jamente a los oscuros de Ava con ondas
pegar? ──. Inquirió con
Ava volvió a preguntar:
pondió en un tono neutro y
resión, Ava le volvió a preguntar: ──
lviendo a hacer la misma Isabel
er. ¡Pero me van a escuchar!. ¡Juró que les daré una paliza!──
¿verdad?. Y no hagas nada, no qui
más permitiré que te compares con esa p*rra! ──. Se defendió A
abes que siempre estaré a tú lado. No estas sola, te acompañare a todos
n mi hermano para que trabajes con él ──. Musito decidida. En esos momentos, Isabella debía
de curiosidad. Tenía más de diez años que no veía al hermano de
anjero. Y no muchos, o por decir pocos lo con
quiera estuvo en el nacimiento de su sobrina!. ¡Ni en su cumpleaños!.
l era él hombre más poderoso en toda la ciudad de Xiangtan. A
rieron en un accidente, ell
doptado como su hija ya que amb
r lo que ganó un hermano mayor y unos nuevos padres. Los cuales le dieron la op
edad. Así como también tenían bajo su poder la compañía de diseños de joyas más gra
ses. Además de eso, eran dueños de gr
de las cuales en algunas ocasiones ella tenía el privilegio de disfrutar al ser la mejor amiga de Ava. Aunque a esta le gustaba manejar un bajo perfil par
No creo que me acepte sabiendo lo estricto y exi
un brillo malicioso en sus oscuros ojos ──. Sabes que el cumpleaños de Alexia es en tres meses. Quiero que
spués. Ya de
dió Isabella. La conocía, y sabía que muy se
una pequeña sonrisa, la cual desapareció al dar media vuelta tra
a de irnos ──. Gritó
do lo suficiente ──. Se quejo J
erá suficiente ──. Come
rato más? ──. Tanteó Alexia con
amor. Otro d
n llenos de pucheros al escucharla, al tie
compañarte ──. Le recordó A
vo a Jackson para que tomara un baño. Para post
.
dejará a su pequeña en la villa, volvió a sa
, a lo cual ella respondía con una
. Levine se encuentra
uncido al ver que era una nueva secretaria. No solo era nueva, también era muy atractiva con una sensualid
rse y los segundos la esbelta figura de Ava ingresar con frialdad, la cual s
nas de lanzarse a él y darle unos buenos golpes. Al final, no
Ava abrazándola por la cintura. ── Cariño. ¿Por qué no me avisaste qué
r a verte ──. Habló James
──. Respondió Ava fríamente
hostilidad de Ava. Era sabido que a ella no le agrada mu
sabes como se ponen las mujeres en es
guimos la conversación ──. Dij
nte a Ava al decir: ── cuida tu lenguaje, sa
mal!. ¡¿Sabías que ese imbécil estaba eng
har sus palabras. ⪻¿Cómo
. Además; si te decía ibas a decirle a Isabella inmediatamen
amigo te estaba dando la noti
eso? ──. Preguntó consternad
¿Sabes qué ese fue el regalo de aniversario que le dio tú amigo anoche?. Jaja... ¡Sorpresa!. ¡Me acuesto con tú h
do con ella o con alguien más? ──. Interrogó, mientras sus ojos adquirían una
u mirada era desafiante al verlo y su postura inquebr
almarse. Debía recordar que había prometido nunca volver a golpearla desp
amás te traicionaría. Tú lo sabes muy bien cariño ──. Musitó al a
a ciegamente en él, sino porque ella sabía como mantenerlo en la palma de su mano. No po
que estas de viaje cuando pregunte por ti ──. Pidió
r tras ella, sabía q
s llevado por la impotencia
imonio, ¡sino qué estas arrastrando al mío en el proce
.
a de la infidelidad de su esposo. Decir que su matri
ar, siempre se la pasaba "via
miento. Ava siempre la acompañaba e incluso la llamaba
una decoración con la temática del Spider-Man. Por lo que, actualmente Isa
ía involucrarse en el proceso. Después de todo, era el
na figura de Spider-Man casi de tamaño real que había en una tienda de juguetes.
oz y una risa llegaron a sus oídos, haciéndola para
do por miles de alfileres que lo esperaban cada vez que retumbaba. Sentía
o unos cortos pasos hasta la tienda de bebés que estaba al
vidrio al ser empañado, miraron a una pareja que se v
mientras agarraba una de las prendas con ojos brillantes y
z que llevaba una de sus manos al vientre plano de la chica ─ se vera hermoso o hermo
seguía do
ruido corazón volvía a fragmen
qué tenía que volverle a doler?. ¿Por qué te
do y débil corazón
causándose una herida. La mano que sujetaba la corre
odia
y se odiaba así misma por ser tan débi
a a comprar las cosas de su hijo. ¡Mientras qué a
u propio hijo como tal?. ¿Ya
stoy empezando a odiarte!. ¡Juro que si haces sufrir a mi hijo te destruiré a ti, y a lo qué tanto
a hoja de una espada al mirarlos por última ves, antes de d