o más hermosa que su madre, sus ojos celestes casi verdosos eran dignos de ver, su cabellera larga brillante y castaña realzaba la palidez de su rostro, estaba lista para ir a la universidad, fue el
niversidad, algo que su madre no hizo ya que estudió a distancia para ocupar su lugar como cabeza de la familia Bach, llevar un imperio como el de ellos tenía su precio a pagar, Marcus quería que Lucero viviera
mi diploma. Me veras convertida en toda una mujer. -Lucero sonreía mientras veía a
l día que se la olvida. -respondió Marcus mientas acariciaba u
ch había dejado de existir, fue un golpe muy grande para ella, su madre y los Bach en general, cada uno lloro al patriarca a su manera, y a pesar de que ya
a en escuchar conversación ajenas, se enteró que cuando tenía dos años, su mamá estaba embarazada, esperaba un varón, lamentablemente alguien la atacó, le disparó dos veces a quema ropa, directo al vientre, lo que ocasionó no solo que perdiera el bebé, sino que también tuvieran que extirparle parte del úte
la mayor de la nueva generación y quien tomará el lugar de Kimberly algún día, quizás ella podía romper la nueva maldición. Realmente así lo esperaban, en su familia parecía que la felicidad era algo lejano o que costaba demasiado conseguir y más mantener, Conall Bach lo sabía muy bien, había perdido a su esposa e hijo en el parto, juro jamás volverse a casarse y así lo hizo, Sam tenía a su esposa, la cual se reusó a tener otro hijo, aún seguía buscando a su hija, Vincent se había casado cuatro veces, todas pedían el divorcio cuando se veían afectada por la maldición Bach, la muerte d
rtió a Europa, queria estudiar en otro continente y así tratar de pasar desapercibida, creía que usando solo el apellido pat
tenía una fachada imponente, poder y dinero, eso era lo que mostraba, quienes vivieran en el solo podían ser hijos del poder, fama y fo
nada, seria independiente por tres años, y sus padres respetaron su decisión, en especial Liam su padre, la joven había heredado de
llo negro y ojos celestes casi azules
dió señalando la puerta que quedaba justo en fre
xtendió su delgada mano, era hora de conocer gent
uel día, todas las personas que fueron a mostrar sus respetos a su bisabuelo sabían que todos eran
zada, su madre recordaría a cada persona que
s conocer cómo se debe. -Neri no solo quería hablar con ella y ser su amigo, el joven de 20 años sabía que su trabajo acababa de comenzar, é
iversidad, este año terminaría y regresaría a Rusia, no tenía necesidad de mentirle a la joven
dida y es que para Lucero las personas que se movían entre las sombras se suponían que eran malas y tenebrosas, pero este joven que estaba frente a ella era tot
a como tus primas y odiosa como tus primos. - dijo mientras h
e acercó a ella más por obligación que por placer, pronto descubrió que la joven era muy diferente a tod
casi todas las noches, el ruso casi no tenía amigos, a pesar del tiempo que llevaba en aquel lugar, la mayoría lo evi
joven moreno de cabello lago hasta los hombros hizo su entrada
presente solo lo tenías que decir. - Lucero miro con curiosidad
a tienes novia Neri? - pregunto solo para molestarlo, Tia
s. - extendió su mano a modo de presentación, como
perfecta sonrisa, Lucero lo detallo un poco más, el joven de piel canela y ojos color miel a primera vista gritaba
acabaras en medio del mar. -
me extrañaste? - siguió charlando de forma a
tienes? - era tan curiosa como
ue aparento menos. - res
cupación la joven y los do
engo segundas intenciones cont
e te llame cariño, vida, reina, es tan... - N
r qué preguntabas mi edad?
e llamo la atención lo joven que eres. - hone
padre. - la cara del joven dio a
rte apenas te fuiste a tus vacaciones Lucero apareció y ya vez tengo un
rsona, no cualquiera se acerca a este h
respondió siguiéndo
también seré tu amigo, pero de igual forma te cob
e que lo que menos necesita es t
cambiado solo hacía tres años, Neri sabia la razón, pero no diría nada, ya sabría Tiago si confiaba en Lucero como para d