s que ocupan el área VIP, la mayoría son hom
mine rechazando su propuesta. Muero por subir a aquella zona y conocer a todos esos h
varias botellas de vinos, todo visten trajes de etiqueta, zapatos excesivamente lucrados, peinados
sentándose en una mesa que está distante a ellos. Yo me sient
muy cerca de su oído, el escánda
s... Es más, ellos
lo presumida q
es riquís
soy. -Murgos se so
que tú tienes -me lamento record
ejarnos un par de copas y una botella de vino, él
a su copa y
oestima es la q
alcohol para desconec
emas ec
rees que es
blema que más gol
n pu
en nivel de alcohol, no me molestaría embriagarme a punta de un b
stamo? -Dejo la copa sobre la mesa y continúo-. P
nes e
desem
o pretendes pa
ente a mi casa...Claro, no sería una venta de patio,
inexpresiva y luego vuelve
En serio, ¿ven
que rayan en el cinismo mientras
garantía tan absurda. Lo primero qu
mi disgusto-, pero la mayoría de las vacantes exigen mí
y mantengo mi mirada agachada al tratar de reprimir mis ganas de llorar..., lo cua
nto t
Murgos me hace
doscient
r algo para que esta noche pued
nte de drogas -estipul
on drogas ni con na
qué t
hace dirigir mi atención en dirección a la me
a demorado en llegar. Necesito hacer algo rápido, porque no puedo perder a ese cliente, ya que es alguien sumamente important
stituya? -le cuestion
dejará un extraordinario encuentro sexual y hasta algo de dinero... No es
se le puede catalogar como un apuesto empresario que amerita ser consumido. Nariz perfilada, tiene una sonrisa que deslumbra junto
mpresario -digo mientras me sonrío maliciosa
también tengo necesidades sexuales y y
e y no puede ir a rin pelado. Me recomendó no dar mi información personal. También me ha pedido que, si el cliente llegara
e estoy sentada, el cliente se levanta de su silla e inmediatamente viene caminando hacia mí. Al ll
que logro lee
a silla, el hombre me hace entrelazar mi braz
detenemos en la entrada del
egará en un p
O
ío recorra todo mi cuerpo hasta tensionarlo por completo; necesito rela
r baja del auto y corre hacia nosotros para abrirnos la puerta, agacha la mirada mostrando respeto frente a su jefe y luego nos permite entra
madrugada, con la calle despejada y los f
e de The L
da para verle desde el re
ordene
s de Londres, jamás me imagine entrado a una de sus suites, es de esos lugares que siempre m
su mano hacia el cabello que cae sobre mi o
lada... ¿Cómo
que el aroma a Cris
so y enseguida una valla publicitaria de una
sima
el de una barra de chocol
S
or
r con una suave caricia bajo mi entrepierna y logra que un cor
vez que pucho un pene. -digo
e echa a reír s
ra ver si chofer también escuchó eso, y sí,
el botones del hotel se acerca al auto y abre la puerta trasera para dejarnos salir. Luego de que el empresario baja del aut
admirar todo el lobby desde su interior, no desde afuera o a lo lejos como siempre lo he hecho; esto es exageradamente lujoso: gruesas columnas revestida con un blanco y
a la recepción, yo m
a para hoy a nomb
pieza a revisar su libreta de registro,
baja del mueble saca una llave-. Esta es su llave. Que
nos detenemos en el piso más alto del hotel. El empresario in
e mí
hospedado la mismísi
s pies me hace dudar si pisarla o no. Aquí dentro hay varios sofás que parecen haber sido robados del dormitorio de la reina. Y el her
me toma de una mano y jala
si nunca hubieses
París, y que le puse ese nombre solo para engañar
ente, engreída-, ya estoy acostumb
onde está una puerta caoba; al cruzarla, me percato de que se trata de una recamara matrimonial, en todo el centro de la habitación está una esponjosa cama Queen con su cabecera llena de cojines, pa
re mi vientre y se adentra bajo el sweater para tocar mi piel, sus dedos empiezan a subir lentamente y con delicadeza transita sobre mis costilla
ejor sexo de mi maldi