ue él, a Gato esperaban ver, no a Rata con cara de desdén. Otro miraba al frente, se trataba de Serpiente, que sin saber quién era le desoyó ¿Gatos y ratas pueden ser nietos del a
nte comió, palabras que el viento no se llevó. Rata gritó con cabeza que agua salía, verle igual no podía, a Rata el pelo se le caía, todo se estro
más. No le halló, ni afuera, ni delante, ni atrás. Serpiente persigue sombras cre