ítu
Peña M
larta Jali
ta que haría su familia esta noche. Me había invitado, pero yo le salí con uno de mis múltiples pretextos para no ir, cuando la realidad, era que no podía ir porque me la pasaba todas las
ito a algo con mi familia, nunca quieres ir. Odio a esos padres tuyo
seguir estudiando y ellos me tenían en gran estima, no los podía defraudar, por querer ir a un evento al que no podía ir aunqu
permisos hasta que me gradué de diseñadora, es su condición. Luego podré hacer lo que quie
ad era que me hubiera gustado estar en sus zapatos, porque ella no tenía que hacer casi nada y lo tenía todo, en ambo yo me
sa tienda hay ve
pudo tocar en la vida, siempre me compartía de sus cosas, desde las telas que ocupábamos para los vestidos en la academia de diseño, hasta regalarme de sus propias c
frecían como limosna, como empleada del Canal 49 y de mis padres, no tenía idea de lo que era de ellos desde que me fui de casa, hace dos años, al cumplir la m
no me escuchas. Estos dos vestidos lucen her
o de una familia rica, donde tuviera todos los privilegios, donde no me tuviera que preocupar por cada peso que me ganaba, era una lucha constante, mante
les va a gustar que llegue a casa con un vestido
uno a diario estando sola en mi casa, por lo que preferiría, que no gastara su dinero en una causa que no era tan buena, me molestaba que no se preocupar
robárnoslos y así al menos puedes considerar ir a la fiesta de mis padres, si logras c
comprar cosas que solo iban a utilizar, una sola vez en la vida y que se podían dar el lujo de regalarlas o de donarlas a la beneficencia pública, mientras otros te
vamos a pr
s, puesto que íbamos a necesitar que nos bajara los vestidos, así que
rojo para mi amiga, por favor, y por favor, a mí me trae la tall
arme, pero casi siempre estaba obligada a recibírselo, muchas de esa ropa ya me la había puesto, pero lo que e
ita, en este mismo m
yo, entráramos con ellos al probador y eso hicimos de inmediato. Nos quitamos la ropa que llevábamos puesta y nos pusimos
tido – Dije deleit
ólo tenía el dinero para darse el lujo de costearlo, tenía piel de camarón y con su cabello corto, nada le lucía, eso sin co
– Me veo espantosa con esto, no tengo que meterle al vestido. Me qu
ajustes, hubiera sido mejor un vestido desde cero, pero ahora no se podía hacer nada, solo que encontráramos algo en u
os estudiando diseño de modas, Larissa, por favor, yo te hubiera hecho un vestido
cerla, pero al menos hubiera hecho algo que la hiciera lucir sofisticada, ella con tanto dinero, y no se podía ir a hacer algo para que se viera más prop
iesta hace dos meses, pero
las cosas siempre para la última hora, por eso siempre trataba de adelantarme a todo, siempre necesitaba mi