o y yo me permití lo mismo. Podía escuchar sus sexys gemidos y gruñidos de placer. Yo, no me contuve, todo se estaba haciendo añicos dentro de mí. Máximo levantó más mi cabeza y esta vez sus
iso forzar a besarlo, mi acción fue de poner mis manos en su pecho para apartarlo con fuerza, y aunque era en vano, fue un intento de autopreservación, de lo que estaba orgullosa. Mis ojos se aguaron por el recuerdo y me congelé, ya no quería seguir con esto y de todos modos ¿¡Que era todo esto!? ¿Cómo estaba permitiendo que él, ...? ¿Que él hiciera esto, así sin más? Lo em
o, ni hago nada de lo que estás dicié
a sus mentes retrógradas y sucias. ¡A mí, déjenme en paz! ¿Es que en serio no van a fre
le importaban en su vida. Caminó varios pasos enfrentándola, recogió sus manos y las llevó a su pecho y luego, la abrazo fuerte y le habló al oído con dulzura y seguridad, ella estaba entrando en pánico nuevamente. Cuando le hablo al oído, b
evidente sufrimiento de Eleonor al pronunciar las palabras. Cada una de sus palabras llenaban de desconcierto a Maximo. Él no sabía cómo arreglar este desastre de mierda. Ella en definitiva lo odiaba. Este solo pensamiento estrujo su corazón. El agarra el mentón de la chica, como si estuviera sosteniendo un pedazo de nube, y le dice mirándola firmemente a los ojos, medio tartamudeando las palabras. "Nunca te he odiado, eres por mucho la persona que más me importa
¡Acaso te sigues drogando y está
toy loco, bueno.... No esa locura de todo
uridad. ¿Le habían cambiado el Alfa
a valentía de decir esto, así que lo diría todo de una buena vez
res me miraban con intensidad. ¿Era en serio lo que decía? ¿E
emonia seas mi Luna. Nadie, absolutamente nadie, te cuestionara más, te protegeré mejor en el futuro. Harás conmigo lo que quieras. No diré no, ha nada. To
OCO? ¡NO! Mi respuesta es ¡No! Definitivame
encantos. No sé qué me pasa. ¡Si! Lo reconozco, siempre me gustó, pero del dicho al hecho.... Él me devoraba y yo asentí como una gacela perdida y estúpida. Él se apartó un poco y mirándome fijamente habló entre mis labios. "Quédate, ¿Sí? Quédate conmigo. No huyas de mí. Mis días serían agonizantes, si dejo de verte. ¿Eleonor? Yo te neces
a ante él, siempre me he rendido ante él. ¿Por qué? ¿Qué tiene que me hace ceder tanto? No pude contenerme más y solo empecé a llora
u corazón. Dame esa oportunidad, ¿SÍ? Déjame amarte y mostrarte lo valiosa que eres para mí. Nunca estúpidamente, me dedique a hacértelo saber. Lo lamento, lo lamento mucho. Tus lágrimas siempre han sido saetas en mi corazón, tu dolor es mi dolor, aunque nunca lo demuestre lo suficiente, siempre te he querido y admirado. Siempre he estado ahí observándote como un idiota, sin tener el valor de hablarte de mis sentimientos y preferí acosarte, estúpidamente pensé que lo q
onados y llenos de toda la intenció
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