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quién acababa de tener un gran disgusto en la empresa y por eso mi decisión de dejar todo aquí y emprender un vuelo de nuevo, en
que me iba a hacer eso y la última vez, que me iba a ver a mí. Mi hermana Charlotte, me alcanzó
, un tanto angustiada – Por Dios, es que,
nadie, era un hombre adulto y podía cuidar de mí, ya no quería estar bajo las manos protectoras de mamá,
La abracé – Te extrañaré mucho, eres lo único bueno,
New York, era demasiado protectora, pero el asunto era que ya las peleas que yo estaba teniendo con mi padre, no eran sanas, sie
abes cómo es de intenso, pero a mí siempre me escucha – Ella, trataba de persuadirme – No te va
para siempre, yo no era de los que estaba mucho tiempo siendo presionado y no reaccionar, conocía mis límites y con respecto a mi padre, y
, te haré entrega de todo, lo que me han dado en esta casa – Dije co
que me habían dado, en especial los que me había dado, mi papá, tenía mi orgullo y no me iban a hacer menos porque no me regía a sus reglas, cunado todo e
bien
uestro estricto y rígido padre, era mi hermana consentida, por ser mi única hermana. Saqué las llaves de mi auto deportivo de lujo, las tarjetas de crédito y todo lo
or mí – La abracé con mucho afecto – Te quiero mucho, despíde
s discusiones con papá, no intervenía, porque así eran ellos, no se iban a desautorizar ninguno de los dos, delante de nosotr
has terminado tu carrera y ¿Qué vas a hacer?, ¿A dónde v
estaba resuelto, solo hacía falta que estuviera en ese sitio para empezar desde cero con toda la buena actitud que mi situación en estos momentos amerit
Así, matamos dos pájaros de un solo tiro, tú satisfaces tu curiosidad y yo tengo un viaja g
in saber a dónde ir, pero de que iba a encontrar donde me iba a quedar eso lo tenía seguro, todos mis tíos de seguro que me hubieran apoyado, per
muy loco, él es de México, pero tú ¿Qué vas a hacer allá?, ¿No puedes esperar al menos
el rebelde, ya estaba grandecito para poder hacer las cosas por mí mismo, fácil hubiera sido irme a Londres o a Bristol por una temporada y ayudar
favor, dame un poco de crédito y apóyame, qu
rimera decisión fuera del nido protector de la familia, tantos años ya habían sido suficiente, ellos iban a poder descansa
ien, De
nic, quién con un movimiento de cabeza, preguntaba hacia dónde íbamos. Charlie lo animó a bajarse de su auto y a acompañarnos, algo que yo agra
e el más osado de los dos, por así decirlo, era el sonsacador, que en más de una ocasión, había metido en problemas a mis dos
serio – A papá, le ha dado un ataque muy fuerte de migraña, por tu
adre, yo me iba muy tranquilo a donde me esperaba esa gran oportunidad, nada me iba a hacer desistir, por