bajo. Vestía un elegante traje negro que resaltaba su figura y su cabello estaba perfectame
mobiliario era elegante y moderno, con sofisticados escritorios de vidrio y sillas de cuero negro. El
pacio, pero a la vez emocionada por form
o. Allí sin dudarlo apretó el botón y comenzó el camino al piso cuarenta. Desde ese día, ese camino le se
poco intimidada, pero también ansiosa por aprender de ellos y crecer en su carrera. Se dio cuenta de que el ambiente de la oficina era riguroso pero colaborativo. Cada empleado estaba co
máximo su tiempo en Smithcorp. Sabía que, con esfuerzo y dedicación, podría
tarios al respecto y otros simplemente la observaban con envidia. Sin embargo, la gerente co
lugar de eso, Loretta la miró de arriba a abajo con clara envidia. Podía ver lo
ijo Loretta con tono despectivo-. Parece q
ner la compostura y
ocionada por empezar a trabajar
una risa frí
eresa a Alex. Él es conocido por enamorarse fáci
ban hacia Lina y Loretta, esperando con incertidumbre cómo se desarrollaría la c
ar y demostrar mi valía. No tengo intenciones de involucrarme sent
con ironía y se
e una manera especial de persu
de Loretta. No era justo que la juzgara sin conocerla realmente.
ó estar sumamente ocupado. Sus ojos recorrieron la habitación hasta que se encontraron con Lina y Loretta. Ambas estaban de pie , clarament
Smith - saludo L
irme y controlada, intentando disimular su fascina
zar y aprender más sobre esta empresa - contest
había intentado tener una velada romántica con Alex, pero fue rechazada, y ahora, al percibir
cercó sigilosamente a Alex cuando éste se encon
sición, Alex? - preguntó Lorett
mientos, y respondió con frialdad: - Lina parece ser una excel
entusiasmo en las palabras de Alex. Sin emb
en muchas áreas... - susurró Loretta, dejando
do por las palabras de Loretta
to innegable, ¿no crees? - d
o su verdadero sentir. Sin embargo,
o y dejar de lado comentarios innecesarios -
ón, se acercó al grupo. - Disculpen, no quiero
a inocencia de Lina. - No, gracias. Creo que Alex y yo ya
de que había sido utilizada como peón en
urante el resto del día, con miradas acusador
ad que crecía a su alrededor. No sabía que su belleza había cautivado al jefe, ni t