callejera, Elena se encontraba absorta en su mundo artístico. Con su cabello oscuro ondeando al viento y sus ojos brillantes llenos de insp
erturbable no podían ocultar la mirada penetrante que ocultaba detrás de sus gafas de sol. Con pasos calculados y
era al suelo. Se disculpó con un acento inconfundible y comenzó a recoger las hojas esparcidas. Elena lo miró con curiosidad
onrisa se formó en su rostro, algo que rara vez mostraba. "Tienes razón, lamento mi di
na chispa de conexión instantánea. Un momento breve pero intenso que quedó grabado en