Luego de que mi cuarta secretaria, de las que tuve este año, me dijo que renunciaba, decidí que mi próxima secretaria sería fea, así no me dejaría para casarse con alguno de mis millonarios contactos. Mi empresa no es para que las secretarias busquen marido, por eso quiero una secretaria fea. Mi socio me dijo que por más que una mujer sea fea, igual se podía querer casar...Pienso que si es fea, nadie se va a casar con ella. Mi madre se enojó por mis pensamientos y mi hermana sonreía. Finalmente obtuve a mi secretaria fea, y yo, tan obsesionado con el tema, estaba feliz. Denis, es la hermana de un amigo mío, él es acaudalado, al igual que yo, mi obsesión, no me permitió ver con claridad el porque ella trabajaba de secretaria siendo millonaria. Descubrí que ella es la mejor amiga de mi hermana, y que lo único que tenía feo, solo era ese horrendo disfraz... No sabía el porqué se presentó vestida como su abuela, pintarrajeada como un espantapájaros y con esa peluca horrenda, mi obsesión mutó, tenía que saber que tramaba... Ella es...una mentirosa profesional y...la mujer más hermosa que vi en mi vida.
Por Leonardo
-No te rías, de verdad quiero que el anuncio diga eso.
-No vas a tener a ninguna candidata.
-¿Por qué no? ¿Acaso todas las mujeres piensan que son hermosas?
Le dije a mi amigo y socio, mientras revisaba unos archivos en mi computadora.
-Ninguna mujer va a admitir que es fea.
Me lo dice con mucha seguridad, queriendo que entre en razón, pero yo estoy obsesionado con ese tema.
-Yo quiero una secretaria fea, que domine tres idiomas y que me pueda acompañar a las reuniones, cócteles y viajes de negocios, sin que busque a algún candidato para casarse.
Sonríe con sarcasmo.
-Que sea fea no significa que no se quiera casar.
Declara mientras sigue sonriendo y yo me estoy enojando.
A pesar de eso reconozco que tiene un buen punto, pero si era fea, nadie se iba a querer casar con ella.
Se lo expuse así.
-Sos un cerdo.
-Es una realidad.
-No lo es.
No puede tener razón.
-De todos modos. -Le corté fastidioso -Quiero una secretaria capacitada y fea, tuve 4 secretarias en el último año, todas vienen en busca de encontrar candidatos para casarse y todas me dejaron para casarse con clientes o empresarios, todos millonarios, por cierto.
Tocan la puerta y es Melina, la cuarta secretaria, que estaba a punto de casarse con un empresario que conoció en una cena de negocios a la cual me acompañó como mí secretaria.
La miro con odio.
-Ya publiqué el anuncio.
Dice con una sonrisa, casi tímida.
Era bella, pero no tanto como la anterior que solo había durado 2 meses, Melina duró 4 meses, si, solo cuatro malditos meses.
Mi empresa no era un trampolín para conseguir marido, ni uno de esos lugares donde se conseguían parejas.
Al parecer sí, le voy a cobrar una maldita comisión a cada una de las secretarias que se case con alguien relacionado a mí.
Mejor quiero una secretaria fea.
Ricardo se ríe.
Claro, su secretaria ya lleva 6 años con nosotros, desde que comenzamos con nuestra empresa.
Fue cuando nos hicimos cargo de la empresa.
En realidad no es que la comenzamos nosotros, nuestros padres eran socios y nosotros tenemos la misma edad, nos conocemos de toda la vida, somos como hermanos.
Hicimos juntos la primaria, la escuela secundaria y luego la facultad.
Acá estamos ahora, siendo los dos ingenieros civiles, sin muchas opciones de haber elegido otra carrera.
Quiero decir, tuvimos presiones de nuestras familias para seguir los pasos de nuestros padres y aún sin habernos recibido ya nos tiraban proyectos multimillonarios y teníamos que resolverlos.
Éramos compañeros de juergas, pero en el trabajo éramos profesionales, eso sí.
En cuanto a nuestros estudios, no nos quedaba otra, teníamos la empresa constructora más grande del país, o al menos una de las más grandes.
Trabajamos para el gobierno de nuestro país y también con los de países linderos, también con inversores privados.
Siempre ganábamos licitaciones importantes, teníamos mucho prestigio.
Hacemos puentes, diques y edificios enormes, esos rascacielos tan imponentes y modernos que se levantan con orgullo y sobresalen entre los demás, los más grandes de la ciudad son nuestros y son más de veinte.
De todos modos amo lo que hago, más allá de las presiones de mi padre.
