or
exigiendo que tomara un poco de agua para que la garganta no se me agriete. Como pude me levan
beber la mayor cantidad de agua posible. Me urgía, tanto que po
regory o Aiden conmigo. Incluso Tej se sumaba cuando el
ta madr
a de blanco con sus ojos clavados en mí, con un b
eres tú? - pregun
- preguntó reparando mi to
res y qué haces aquí? - agregué. Sol
ará anoche a cambio de ci
sola idea pero no lo iba a admitir ante una desconocid
a ir, pero luego recordé que si te doy el vestido no tengo con qué irme. - mostró hundiendo los hombros. - Me pa
egoci
o. - se rió. - No diría lo mismo
segundo. Ojos relucientes, cuerpo de complexión media y su
rra casi vacía. - Pero hay ropa que
enes e
no. - respondí yen
que me sigu
scoger, como la tendrás si subes. - titubeó un poco. Se vio como una persona desconfiada, aunque no la culpaba, en
as te rompo la cabeza. - apuntó
qué en la cajonera hasta dar con el que contenía la ropa que Marlene había dej
ubeó, me hice a un lado. Era más paranoica de lo que creí al pr
a ropa interior que aún cargaba y me metí bajo la ducha. Quería olvidar la razón por la cual la noche anterio
sirvió para despejar mi mente recordand
es piezas. Sobre la cama estaba el vestido blanco, lleno de barro. Me llevé la mano a la cabeza al
aba haciendo enme
nstructora. Había planos que revisar y eso me llevaría horas. De solo pensarlo me dolía aun más
eguntó la mu
ara que te lleve a tu casa? -
e eso regreso. Aunque dudo que eso sea rápido. - dijo al vien
ara dónde voy
or ese mismo lado queda la casa de Jul
hora me pides ayuda. - me reí al verla subir a
rras de lo que haya disponi
ó más que media hora en indicar que se quedaba en un cru
de quedarse si no conocía, pero señaló como si me quisiera
ora me voy.
- terminé
. - cerró la puerta. - Si nos volvemos a encontr
s de ver cómo entró al lugar, mientras
revisé en mi ordenador con las medidas que debía ajustar porque qu
é y solo evadí el beso. Tenía un ligero perfume a su amante, eso me hizo apreta
tenía al frente. - Deberías encargarte de tus ocupacione
en la silla
magnate más codiciado de los tiempos. - suspiró mirando sus ma
así será. - solté comprimi
que sostenía se rompió contra hoja sobre el cristal de la mesa del escritorio.
. - lo interrumpí. - Déjalo por ahí
dijo Marlene. - Mi prom
dió pero hasta ese momento presté atención a los deta
enfoqué en tres invitaciones que tenía a galas y presentaciones
Diheston-
a vestida de blanco. El apellido me sonó y por ello me puse a investigar en internet dando rápido con el evento. Los periódicos amarillistas hablaban sobre el novio plant
de la pantalla con una d
sufrió un cambio de fechas ya que aún la relación estaba en pie. Es
uerer ir conmigo, no la quería cerca. Pero mi cabeza no me
*
to. - Deberías sacar dinero de tus tarjetas y quedarte en un hotel porque ot
me encontraría de inmediato y aún no tengo un trato que ofrecer para no casarme. -
tardó en llegar. Casi se notó que solo estaba perdiendo el
de lo pensado viéndome con una sonrisa, al reconocer
algo más? Puedo ofrecerte varias otras opciones
l entrecejo confundida, pero luego de un segundo captó alg
e sentó frente a mí. Esperando la propuesta que deseaba, pero su prop
o, pero viendo todas las posibilidades, e
por mes, más todos los beneficios que dicho documen
iablo. - se rió. Colocó los brazos sobre la m
irectamente. El color abandonó su
su respuesta.