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isor, sentado sobre el sofá de la sala con mi
mi mente al tiempo en que los recuerdos
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shb
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oy un respiro profundo y toco la puerta, la cual estaba abierta, para llamar la a
evista; sin embargo, el hombre no me hace caso-. Hola -repito una vez más, p
rmina de cerrar su portafolio y se dirige a un pe
White -me presento-. Soy uno de lo
coger unas llaves-. Llegas tarde -precia al regresar a su escr
ce dos horas -le doy a conocer amable
entrevistas terminaron -añade al salir de la oficina y cerrar la puerta para después cam
lso, en su primera entrevista y con la enorme nece
d de obtener un empleo»
o de inmediato para empezar a caminar en dirección del hombre
aso, solo se limita a mirar su reloj de forma impaciente-. O, en todo caso, podría dejarle mi CV para
mí-. Tal vez tú no tengas nada bueno que hacer, pero yo -se pausa y mira atenta mi cv- soy un hombre bastante importante -continúa hablando y veo cómo empieza a partir por la mitad la hoja que contenía toda mi información- y por ello, muy
ccionar?», pregu
obarde y recurrir a la violencia, pero, en este preciso instante y con mis inmaduros 17 años, sentía la
s) se hace presente con una joven mujer, la cual sostenía del brazo y quien observaba d
ma sin importancia -contest
isto, Christopher
algo sin import
acostumbrado a tratar a las personas en la empresa de tu padre, pero en la mía, tú no tien
ncómodo y haciendo notar cierta molestia-. Y ahora tengo una reunión a la que tengo
al interrumpirlo nuevamente al tiempo en que ob
-se señala el
s contigo ¿no es así? -le pregunta mientr
, con cierta preocupación, al su
que estaba discutiendo-. Pero mañana te quiero a primera hora en mi oficina -le ordena; y puedo ver cómo el aludido endurece su gest
sto un tanto desconcertado por la n
ansas White -expresa sincero-. ¿Te moles
dos, estaba mirándome de manera extraña, pero, al final, acepté-. Claro, señor;
seguir fingiendo. Sobre todo, cuando el hombre ya había supuesto que estaba mintiendo sobre mi edad cuando se la dije. De hecho,
que le conté un poco más sobre mis padres, mi nueva hermana que estaba por llegar y de mi educación en una de las escuelas más exclusivas de todo el país gracias a una beca que había conseguido y en la cual (daba la casual
la joven mujer, hizo que la sonrisa que traía marcada en mi rostro se borrara de inmediato. Al parecer, aquella había dis
e salir, me despido de ambos; sin embargo, la mu
la de repente al mir
o, ya que la mujer tenía la habilida
White? -pregunta al
nocer su tono de advertencia en él al tiempo en que
-cuestiono confuso por
el agarre de su abuelo y lleva aquella mano hasta la solapa izquierda del saco que usaba-, trata de
eso puedo hacer bien»,
ro no sabía qué decir; aquella
ños, señor White? -cuestiona al no
rita,
ite? -habla de
mirada en mí-. Disculpa a mi nieta, por favor -me pide apenado-. Te veo mañana para explicarte tus actividades -agrega de forma gentil y
dad de haber conseguido mi primer empleo para empezar a ayudar a mis padres con los gasto
la señora que me acababa
nto -me pide con una gran
pondo y me ret
a. Nunca antes había sentido un dolor similar. Después de la llamada, me dirigí al hospital del cual me habían llamado y corrí directamente hacia la sala
en un murmuro y to
ómo progrese en los siguientes días. No podemos asegurarle nada -señala compasivo-. Lo lamento mucho -añade y, en ese momento, lo único que dese
iero verlo!-gritaban más fuerte hasta que se oye cómo aquella persona empieza a llorar; y ese fue
lo yo había perdido a alguie
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l flas
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voz de Ángeles y ello me
? -le respondo
as? -me reclama al fruncir su e
incero-. ¿Qué quieres?
ar las notas de una canción
ienes que estar en la cama en una hora
os ir hacia donde se encontraba el inst
tratar de cargarla para sen
mucho el equilibrio -me señala sonriente y orgullosa-.
ero te sujeta
ye; y nos vamos rumbo a la esquin
pasado la hora, pero, aun así, no había sido capa
al vez debas bajarl
s? -conte
ntentándolo -respondo al mir
rofundamente e, inmediatamente, empieza a tocar "Always
do de su música. Llevábamos poco más de 3 horas frente al viejo piano que perteneció a mi m
uena más que perfecto! -aclara con una gran sonrisa-. La vamos
de pared-. Entonces, aquí lo dejamos -l
? -me pide con su fallido intento d
ará, Ángeles -le a
. un tiempo
ajante-. Ya deb
sí -pide al juntar sus
es, a
ntinúa con su
sticas -le indico al sonreírle; y esta sonríe también
o, no l
arquear una ceja y levantarme d
ces, prometo una venganza -añade amenazante-. ¡Así que aléjate! -agrega, pero sigo sin hacerle caso
risas-. ¡Kansas! -se queja y e
viso entre risas mientras camino ha
¡Ríndete! -pide sonriente cuando hemos llegado a s
to al verla a sus hermosos ojos,
r mi venganza -señala al tiempo en que yo
-señalo divertido-
ablar de papá y
nto -le digo
mo eran nuestros padres y todo lo que hacían ellos para
s ellos
una amplia sonrisa mientr
y a mamá -comenta cuando termina de
e un suspiro y después, le regalo una sonr
cómo decidieron mi nom
ir -le contesto al besar su mano una vez más
omo toda una niña, lo cual me parece divertido-.
o jocoso; con lo cual me gano que aquella tome su almohada y me la lance con todas sus fuerzas y, aquel gesto, me hace reír-. Por e
nvolver sus brazos alrededor de
oloco su almohada nuevamente en su lugar
-le susurro de
a y yo procedo a apagar la
poder levantarme temprano para otro día de trabajo. Tardo menos de 30 minutos en ducharme, co
creo que ella sea mi no
irar la foto que tenía de mis padres en mi mesita de noche y, sin quer
igo en mi mente al recordar la voz de la mujer que
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molestar a mis padres -escucho la voz de quien
para pleit
ta no quiere pleitos
listo para la fiesta anual -le aclaro-.
rsigue? -pregunta al s
ena noche -decido
huir de ti -afirma sin contemplación alguna-. Mi abuelo murió por tu culpa y eso... eso jamás te lo perdonaré -escupe con mucho odio y luego sube la
e malas pasadas con trampas, chismes o comentarios fuera d
o a mi abuelo», co
e dirijo a mi habitación para seguir siendo atormentada por los recuerdos de aqu