estábamos? ¿Esto acaso era legal? ¡Pero si solo soy una niña!
––Yo no quiero nada de eso, yo solo quiero...––Mis lágrimas cayeron de nuevo, de tan solo imaginarme la vida con alguien quĂ© es un extraño. ––Yo solo quiero quedarme con mis padres. Prometo ser buena, prometo hacer todo lo que ustedes me pidan, es más tomarĂ© ballet como tu querĂas, pero no me dejes ir. HarĂ© todo lo que me pidas. ––No podĂa más, colapsĂ© y me hundĂ en un sinfĂn de suplicas. ––¡Te lo ruego, no me dejes ir! ––Las sĂşplicas no parecieron funcionar.
Yo misma prometĂ hacer lo que mamá querĂa que yo hiciera cuando era más joven, pensĂ© que serĂa una buena táctica para evitar que me regalara a ese hombre, pero no funciono.
Pero al mismo tiempo me preguntĂ©: ÂżPor quĂ© tenĂa que convencer a mi propia madre? Se supone que su amor debe ser incondicional, pero para ella el amor no valĂa nada.
––Alice no sigas. ––La mujer hermosa se aparta de mĂ, mientras yo la seguĂ arrodillada, suplicando que no me dejara ir. ––No sigas, me haces daño. –– ÂżYo le hacĂa daño? Pero ella era la persona que me querĂa dejar ir con ese hombre desconocido. ––Es lo mejor, prepara tus cosas, el señor Volkova te espera. ––Termino de decir para despuĂ©s cerrar la puerta con fuerza, mientras yo caĂ arrodillada al suelo. No tuvo piedad de mis lágrimas.
DespuĂ©s de algunos minutos, comprendĂ que ellos no me querĂan aquĂ. TendrĂa que ir con ese hombre. SabĂa que ese hombre no era bueno, asĂ que tenĂa que tener mucho más cuidado con Ă©l.
HabĂa terminado ya mis maletas y aĂşn no podĂa controlar mi llanto, tenĂa que ocultarlo ya que no querĂa que el señor Volkova viera que estoy destruida por su culpa. Baje lentamente las escaleras, viendo todo lo que no volverĂa a ver más, supongo que ese tipo me llevara tan lejos y no me dejara ver a mi familia, y para ser honesta, en este punto no creo que quiera verlos despuĂ©s de esto.
Baje hasta el Ăşltimo escalĂłn y pude ver a ese hombre que sonreĂa como si fuera el comienzo de un romance. ÂżQuĂ© no entendĂa? Me hacĂa daño.
ObservĂ© a mis padres por un microsegundo, pero decidĂ salir rápido de la casa. Si ellos ya no me quieren, Âżpor quĂ© me despedirĂa de ellos?
Afuera de mi la casa, habĂa una camioneta negra y un sirviente que subĂa mis maletas, y al lado de la camioneta un BMW negro. El dĂa era tan frĂo cĂłmo las acciones que tomaron mis padres, asĂ que solo fruncĂ el ceño, mientras el aire me despeinaba.
Al mirar los autos de este hombre, gruñà con odio, supongo que Ă©l es el dueño de medio paĂs y dueño de todos los autos en Inglaterra, pero aĂşn con ese hecho, no me importaba, no era mi dueño, lucharĂ© contra Ă©l.
DespuĂ©s de pensar y maldecir en mi mente, sentĂ una mano detrás de mĂ, despertándome de mis pensamientos vengativos.
––Hermosa, sube al auto. ––Dijo el hombre sonriĂ©ndome con delicadeza. No me hacĂa gracia lo que Ă©l hacĂa, asĂ que solo lo fulmine y camine hacia el auto. Al estar adentro, pude ver por el retrovisor al joven Volkova hablando con mis padres. Mi padre lloraba, suplicándole al joven algo de lo que yo no sabĂa. Mi corazĂłn palpitaba, mientras yo intentaba no llorar. ¿Él llora por mĂ? ÂżAcaso me sigue amando? QuerĂa salir del auto e ir a los brazos de mi amado padre, pero al ver como todas mis cosas fueron subidas a una gran camioneta, me di cuenta que se estaban deshaciendo de mĂ.
Mi madre por su parte, conserva su sonrisa joven, combinada con sus ojos azules, mientras mira al joven Volkova como si Ă©l fuera un dios. Quizá la frialdad que ella mostraba, no me sorprendĂa para nada, jamás fue apegada a mĂ, puesto que dejĂł que una institutriz cuidara de mi cuando yo era bebĂ©.
DespuĂ©s Demian se dirigĂa al auto, asĂ que desviĂ© mi mirada hacia la ventana, para no encontrarme con su mirada tan potente.
