as del Diario
ta amable contigo, siempr
Ride", I
li
. 03:
ir de casa sin que los zapatos se me empaparan... Bueno ¿Qué más daba? Era el primer día, suspiré preguntándome si sería el mismo grupo del año pasado, en el listad
rarme, cuando uno llega tarde tiene que pasar por un justificante a orientación y la secretaria no es muy amable, una vez cuando le pregunté si el
stal empapado de gotas para comprobar si mis mejillas estarían tan rojas como pensé que lo harían cuando, al limpiarlo con la manga del suéter, sentí como mis manos se helaban, mi pecho
quejada en fondo blanco, para luego explotar torrentes de color de mi pecho con la línea musical de
bolsa plástica. Me quedé mirándole como si, aunque fuese absurdo (y lo era), e
sido el mirador que enmarcó al ser más encantador del mundo y lo llamé, demasiado tarde para que él alcanzase a
Hudson es bastante reservado, no creo que le guste escuchar su nombre tan alto y tan temprano. Algo avergonzada volví a mi asie
a mí, apretando las azas de su bolso de cuer
.
i padre terminaría encargándome todos los quehaceres... Me gusta trabajar, pero al parecer el que falte un día a clases lo toma como una completa deserción de mis estudios, por lo que decide sacar provecho de mi "entera" disponibilidad haciendo que termine por pulir la plata de los vecinos (Ocurrió una vez cuando ya no había nada
. La primera no había abandonado sus lentes de pasta gruesa ni su usual cola de caballo a la cual se le escapaban algunos mechones amarillentos, mientras que la segunda se había cortado nuevamente s
o estás
nombre? Aunque nos conociéramos de ha
s. Hola, Loreta
a al instante de haber terminado de hablar. - T
llega... ¿Necesi
nte, haciendo que dos hoyuelos se marcaran en sus mejillas pecosas. -No tenemos
que se referían a Hudson de ese modo, es más, esa vez no estaban siendo tan agresivas co
queremos saber si llegará pronto o si
resp
en el hombro y la otra en su propio pecho. -.
mentario. Sujetándose los estómagos y golpeando la mesa por énfasis me hicieron darme cuen
ejarla en paz al menos
su bolso en el pupitre a mi derecha. S
ad!-La voz de Loreta fue tan aguda que los per
muchas cosas pueden entreverse en una sonrisa más allá de la felicidad, puede verse cansancio, hipocresía, incluso do
os creí que podría tener la misma ascendencia oriental que yo, una vez se
acer de la vista gorda, a Loreta le quedó ancha y a Ross muy ajustada, por lo que
o a sonreírme antes de poners
rostro, lo apartó con la mano dejando una muestra plena de sus redondos ojos, atentos junto con una mueca apretada. Pensé en agradecerle, Hudson y él son muy "
confundió tanto que olvidé por completo lo que iba a decirle a Darwin, siendo una voz a mis espaldas lo único q
o, la puerta se abrió y Hudson cayó de cara contra el suelo con la mano aún en la manija
peinó el bigote. El portero se r
arse y el profesor a preguntarle. Así siguieron por un rato,
poco más largo lo había peinado a la izquierda, éste se rizaba levemente en las puntas devolviéndose al centro de la frente. Había minúsculos cambios en su imagen que quizá los otros no
n voz baja entre ambos. Que Carther y Hudson discutan es bastante frecuente, aunque nunca tan temprano. En el pasado mayormente sólo se lanzaban reciprocas miradas de puñal. Una vez, a pesar d
rofesor Manson retomó la clase a un ritmo normal, acelerándose un poco en los últimos minutos para recup
Carther, Derek y Luigi (un chico alto y algo narigudo de la sección 72-F) hablaban sobre autos viejos y gallinas. Aunque (como dije recién) les estuviera escuchando no podía evitar prestar aún más atención a Hudson, o mejor dicho, al resto de melodía que se esc
enzando con un color y terminando con un nombre d
.
. 03:
os, soy una acosadora! Le seguí inconscientemente... ¡Le perseguí! ¡Le...! Aunque ahora que recuerdo el profesor ¬¬¬Wilson me había pedido que después de c
que lavarlo para la c
e puesto en
siempre pida permiso al director para sacar los instrumentos, pero que el año pasado no haya escogido música como
onseguirlo. Al ver su sonrisa, es decir... Cómo se delineó su boca, muy levemente y con su ma
eden callarse, no entiendo por
otra oportuni
orqué nunca soy c
sea que esté pasando, que aunque él no lo sepa soy ta
y querido sin siquiera notarlo y por alguna razón verlo me daba calma. Su voz fue para mí, desde el instan
stoy s
rado. En esa ocasión varios tenían mirada dispersa. Murmuraban al paso de Darwin y Carther, Gabriel había... Ap
. 04:
ron en el piso, no cerré la tapa de la lavadora, el suelo d
-pensar" las acciones de Darwin, si
un cubo rubik, cubo rubik que nunca ha sido desordenado. Qué bueno que lo noté, Holden no soporta ver las cosas fuera de su lugar, con 5 años ya alineaba sus "Yelocos" en la repisa y sus pequeños cactus en la ventana,
dio día, luego vuelve a las 03:00 hasta las 07:00 pm. Cualquiera pensaría que las ventas son altas o que la florería tiene algú
Holden reduciendo sus fronteras a su ha
e. De seguro pensará en mí com
. 05:
ojar las cortinas cuando Derek apareció en la ventana que da a la calle. Llevaba su bicicleta de reparto, de seg
ay clases mañana? Además,
os codos del mar
la semana ¿No revisaste tu teléfono? Y por lo otro... -Miró en dirección a la esquina, la corneta d
tes olvidada en la mesa del comedor a las 09:00 de
uen
nte gruesas por cierto) Álvarez sólo le sonrió con familiaridad. Aproveché el momento para preguntarle sobre la
el enan
e miró c
-Aclaré. -No, no lo creo...-Miré mi
ija. -Agr
stúp
e baru se aparece por allá, Annielis,
orería como el
la casa él fue quien no le recibió del mejor modo, aun así Gabriel no dio muestras de rese
tomado cuando Hudson salió a la secretaría, al volver no estaban ni Ross ni sus cosas. Caminé al frente del autobús y le quité todo de las manos sin decir palabra alguna, Fisher me miró como si quisiera matarme. Acomodé las pocas hojas que no habían volado por la ventana, exámenes, casi todos con notas excelente
poniendo la chaqueta cuando le vi en la frente a la reja, estaba abierta pero no entró, limitándose a mirar las azaleas del jardín. No fue
una navaja
te dijo
sin
equeño, nada es
erno, apuntándolo con una escopeta. Hudson levantó las
ara que "Poli" no
una de esas situaciones de: "Te creo, p
l miraba el bigote de mi padre por alguna razón y
son con un sujeto que le debía hasta la forma de caminar, luego de que hablase se percató
volvería a hablarme, fue una sor
.
padre, Derek me
íamos i
A mi
, a H