librería del centro histórico. Allí, en medio de ese escenario enigmático, una joven de cabello castaño se refugiaba en el calor de una manta mientras se
el viento y la lluvia danzaban fuera, creando un au
un nuevo cliente, interrumpiendo la intensidad de su lectura. A
ería Sol y Luna, ¿en
o un depredador observando a su presa. El mundo pareció detenerse por un instante mientras una corriente eléctrica recorría su piel. El visitante, un hombre alto
nto de la tormenta en lo que llega mi conductor
mientras jadeaba por recuperar el aliento. Se regañó mentalmente por su torpeza y timidez. Sus
ma. Tenemos servicio h
envolvía a la joven, como si hubiera traído consigo algo más que la lluvia. La noche prometía secretos y encuentros in