ítu
e al recorrerlo temprano para llegar allí, aproximadamente eran poco más
areció muy lejano, casi de otra vida. Estaba tan inmutable y en silencio como al princip
odía ser, al abrir se halló de frente con Lucy, su ve
s después de tanto y lo primero que hi
za inclinada a medio lado. Su cabello castaño caía liso y le llegaba hasta la espalda, su
zabache se enfocaban en ella, enarcando las cejas m
mi hermana, siempre había estado ocupada y
de eso, ¿cómo v
un mundo de cosas para decir ahora al respecto, aunque... -Se detuvo a pe
se quieren
acerlo. No voy a ser condes
llevaba no hacía mucho por abrigarla, al encontrarse en casa vestía ropa sencilla, unos pantaloncill
dando por un breve momento el sinsabor que obtuvo luego de el intercambio de palabras
or despedirse, tras lo cual Sophie se va a dormir, cayendo en un
demás conocidos que no había tenido tiempo de ver al llegar. Allí se había encontrado c
hie y de sus conocidos allí presentes, decidió terminar p
ran cerca de las dos de la tarde cuando subió a su auto, volviendo a conducir el camino hac
el día para estar allí temprano y no vo
puerta y tocar el timbre. En pocos segundos, Rose ab
inclinación de cabeza como acostumbraba a sal
rápida alrededor para acercarse a Rose como si le fuera a
ablaba de Lucyan, se debía notar pintado en la fren
salido a atender unos asun
ue interesó a Rose. De verdad ella y Lucyan se podrían confundir c
si desea hablar con él. -La voz pacífica y serena de Li
a mente encontrarme con él -dicho esto no añadió nada más al tema an
o los pies en tierra, algo de la estoica presencia de Lily parecía hacerle t
a mecedora frente a la ventana del balcón, al escuchar la puerta
al ver a su hermana, cerrando e
¿acaso l
la antes de ponerse de pie, esta vez parecía mejorar ya que caminaba co
on? -Haley miró extrañada
ás para mí? -Sophie echó su mirada por
ado de el intercambio repelente durante la cena que había ocur
pudimos hacerlo. -Las palabras de su hermana sacaron a Sophie de s
mal anoche. Que estabas cansada, me est
Sophie mientras esbozaba una sonrisa-, no debes preocu
temor revolviéndose dentro de Sophie ante la
icante-, si ocurre algo dímelo, ¿puedes prometer eso? -La
eto. La próxima te
ando de alejar esa oscura idea
asado los últimos momentos conversando acerca de sus días de infancia antes de el día que sus pad
drugada? -habló Sophie mientras ambas están sentadas en lados se
. ¿Todavía lo hace? No los he visto en mu
s abuelos por los cons
o nos veíamos. Casi no pudimos estar ju
que te casaste, después de
va unos segundos mirando al techo-. Tengo algo de sed, ¿quieres algo p
nerme fastid
o auto elegante que recorría el camino de entrada y se estacionaba delante de la ca
iscernible y distante mi
escalera, volviendo de atender la orden de Haley-. ¿
ñor, ha est
-Su gesto se mostraba severo
horas, le ha hecho compañía
algo, con su expresión de la mis
Para ese momento ya Sophie daba por concluida su visita y se hallaba saliend
do desprecio automáticamente. La mirada fría de Lucyan se hizo más intensa, entrecerrando los ojos
o y despectivo. Sophie le torció la mirada apartando verlo, p
ieras puedes llamar para vernos de nuevo, estaré viniendo regularmente a cuidar de tí. -Una vez dicho esto vo
a verlo con cara hostil en silencio, él parecía enojado, ¿por qué estaría enojado
sa, Sophie se había quedado con la intriga de qué iba a decir, pero el in
locaba una mano en la frente, verificando su temperatura antes de volver
y con una sonrisa de compasión dibujada en sus lab
ma frialdad de momentos atrás, restrin
por qué se odian tanto. -Ella tomó las manos de él en las suyas-.
ante aguja de angustia le carcomía el pecho, sintiendo una creciente tris
más que bajar la mirada con remordimiento-, ha
si por compasión de su esposa-. Des
algo p
cho que d
do. En el salón, se sentó ante el piano para interpretar una tranquila melodía para e
o, estaban clavados en su conciencia y nunca se los podría sacar de su ment
de querer explotar en un grito al prever la desdicha que se avecinaba. Sus melodías fueron tomando el
asó los brazos por los hombros detrás de él y quedarse apoyada
n volvió a sentir esa angustia desatada, rugiendo dentro de su pecho con la fuerza de un huracán, incapa
ctividades de rutina, Sophie enfocaba sus esfuerzos en las sesiones de
evista como abanico. No había podido estar tan seguido cerca de su hermana, pero no había dejado de l
ya con ellas y les había tomado confianza a ambas, pero en algunas ocasiones contestaba otra de
irada centrada, le dio una botella de agua cuando estuvo frente a e
ran imposibles, pero no he podido ver tan segui
tu departamento el fin de semana, ¿dónde fuiste?, ¿estabas c
o en orden, no, no he visto a Will. Desde que discutimos hace días no lo he visto, cuando no