EMPRE
d, Indira discutía con la chica que se encontra
lga antes? Es una emergencia -dijo I
ó la chica con un tono calmado, com
mostrador de la caseta- soy la doctora Indira Cabral, la dueña del Hospital Clínico Leonar
posible, señora. Debe e
u supervisor -Le esp
fono que tenía a su lado. En un par de minutos llegó una m
por favor dígame. ¿
o alzando una ceja- tengo una emergencia familiar y neces
, doctora -dijo la mujer mientr
beza antes de volver su mirada a la
tora Cabral. No tenem
a ya, por favor -dijo con voz apagada-
có la vendedora, el vuelo despegó hace una hora. Por favor tenga paciencia y espere e
ver que no podía apurar las cosas ni usar sus influencias, fue a una máquina expendedora por un café y luego se fue a sentar con el
el remitente- Habla la doctora
s? Vine a tu ofici
la clínica, tengo que ausentarme hoy. Tu hermana Kathy -hizo una lev
de ser. Yo... Yo la llamé anoche y hablamos, ella estaba
les. Cuando llegue allí me explicarán lo que pasó. Por favor encá
oyó por el parlante- "Pasajeros con vuelo destino a Marsella, favor abord
e mucho mi amor -dijo con voz
Hospital Psiquiátrico de Marse
o acostumbramos a violar la privacidad de nuestros pacientes, pero al ver que no bajó al comedor, me alertaron. Tengo copias de las llaves de cada habitación en caso de emergencia, así que tuve que entrar. La hallamos en el piso
? -dijo con u
doctora. Por
on al ascensor y ésta marcó el sótano. Al bajar, el foren
balanzarse sobre el cuerpo- quiero
ner más sus lágrimas, esta vez no era la doctora Cabral dando la mala noticia a familiares de un pac
haber sabido no te hubiera alejado de mí. Perdóname por no haberte prestado más atención, d
la siguiera a su oficina. Allí firmó el papeleo, se hizo un par de ll
toda la discreción posible y cuando entró a
Helena Cabral presentarse e
ción y allí vio a su madre abatida.
ndose del abrazo- me encargaré
o, a su hermanita. Lucía un rostro suavizado, parecía que estuviera durmi
descansando de todo lo que la aquejaba. Salió de allí y llamó a la directora del colegio
KA
Fue en el asiento trasero del auto de Kevin. No estaba segura, pero como lo amaba no me pude negar. No
ka me acompañó a la farmacia y compró las pruebas de embara
e no estaba listo, que tenía una beca deportiva para estudiar en Estados Unidos y no quería
evara al ginecólogo. Obviamente no le dije la verdad, sólo que quería pon
ivió. Pero que no tenía útero, el cual fue removido de una forma muy salvaje. A los diecisiete años supe q
graduarse se casarían porque ella estaba embarazada y ambos se mudarían a Estados Unido
do Helena me descubrió. Me hizo prometerle que no lo volvería a hacer, pero ya era tarde para mí. Estaba demasiado rota. Mis
que yo ya no quería. Mi madre y yo hablamos, resulta que siempre supo todo. Si hubiera confiado en ella no estaría pa
a chica que le gustaba. Pasó ese día y llegó el viernes, mamá me llevó a aquel internado en Ma
n la habitación que me asignaron. Abracé a mi madre y ella
to, cómo extrañaba la buena relación que teníamos.
isible y me fui al baño. Tomé el escarpelo que había ocultad