na abogada
mujer. No creo mucho en las coincidencias. Y realmente no confío en Isabela. Lo juro por Di
mí ta
orzar el recuerdo. Es mejo
la tienda y me dijo que había vuelto. Al parecer, va a volver a la ciudad
y a volver
arás tus vacaciones de dos me
emana para la boda en lugar de unas vaca
iño. Además, vas a pasar dos meses en cas
rme y seguir
e. ¿Puedo c
y le hayas pedido a tu secretaria
esuro a hacer
stá, co
iz. Adiós,
, le digo ant
tal rompiéndose es lo primero
? susurro mientra
pa y bajo a buscar
dice una de las criadas al v
agradas. Apenas puedo dormir, digo,
ontratado hace poco y aún no ha pillado el
me hacia la joven bajita del fondo. Se asegur
rotos, si es eso lo que te asusta. Pero tengo algunas reglas. La prime
ocina. Me acosté sobre las cuatro de la mañana y ahora son las siete, lo que significa que he dorm
e atormentar al personal , dice alguien detr
para mirar a mi
regunto mientras doy
ado, y jura que es el peinado que más le gusta a su prometida. Sus ojos verdes no se parecen en nada a los míos.
La misma persona que describió nuestros ojos también e
ir a ver a mi h
de la boda , afirmo, dándome la vuelta y sub
ue te viera. Por lo que veo, con raz
n vaso y m
lpa de haber comprado una casa
con la mirada. Pone
te haya despertado, pero ha sido un accidente. ¿No
egañar si se hace de b
ríe entre
quieres intent
jo de h
es l
atamente en la cama. Las ojeras indican que no du
vuelto a Ar
go. Supongo que es una
ice Jasón s
o. La echo de menos. Todavía no sé por qué deci
ado de ella, ¿verd
r. Esa ni siquiera es una pregun
Jasón . No sigues enamorado d
sus
. Fue mi primer amor y mi mejor amiga, pero
es todo l
sas. Es inevitable. Ella es como una fuerza. No importa lo que haga, siempre se asegura de dejar
ab
ay se va
padres, mirando una tarjeta de invitaci
e eche a llorar , digo secamente
e hombros al
o de cosas? Pues mis padres son así. No sé si es porque llevan tanto tiempo casados o porque se quieren tanto, pero Charlie y Clara
Sam , James . Puedo decir que he salido con muchos, y con cada relación, me he encontrado cada vez más cíni
s marrones de mi pa
o estamos seguros de c
s dos lo son. Siento una punzada en el pecho al pensarlo. Odio tener que lidiar con
s son de un delicado color gris. Parecen tan diferentes sentados juntos: mi madr
dada y mi padre no era más que un joven perdido cuando se conocieron. Mi padre pasó por la cafetería y conoció a la chica que no podía dejar a
os historia. Rompimos hace mucho tiempo. No podéi
ones subyacentes con respecto a este nuevo acontec
ngo e