Al subirse al auto, intentĂł charlar conmigo.
––Hermosa, te llevaré a casa. ––Él puso su mano en la palanca de velocidades para empezar nuestro viaje, pero antes de que avanzara, puse mi mano también en la palanca.
––No quiero que pienses que eres mi novio o algo parecido. ––Dije mirando el suelo, para despuĂ©s mirarlo a Ă©l. ––No me llames hermosa, porque no lo soy. ––Suspire profundo. ––Eres un desgraciado y jamás lograrás nada conmigo. ––Mis lágrimas quieren salir, pero las retengo. –– Si hago esto, es porque no tengo salida. TĂş nunca vas a hacer algo mĂo. ––Dije con palabras duras y llenas de odio, pero inesperadamente Ă©l tomĂł mi barbilla con una de sus manos peligrosas.
––Eres rezongona por lo que veo. ––ParecĂa que estaba muy enojado, supongo que la amabilidad y la cortesĂa se terminaba aquĂ. –– ¡EscĂşchame niña! ––Respira con pesadez mientras me mira con enojo. ––Pague millones por ti y ni siquiera creo que los valgas, pero lo hice. ––Sus dientes se aferran a su mandĂbula, estaba más que enojado. ––Quiero resultados a lo que pague. Serás mi esposa, aunque no te guste. Intente tratarte como una princesa, no quiero que actĂşes más como una estĂşpida niña. Te casaras conmigo y no voy a aguantar tus niñerĂas. ¡Madura o si no tendrás una vida miserable al lado mĂo! ––GritĂł con fuerza mientras yo entrecierro mis ojos del miedo.
Él era muy malo. ÂżCĂłmo confiar en la gente otra vez? Realmente no sĂ© si algĂşn dĂa podrĂ© tener fe en alguien más.
Alice ha sido atacada por un hombre cercano a Demian. Ella está pasando por una etapa entre la vida y la muerte, mientras lucha contra sus demonios. Por otra parte, Demian Volkova pierde la cabeza, junto con su orgullo y todo lo que lo caracterizaba como un hombre poderoso. Sin ninguna duda el amor que Demian le tiene a Alice, creció aún más, hasta no poder vivir sin ella. Él no logra encontrar más culpable que él mismo, siendo el turno de que Demian sufra, lo que Alice sufrió antes. ¿Después de tanto daño, podrán estar juntos? ¿Podrán descifrar quién fue el culpable de la violación de Alice, y de tanto dolor?
Vera McCain y Sebastián Diventy se han casado por dinero, pero a pesar de eso Vera tuvo una pequeña esperanza en que su matrimonio funcionarĂa, pero al final por el carácter de su esposo y el abandono que sufre, Vera quiere el divorcio. Sebastián no está dispuesto a dejar ir a Vera, puesto que esta perdidamente enamorado de la joven, que quiere ser bailarina. Vera tratará de salir del matrimonio con el millonario, pero Sebastián utilizará todo su dinero e influencias para poder retener a su amada esposa. Sebastián y Vera se verán envueltos en una historia de amor ardiente, lleno de deseo y peligro. ÂżPuedes retener un amor despuĂ©s de haberlo arruinado?
Belle una joven hermosa por dentro y por fuera, vuelve a su ciudad natal para rencontrarse con su padre, pero lo que la joven hermosa no sabe, es que será vendida a un hombre millonario que le cambiará la vida por completo. Alejandro frĂo y calculador, solo quiere usar a la joven como su prometida para sus negocios de la empresa, que obtendrá de su padre y sus negocios con la mafia, sin darse cuenta que se enamorará de Belle profundamente. Los dos se meterán en un amor a prueba de balas, mientras unen su vida. Una historia de amor, odio y pasiĂłn ÂżAmarĂas a la persona que te compro?
Jane es una enfermera reciĂ©n graduada, que es reclutada con mucha suerte, para trabajar en uno de los mejores hospitales de Londres. Pero su suerte no le quita, que sea una joven distraĂda, inexperta y torpe, mientras que su mala suerte la hace caer en manos del doctor Dante Mark. Dante Mark es el doctor, cirujano e internista más requerido de todo Inglaterra, por su gran intelecto, mientras que su gran atractivo, lo hace uno de los solteros más codiciados de la ciudad. El joven doctor es un hombre arrogante, inteligente e inalcanzable. La torpeza y el destino de la enfermera Jefferson, hace que dos mundos tan diferentes se unan y que nazca un vĂnculo sexual entre Mark y Jefferson. ÂżLos hombres sin corazĂłn llegan a amar alguna vez?
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