BAND
ido sensible. Se re
lases incluyendo su mejor amiga Zareska, quien estaba destrozada. Al finalizar el sepelio, Indira le propuso a su
tanto e
a licenciada Cabrera y ésta le informó que la doctora Helena Cabral estaba fuera
la frustración, comenzó a romper y patear cosas. Emergió de ella
sh
nte, el novio de turno de su mamá; el cual estaba echado en el sofá con una cerveza en una mano y un ci
ariño, v
eló. Él volvi
a? -alzó la voz- ¡
vacilante posible. El hombre se bajó la
e hacer. Recuerda que si te niegas o l
ral. Ya llevaba tiempo obligándola y cada vez era más fácil ha
o- mañana es tu debut y te haré mía, as
erveza. Mirta subió corriendo a su habitación y se encerr
bor. Sentía que no podía más... De pronto una fuerza emergió de ella,
a, no dejaré que no
ién
hoy yo te protegeré. Confía en
soy débil, soy ton
ero y te cuidaré. Cuando me necesites, allí estaré
la cabeza mientras respiraba entrecortadament
como siempre. Se acercó a él y sin mediar palabra lo apuñaló
l ver la escena- Debí haberte abortado, mir
enta, soltó el cuchillo y se hizo un ovillo. Así amaneció, cubierta
es y fracturas de vieja data. Ya una vecina había alertado sobre los abusos que recibía la chic
pero fue sentenciada a permanecer en una clínica de salud mental hasta que cumplió la mayoría de edad, cuando decidieron darle libertad plena bajo la condición de
l Flas
nto tan triste. La amo. ¿Es
ra que puedan estar juntas. Déjame a mí, yo ha
única en quién
Yo me encargo de librarte de los
o que hablaba Mirta y se ala
iendo aquí? -le dijo d
logrando arrinconarla a una pared- Así que tú eres quien impid
o. Era un dispositivo que todos los empleados de la clínica poseían, el cual estaba conectado al CCTV para que pudiesen atender cua
ija sea feliz. Y si ella y Mirta quieren estar juntas. ¿Q
de seguridad y la sometieron. Indira les pidió que la sacaran de las instalaciones
se
ente para mí y mi hija. Tengo un problema grav
mi s
amino a su apartamento. Se s
haces aquí?
a venido. No he sabido nada de
na Kathy se suicidó la semana pasada y eso me afectó
me habías abandonado. En la clínica me dieron tu dirección y decidí venir. No has respondido mis mensajes. Cariño ¿No te gusta Ber
ía que pensar en algo para librar
a clínica por unos documentos que olvidé. ¿Qué tal si te llevo
quito más tiempo. E
MI
mi madre nunca me quiso, ni me protegió. Incluso cuando muri
ra de su amor, así que me rendí y dejé de intentar. Afortunadamente, allí pude continuar la escuela. Y el haber hecho ese curso de programación me ayudó mucho a def
rla conocido cambió mi vida. Por primera vez alguien que sabía mi historia me veía con compasión y no como un
aría, pero no lo hizo. Esa tarde hablamos de trivialidades y le confesé que m
o café. Sentir sus suaves manos sobre mis ojos fue una experiencia demasiado intensa. Ese día no
mercial. Me invitaron al cine y la abracé toda la película. Al terminar se ofreció a llevarme, acepté porq
ara besarla y al siguiente la tenía sentada sobre la isla de la cocina, con mi cintura entre sus piernas. No sé de dónde saqué la fuerza para cargarla,
de probarlo y quería hacerlo con ella. Los besos se volvieron intensos, pero nos interrumpió el t
que iba a ser la última vez. Me moría de emoción, porque iba a cocinar para ella. Mi in
dara. Bebimos unas copas de sidra y lo último que recuerdo es despertando completamente des
de la ciudad. Me sentí abandonada. Había renunciado a mi empleo, quería hacer mi vida con ella en Alemania. Compr
entrar. Estaba desesperada y no quería perderla. Esos días sin ella me matar