de maquillaje. «¿Esa no es Freya, la mejor amiga de Lily?», se preguntó Irene. Freya, por su parte, también se asombró al verla. Al principio
res
ió recuperarse de su sorpresa y la
de camarera aquí? J
da? -preguntó Ir
ate nada más. ¡Date prisa y tráeme algo de comer! -Freya parecía regodearse en sus palabras. A ella siempre le había molestado que Irene fuera una muchach
a su nivel para discutir con ella. Por eso, se abrió paso muy ufana y
obedecerme! Puedo hacer que te
? Srta. Howard, ¿quién
protegía como a una piedra preciosa, pero ahora las cosas son diferentes. Sin él, no eres más que una humilde camarera y destruirte
sa? -interrumpi
Mira a quién tenemos aquí. -Fr
encontraron, pudo notar que estaba visiblemente sorprendida. «¿Qué hace
erm
on otra persona -replicó Irene, que
pasó, pero no tuve la culpa. ¿Qué po
rar su debilidad, así que se dio la vuelta para marcharse. Sin embargo, como Freya se había envalentonado con la presencia de
¿qué t
amarera y estaba tratando de calumniarla para que la despidieran del hotel. La expresión de Irene se tornó frígida. Antes la habría
ue le ardían los ojos. Al principio, pensaba dejar las cosas así y marcharse, pero ahora estaba enfadada por el implacable acoso de Freya, una loba de la misma camada de Lily. A juzgar por cómo la estaban tratando, las cosas no acabarían bien. Esos trucos e
patético en que se encontraba. La salsa picante se le deslizó por el cabello hasta los ojos y le provocó una profunda ardentía, así que le soltó el cabello a Irene. Sin embargo, ella ya estaba incontenible: ignor
de -gritó Lily con rabia y si