con una voz varonil, tierna y cariñ
lamó Amber con un
nto -agregó él sonriendo, pasando la punta de su lengua por los labios de el
as para levantarme e ir al baño, ¿me llevas? -preg
iendo mucho! -aclaró él, sonrie
eces creo, que estoy soñando -
exclusiva de la ciudad metrópolis y capital del país con el mismo nombre. Ellos bajaron al estaciona
*
l Rosal. Allí se encontró a Dylan Lugo, otro joven billonario, CEO de la compañía de la compet
gorila? -cuestionó él, con una sonrisa
está de forma posesiva, sonriendo y haciendo
para mencionar a su novio, sintió una envidia y celos terribles. Por lo tanto, demostró u
u lado -contestó él, c
cera- Hoy tiene muchos compromisos, sobre t
quitado el tema de su novio- ¿Vienes al ev
o sabía que eras tú, quien est
ando- Me interesan estos actos, porque así consigo mano de obra nueva, sin vici
tacionamiento hasta dentro del hotel. Él, les tomó varias fotos, las cual
Amber y derramó en su blusa, los alimentos que llevaba en una bandeja. Él de inmediato, le ofreció subir a s
*
de su novio Christopher Morillo. Él, estaba concentrado revisando unos contratos, razón por la
in,
pondió identificándose, colocando el celular entre su
idencian el engaño de parte de tu novia -le
uriosidad, soltando el documento
er quién soy, sino la información q
los anónimos! -a
n este momento? ¿Y con quién? -Él colgó
Eso hizo que insistiera e igual no hubo respuesta. Nuevamente, le llegaron más fotos en don
hristopher dejó todo tirado sobre su escritorio, bajó corriendo por las escaleras, no esperó el ascensor. Al salir de es
ación de alojamiento de Dylan Lugo, pero la empleada le negó esta. Él hizo una llam
en sobornó y convenció para que le abriera. Una vez que entró, encontró a Dylan desnudo del to
te, con una voz jadeante, como si se
ole en la cara, partiéndole la boca y la nariz, por lo que comenzó a correr la sangr
o a Christopher, quien al irse
terminó de bañarle el rostro de sangre. Amber en el baño, escuchó el escándalo, pero
irada y actitud siniestra, golpeando al otro en el piso, quien
ada, acercándose para quitárselo de encima. Él pa
zo, sacudiéndola y soltándole una fuerte bofetada, que la hizo sangrar. Amber asustada quiso correr par
ti! ¿Desde cuándo me traicionas, con esta basura?-preguntó él con
esforzaba. Las lágrimas corrían por sus mejillas. Justo en ese momento llegó el personal de seguridad, qu
r sobre la primera presa, que se le pusiera en su camino. No obstante, su amigo y gere
esto, no te habría facilitado la in
la habitación, me predispuse, salí en dos ruedas de la oficin
ien era su amigo- estabas irreconoc
s de lo que aquí ocurrió -respondió él, asum
estó el gerente-
stante, mejor, porque al men
lan. Y su personal, le informó que la joven estaba en servicios médicos, mejor. Sin embarg
*
mo. Ahí esperó la salida de ella. Cuando la vio llegar y salir comenzó la persecución. Esta, al darse cuenta de que l
. No me puede estar pasando», pensó ella ll
e le metió por detrás a una camioneta, quedando su vehículo