iscotec
aba aquella sala privada, él reaccionó atacando
o tienes como conquistar a una muje
, quien por cierto, se veía
una golpiza. Solo escuché los bramidos de quien me había salvado, descargando tod
él. Le comenté que necesitaba ir al baño y de inmediato, caminó hacia este, s
puerta esperando tu llamado -me anunció él, llamánd
mi mente lo que me pasaba, lo que estaba sintiendo. De repente, vi una ducha
tengo y se me quita esta sensación de brasa ardiendo que traigo encima»
do en la ducha con todo y vestido. Después de unos minutos, salí
ntó en su regazo. En seguida, me secó y frotó mi cuerpo con delicadeza, con lo cual sentí
iciarlo, hasta que se apoderó de mis labios y mi boca, enredando su lengua
. Como aún estaba bajo los efectos de la droga y el alcohol, mi visión y mi audio seguía
rfecto y aunque este no lo sabía, también virginal. Él comenzó un recorrido con sus ma
con su boca y su lengua recorría mi mentón, el lóbulo de mis orejas, cuello, pecho, det
emitir jadeos, gemidos, gr
j,
umm
ofía! -me suplicó, to
y embriagada, pero de deseo y pasión por este desconocido, a quien estaba desnu
nes de sus tetillas, lo cual hice de forma descontrolada y fuerte, provocando en él, una
zoncillo y se lo quité, soltando aquella bestia salvaje, dura, erguida y la cu
e y sentándome ahorcajas sobre su regazo, haciendo que su miembro, rozara la entrada de mi vagi
oda mi cavidad bucal, bajándome al sofá, para ir directamente a mis entrepi
mi ser, desde los pies, hasta mi genital. De ahí, al resto de mi cuerpo, haciéndome sentir esa cosquilla,
o a entrar en mí, reaccioné
ra mi primera vez. Obviamente, nada parecido a lo que había
iendo sus cejas, deteniéndose mom
ue me duela -explique breve y puntualm
plia sonrisa. Fue así, como volvió a iniciar su preludio sexual, llevándome nuevam
ome después de haberse bebido
spondí
llevando mis piernas hasta apoyarlas en sus hombros y
mi cuerpo hacia adelante, para que
odo adentro, en mi canal vaginal, moviéndo
hizo experimentar orgasmos simultáneos, que me llevaron a una satisfacción sexual
de sangre por mi perineo, él contempló esto con una sonrisa
ombre!»
ra único, concluí antes de quedarme dormida. En mi vida, imaginé que se podía exper
fa
llegué a experimentar estas sensaciones y emociones -comenté en voz
ndo su belleza y su espectacular cue
se aguantara a mi madre, si no resuel
como este» Así que, moviéndome rápidamente, la vestí con su mism
expliqué la situación que se presentó, sin referir para nada lo que ocurrió entre nosotros. P
re que nadie entrará a la misma. Salvo, que ella lo autorice o que se retire. En to