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Historia
Maximiliano Fisterra

Maximiliano Fisterra

Autor: Evelyn Zap
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Capítulo 1 Subasta

Palabras:2631    |    Actualizado en: 05/06/2023

* *Merlí * * *

e pides-. ¿Crees que parezco de 26? Me siento como de 50 después de tanto trabajo -bromea;

o que le digo mientras seguimos caminando

a-. ¡Ocho de la noche, Merlí! ¡OCHO DE LA NOCHE! -indica al mostrarme la pantalla de su celular-. ¡¿Lo ves?! ¡¿Eh?! ¡Pero es que ese tipo me v

sandra,

ada-. Claro, se aprovecha porque tenemos nuestras necesidades. Yo tengo un hijo al que mantener y tú tienes a tu abuela y al eb

ien. No es que sea la primera vez que alguien me lo diga y, aparte.

aciéndote cargo de tu padre. Entiendo que

padre. No lo dejaría -expreso total

te "Santa Merlí" -precisa; y yo sonrío divertida-. Dios santo... ¡Que te admiro, Merlí! ¡Que te admiro! ¡Te admiro mucho! -exclama con su exagerado tono de voz y a mí no me toca más que re

dar y está con la boca entre abierta, con un rostro que ref

al observarla con mi ceño frunci

s dos autos negros estacion

desviar mi vista en dirección a mi c

obre aquella, confirmo l

de algún

a cuando, de repente, se hace escuchar un dis

gra espantarme y preocuparme. Así que, sin pensarlo dos veces

entrar, unos tipos salen de aquella y me em

mediato, procedo a ponerme

quiénes eran esos tipos vestidos de traje (como si fueran

ne en mi camino y, de manera sorpresiva, toma mi brazo-. ¡¿Qué le pasa?! ¡Sué

que articula el hombre para luego sonre

, no sin antes pronunciar unas palabras que me dejan confundida-. ¡Esperamos

o, yo me apresuro en

a y con un disparo en su muslo-. Papá, papá, llamaré

no lo

herido

hagas,

ap

o, de pronto, la voz de mi

, ¿está

tan mal a mi único hijo -precisa llorosa al tiem

a? ¿Est

, vete

sola palabra, m

te! Ah... aaa...

o muy preocupada a

hija,

Qu

, mi a

preocupada cuando aquell

que dice y después, se

EN EL HOSPIT

o a mi padre? -le pregunto al hombre q

pero ambos necesitan descansar;

edo ha

favor, pero le recuerdo que sol

pondo y, luego de eso, aquel me lle

idamente, me acerco a

surro; y ella

a mi nombre con difi

anquila, es

í, ve

entiendo d

vend

Qu

luego, se echa a llorar-

e estás hablando, abu

me quedo completamente absorta y desconcertada-. Vete, Merlí, vete... me suplica y, de

único que me dijeron era que esperara afuera, pero no podía hacerl

erlo, así que me escabullí

o mando a qu

e acaba de d

Dije que no qu

¡Responde carajo! ¡¿Me vendiste?! -exclamo exaltada, pero

, logrando así que él se quejara del dolor, debido a su pie

eron claros. Si tú no estás en su burdel, dentro de 24 horas, vendrían por mí... y por tu abuela -señala sin

tan ruin. De pronto, siento las lágrimas rodar por mis mejillas;

burdel? ¿Con qu

iar con ellos porq

ncrepo furiosa-. ¡Dame la dirección del maldito luga

y el nombre del

e está

. -termina de decir y, rápidamente, me

rruinar mi neg

-lo insulto y, después de eso,

EN EL BURDEL

óndito lugar; y un hom

re -e

had -digo muy seria;

che. No creas que se

on Rashad! ¡Dón

eso me hace perder el equilibrio hasta el punto de senti

imponente y sexi hombre de traje muy elegante y a l

hacia el hombre que me había empujado y tirarle una bofetada-. ¿Re

eñor,

uy autoritario-. Y sabes lo que eso significa -le dice; y el hombre palidece-. Llé

* * * * * * *

* * Bayá * * *

ero que digo, al ingresar a la

cía nueva, en m

Qu

ven de

pagar así? -cue

ñor

sta. Todas las mujeres son igua

o compensar

ué la s

olo ha tenido un novio; es probable que sea virgen

nciono seguro-. Solo espero que e

pide uno de los hombres que trabajaba para mí, al poner unos papele

eciso al tirar la imagen sobre el

ejor ingreso -señala y, de

amada -le orde

túpida cláusula que mi padre había puesto como único req

Le mostraré que la m

-pregunto

lo esperado. Justo para el

omo digas, sino ya sabes l

voy al salón de ventas sin esperar

servar cómo están nuestr

asiento -me pide uno de

la pasarela. Mujeres que decidieron entrar al negocio por su propia voluntad, mujeres que sol

s lo único que me

ón y, de pronto, sale esa mujer que decidió venderse por

el brazo, a la fuerza, para pararse en el centro de la pasarela-. ¡SUÉLTENM

-pregunto molesto

ñor

DE AQUÍ! ¡YO VINE A NEGOCIAR EN NOMBRE DE MI PADRE! ¡NO A QUE ME PUSIERAN COM

olesto al levantarme de mi asiento y

me mira

de su padre?! ¡¿La

ñor

ESP

¿Cuál es la diferen...? OU

a voluntad, ¡No obligadas, idiota! ¡Q

* * * * * * *

* *Merlí * * *

idades de dinero por mí. Vine a este lugar a negociar, pero solo se limitaron a

para así encontrarme con la imagen d

rostro, pero no se lo permito, sino que, por el con

a y, luego de eso, eleva muy alto su mano y veo cómo tiene la intención de estamparla contra mi cara; sin embargo

abo de comprar! ¡Su primera

ermitió que me golpearan y el cual resulta se

r, perdón, perdone ust

el hombre alto y atrac

que no me

uí, esperando a que cualquiera te compre.

usted no qui

a estar conmigo; no tengo la necesidad -menciona autosuficiente-. Bueno, si quiere, me sigu

dor, así que sin pensarlo mucho, me pongo de pie y empiez

ba ni podía confiar, en lo más mínimo, en él, a

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