ítu
de nada y dos días antes de irte de gira. Ahora
la, bajando la mirad
o si me preguntas. ¿Acaso lo u
nsa sin poder evitar burlarse al darle con el codo-, aunque
es con él, ¿
noche. Su marido no iba a estar por algún asunt
veo. ¿Y
ntonc
, ¿no hiciste más e
da, Lucy tenía trabajo y Doria había salido
ndió a modo de broma, vié
era una de las pocas personas con quien ella se t
ción de nuevo -habló Dante, el encargado de la consola, acercándose a intervenir la conversación. Era alto y e
ntándose de mala gana-
ntentar atreverse ir a ver a Haley ese día también, debía apartar tiempo entre alguna de
o se hallaba allí él, Will, su novio con una expresión de desaprobaci
s ella le respondió con la misma mirada de disgusto, él estaba recostado de la pared,
frente, despegándose de la pared, quedando para
eniendo la guardia-, así como de l
embargo dime ¿por qué no tendría motivo de estar disgustado? Fuis
r tras de tí, nunca haré eso, por absolutamente nadie. ¿Recuer
y se tensó incómodo y ella lo per
ensaba de verda
e de nada te sirve mantener una relación de poca esperanza si no consigue
conmigo, no vi nada
, pero solo de palabra, esos meses ninguno estuvo cerca de nada al otro y aún no si
una mujer fácil de convencer para abandonar sus principios ni instintos de auto preservación sobre meterse con
amarga, mirando con disgusto a Sophie-, talvez esperas al indica
ras contuvo el impulso de grita
-La sugerencia de Will le hizo hervir la sangre-. Estuv
ando con esto, paremos hasta aquí esta charla. -Contuv
ó con la mirada, por un breve recuerdo le pareció un déjà vu, del mism
en este caso Lucyan y Will parecían compartir de cierto modo. Personas para las cua
n el gesto frío. En lugar de soltarla solo
sión continuó, y se volvió una encarnizada pelea entre ambos gritándose en medi
lera de solo recordar el momento, contenía las ganas de gritar de frustración y enojo, había
te, incluso parecía que su mal humor se contagiaba, pues había tenido algunos roces ásperos durant
iva en su descanso, recargada de la pared contra su espalda cuando su teléfono c
s segundos mientras sus ojos se entornaban, perdiendo el
y ceño fruncido se hacían más notorios. Sin pensarlo, sa
phie había entrado por la puerta principal con la respir
cuando entró a la casa, Rose había salido al pasillo para recib
arriba en su habitación, la llevaré con ella en seguida. -Subieron las escaleras con paso lig
sando que su hermana había empeorado y se hallaba en cama tras recaer, cuando lle
Dime. -Sophie tomó asiento en la cama junto a ella. Rodeándola con un brazo
a, tenía aspecto demacrado y ojos poco vivos, los vasos sanguíneos de sus cuencas eran
rza para mitigar la agonía de las ganas de gritar algo con qu
la mirada con tristeza y enojo devorando su alma, mientras rechina los d
gesto preocupado, mirando también a las hermanas a
ndable que se recueste un momento, lleva los últimos tres días sin dormir en ab
urró con la voz ronca-, no lo ne
frunció los labios, su voz estaba ahogada y lóbrega, pero Lucya
re con Haley y búscame si es necesario -murmuró en tono perdido, retirándose por el pasil
el balcón con pasos lentos, llevaba la mirada hacia sus pies mientras caminab
lenar el cielo, volviéndolo opaco y sin brillo. Dejando ir un
ró un gruñido mirando al elevado cielo. Volvió a apr
tar su furia y su dolor de alguna manera que dejara salir todo lo que sentía, quería poder ac
phie estaba de frente a ella
que sólo necesitabas descansar... Pero ahora... ¿Qué fue lo que sucedió para que hayas empeorado así tan de pronto
La voz de Haley sonaba resignada, se podía escuchar lo decaíd
a ser lo que ella no le contaba? Sentía que le ho
ud es grave, me temo que esta vez es complicado, ya mi sistema inmune no lo podrá resistir mucho
s procesaba que ella estaba a punto de morir. Las lágrimas comenzaban a ba
cer respecto a esto -contestó su hermana
ómo
intentado
espasmos que había en su pecho con los sollozos-. No quiero que mueras..
vitable. -Haley acercó su mano a secar una lágrima en la mejilla de su hermana aguantando un nudo
-susurr
no podía hacer absolutamente nada-, ahora mismo me siento muy débil.
uscar al doctor que había atendido a su hermana, con suerte a
lico, dígame que no es cierto -decía Sophie alcanzándolo, prácticamente rogándole por su
do, pero por más que lo intentemos el estado de su hermana no mejora... Ya no hay alternativa. -Las pala
na manera... Por favor... -Sophi
ontestó el doctor mirando el dolor en la mirada de ella-, es mejor dejarla que ella viva en p
a Sophie, quién hecha un mar de dolor subió r
l nudo que oprimía su corazón, con
no va hacer nada, piensa dejarla morir? -Cuando llegó a la planta alta, de inmediato halló al personal
preguntar nada cuando Sophie había ido con prisa por el pasillo-. ¡Señori