o... Debió de ser más interesante - dij
bre ello porque no estuve allí. Y creo que se
lguien que estuvo allí
niño en ese momento y tendría más de 100 años, lo
ma. Pero había tomado una decisión: haría el último viaje en tren, escribiría unas líneas sobre lo aburrido que era el trayecto y daría
en diez años, por lo que ella sabía. Y seguía siendo terrible. El retrato perfecto de la antigüedad, con vías oxidadas y maltrechas, un poco de construcción de madera, un poco de mampostería, mezcladas. Ha
a enorme locomotora se detenía lentamente en la estaci
detalles del interior. Pensó que por dentro estaría en peor estado. Pero aunque aún quedaban algunas piezas de
xtraño al olfato. Diferente. Aspiró profundamente
fuera estrecho e incómodo. Prefería pasar el tiempo que tenía en el banco del restaurante. Todavía le quedaban unos quince minutos antes de la salida, si es que no se retrasaba. Había leído que antaño incluso había separación de clases en los viajes en tren. Est
iquiera estaba segura de si debía escribir cómo era el tren por dentro, porque creía que c
eguramente olvidaría los detalles, ya que no le inter
a esc
¿Puedo senta
s, ¡odiaba que la interrumpieran mientras escribía! Y no entendía por qué aquella perso
jo, bajando la cabe
cha, bajó la cabeza casi hasta su cuaderno, sin disimular que intentaba leer. Natasha cerró el
se clavaron en los de Natasha, que se dio cuenta de que la
do bien,
...
viaje. Y tener a esa desagradable señora en su compañía no ser
s sobre el tren? -
las era una terapia. De hecho, le encantaba la soledad. Así que se imaginó qué pasaría si entablaba conve
as cosas", dijo, si
a, pero no sabía si
ren no e
el asiento. Pensó en cambiar de asiento...
ltimo viaje en el tren azul
movió. Dejó claro que no qu
ora co
ara Tulipán... Llegaremos m
rse lentamente por las vías, haciendo un ruido sordo e irritante
rá pronto -dijo la anciana, com
s y levantó la cabeza
ne tantas historias que contar", di
invadió su cuerpo. Sabía que tenía mucho que contar... Y que quería conta
ría de parlotear durante el viaje. Poco se imaginaba Natasha qu
o sobre este tren?
dentro de sus labios ya arrugados. - Este tren es mi vida, joven
ha viajado
la dama, tendiendo la mano a
untó ella, sin interesarse
o conozco -respondió ella,
lamo N
lentamente. - Tengo una n
ntendió la c
ea el último viaje en el tr