mirada de su amado, mezcla de sorpresa y decepción, se grabó en su mente como un fantasma doloroso. Aunque el mun
profundas, recordando el precio que pagó por seguir su conciencia. Aunque las lágrimas de arrepentimiento a veces amenaza
e había descubierto sobre las actividades delictivas de Roberto. Trabajando en colaboración co
contrados que aún albergaba por Roberto, sabía que debía poner el bienestar de sus estudiantes y la seguridad de la c
tar la banda de traficantes de drogas. Roberto fue
su alma afligida por el dolor de una traición. El viento susurraba susurros fríos y lúgubres, como si quisier
y vacío desgarrador. Recordaba cada promesa susurrada al oído, cada caricia compartida en noches de
su rostro reflejado en el espejo de la decepción, y sentía cómo el suelo bajo
que había envuelto las palabras de su amada cuando la confrontó, cuando le suplicó que le dijera que todo era un malentendido, que
mportaba la luz del sol ni el brillo de las estrellas, porque en su universo, solo reinaba la osc
una determinación feroz, una voluntad de renacer de las cenizas. Sabía que el amor traicionado dejaba cic
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a intensa y penetrante que refleja su obsesión por Marina. A primera vista, puede parecer lo
or Marina lo ha llevado por un camino de odio y venganza, distorsionando su percepción de la realidad.
estinas. A través de su influencia y contactos, logra corromper a dos policías, quienes se conviert
u juicio y llevándolo a cometer actos despreciables. Su mente perturb
ia obsesión y en la espiral descendente de sus acciones. Su fijación enferma por Marina y su capacidad para corrompe
para volver a sus brazos. Otra vez la enorme sensación de estar perdiendo la cordura... Había perdido peso, las manos le temblaban cuando quería hablar delante de sus alumnos. Una sudoración fría la acometía cuando lo recordaba. Hay un nudo en la boca de su estómago que opone resistencia a consumir alimentos. Por las noches, prácticamente no dormía, apenas un atisbo de insomnio y ya se levantaba a planificar o a ocupars