* * * * * * *
* *Merlí * * *
a bastante desconfianza (sobre todo, por la cantidad de hombres que se subieron en él). Yo no hubiese deseado tomarlo, pero el tipo
ón, en ese instante, fue obedecerlo, ya que no concebía la ide
ri dön. Üç gün içinde s
alguna palabra que pronunciaba por su celular, p
taban a mi alrededor me callarían al instante, aparte, el cami
ncia y después,
preguntar, pero nadie me res
... -ord
-insisto, pero él
que el vehículo se estaciona frente a lo parece ser una
belleza de esta. Nunca antes había visto una igual, ni s
a inconsciente al sonreír y apegarm
lve a detener y todos empieza
a espalda y entrar en la casa principal-. Apúra
más opción, así que lo sigo detrás. Entramos a la casa y llegamos hasta una habi
ntat
chas ór
sto al tomar asiento detrá
a -le respondo muy seria; y é
unos papeles de uno de sus caj
é es
go de
nguna deuda -ac
gar? -cuestiona muy autosuficie
egociar el trat
no ren
iota -insulto; y el hom
lo dis
? ¿Lo
-recompone su
enzar a leer lo que había puesto delante de
agar tu
no tengo ninguna
ién
comenzar a caminar hasta la puerta para abrirla; sin embargo, cuando
; no podr
puerta d
dome en el acto-. Ven aquí y siéntate -articula frívolo
o que
sha
pero nadie
ro trato de socios, pero no te preocupes -
oy ente
de Ras
nadie... -acla
mía ah
to ¡Ya déjeme v
sa -pronuncia
a no es
rra levantart
tá amen
io; solo es por 12 meses. D
sin en
dedo medio-. Te casas conmigo y eres mi esposa por 12 meses. Luego, desapareces de mi vista. Te daré una buena recompensa por ello al finalizar el contra
musito e
escuch
nso acepta
bien Tendrías todo lo que una mujer quiere. Te daré dinero, tarjet
osas! ¡No quiero casarme! ¡Nunca me
ón uno... -menc
é di
quedará saldada solo
me casar
está en
el casarme es mi decisi
obre todo, delante de mi padre y toda mi familia -enfatiza muy serio-. De
s dem
y date cuenta de a quién te es
me pien
ha
er abrirla a la fuerza; sin embargo, como ya me había imaginado, nada funcionó-. Por favor, abre la puerta -suplico de pronto, cuando la desesperación s
sa y s
n mi cabeza-. ¡Abre la puerta! ¡Ayuda! -me desespero y comie
hará! ¡Ven! ¡Reg
tienen secuestrada! ¡No quiero!
a de
favor,
¡¿Eso quieres?! -amenaza de pronto; y, en
comienzo a llorar mucho más fuerte, maldicié
avor,
e mí, al tiempo en que siento una de sus
s -pido temerosa
ré -señala de pronto-. Solo es fingir -pr
tú interés en casart
es asu
iero c
y otra
a sus ojos, pero él desvía su mirada de mí, se alej
evará a tu habitación.
gar la deuda de mi padre -digo al limpiarme
cenar y lue
todo, incluso
siga
ra; se lo prometo. Solo déje
a puerta se abre y entra una mujer de unos 50 años-. Lléva
e a la mujer y, luego de ello, me t
negociar con uste
me dice frío al mirarme
fav
o, decido obedecer, ya que, por ahora,
a habitación, me dan de cenar y, al
en silencio, mientras es
o neg
uela», me recuerdo; y una l
irme y, sin más, me levanto de la cama y me dir
uenta de que la casa es muy
a libre-. Sí puedo; lo lograré. Pude entrar a un área restringida del hospital, puedo esca
nto puedo, pero sin hacer el menor ruido
la oscuridad de mi lado,
ldas, no parecen tan intelige
no veo a nadie en la entrada, así que sin pensarlo más, me levanto y
animo al correr como una loca
nte, aquella sonrisa se me borra cuando, de manera sor
* * * * * * *
* * Bayá * * *
ando la veo, por las cám
al levantarme de mi asiento y salir de la casa par
hombres que trabajan para mí. De pronto, la veo y, segundos, después, empieza
rustración; sin embargo, por extraño que parezca, no deja de correr, vi
sus puños-. ¡Malo! ¡Eres malo! -se empieza a descontro
no me hace caso-. Tranquilízate
salir!
acer perder
l! ¡Déjame salir! ¡
casarás conmigo -le
prisión! ¡No me casaré contigo
pearme-. El amor no existe -le digo al mirarla fijamente-, así que dej
y a re
na or
re, hago lo que me plazca y lo que quiero. ¡Y lo que
estoy para aguan
a niña! ¡Tengo
si tuvier
e amenazarme, per
e mis hombres-. Asegúrense de llevarla hast
¡Y no necesito ni una niñera! ¡
lo dije! -exclamo al soltarla para
suéltenme!
cerrada tienes muchas agal
nta, me ne
eguir cualq
enta sarcástica;
vez -ordeno; y el
erca el jefe
mañana. Ahora no estoy de humor
* * * * * * *
* *Merlí * * *
tú, niñera que no sé su nombre! La otra señora fue más amable -reclamo
a hora haciendo
mi familia-. Abuela.... -susurro y me pongo a llorar-. Te prometo que pronto iré a verte. Así tenga que hacer lo
* * * * * * *
A SIG
* * * * * * *
que alguien se aparezca, pero eso n
días -saluda, pero no le hago caso-. El señor me dijo
uiere que haga lo que dice, enton
vor, se
es su cómplice; n
cho de pronto,
ras que yo me mantengo en silencio para
mbiarás de ropa po
je que traes puesto. ¿La diferencia? Los mil
sado-. Haz lo que te digo; ne
as ha
tendrás que salir de esta
me casar
ndicaciones te los diré ahora o
. Y te dije que no
nces. Tienes muchas ojeras -señala y después, sin decir m