Claro que de chico quería ser futbolista, como la mayoría de los niños de mi país, pero no era funcional para nuestra empresa.
Company Haber and Smith, así se llama nuestra empresa.
Yo soy Leonardo Haber y mi socio es Ricardo Smith.
Cuando nos hicimos cargo de la compañía, Ricardo decidió quedarse con quien fuera la secretaria de su padre.
La que era secretaria del mío ya estaba para jubilarse y decidí contratar a una bella y joven asistente, que se enredó conmigo y terminó renunciando luego que me encontrara en los brazos de otra chica en una discoteca de la ciudad.
Flor de indemnización se llevó.
No aprendí la lección, porque me enredé con las próximas tres secretarias que tuve y con cada una de ellas tuve un problema parecido.
Luego vino una que duró tres años, era casada y amaba a su marido, no me dio cabida y a mí tampoco me interesaba, pero renunció cuando a su marido le ofrecieron trabajo en otra ciudad.
Así llegué al último año.
Aprendí a no meterme con mis secretarias, pero ellas se meten con todos los hombres que tiene que ver con mi empresa.
Debe ser mi karma.
-Agregá que quiero que sea universitaria, licenciada en administración de empresas o contadora o abogada, algo así, no dejes de poner que sea fea, que domine tres idiomas y que no use ropa inadecuada, quiero alguien que se vista como mi abuela.
Le había dicho a mi secretaria al indicarle que quería que dijera el anuncio.
-Estás loco.
Me insiste Ricardo.
-No, quiero una secretaria que me dure.
-Entonces no pongas como requisito que tenga entre 22 y 26 años.
-No quiero alguién de 45 que no me pueda acompañar a las reuniones porque se duerme temprano.
-No vas a encontrar a alguién así.
Mi secretaria estaba escuchando nuestra conversación.
Sé que Melina se sentía culpable, pero de todos modos se iba a casar y me iba a dejar.
Pasé por la casa de mis padres, como cada jueves por la noche, cenábamos juntos.
Es parte de nuestra rutina.
-Hola hermanito.
Angy saltó sobre mí, es mi adorada hermana, había regresado de Europa.
Cuando se recibió de licenciada en administración de empresas, mis padres le regalaron un viaje a Europa,
El viaje duró 6 meses.
Fué con una amiga, aunque ni recuerdo el nombre de su amiga, creo que no la vi nunca.
Estaba feliz de tenerla de nuevo en casa, aunque la vea poco, realmente la extrañé.
Me llenó de regalos que había ido comprando en cada ciudad que visitó.
Siento que piensa en mí todo el tiempo y eso, como hermano mayor, me llena de orgullo.
Mis padres le permitieron elegir la carrera, siempre que tuviera que ver con el tema de los negocios, aunque no le exigieron que estudie ingeniería civil.
Les comenté que mi secretaría se casaba, que era la cuarta en el año, es que en cuanto aprendían a manejarse como yo lo necesitaba, me abandonaban.
Parecía obsesionado con el tema.
-Quiero una secretaria fea, que no se vaya detrás de un empresario.
-Ninguna mujer va a reconocer que es fea, y depende para qué hombre puede resultar o no, fea y vos sos misógino.
Me dice Angy, y creo que está ofendida por mi pensamiento.
-No es verdad, no soy misógino.
Discutimos sobre el tema, nadie parecía comprender mi situación y en la casa de mis padres estaban molestos conmigo.
Me despedí de mi familia, no quería seguir discutiendo sobre el tema, pienso así y el anuncio ya había salido.
Llegué a casa, revisé los correos electrónicos y nadie había mandado nada, ni un miserable currículum, después decían que querían trabajar.
¿Acaso todas las mujeres se consideraban lindas?
A lo mejor no era que se considerarán todas lindas, a lo mejor les daba vergüenza reconocer ante los demás que eran feas, pero tampoco es que estoy buscando una aguja en un pajar, simplemente busco alguien fea y con estudios, hasta es más lógico que una joven fea esté mejor preparada, ya que no tiene tantas posibilidades de tener pareja y de salir como una mujer bella, no sé porqué nadie le encuentra lógica a mis pensamientos, si es una ecuación simple.
Edith no podía entender por qué su marido, su gran amor, se había suicidado, ella nunca creyó que él podría tomar semejante decisión. Se encontró sola, teniendo que hacer frente a gastos que no tenía cómo cubrir y no quería despojar a su hijo de la casa en donde había crecido, venderla no era una opción. Cuando una amiga le propuso bailar en el club de strippers de más categoría de la ciudad, luego de dudarlo, aceptó, saldría al escenario camuflada y nadie sabría quién era ella. Lejos quedó la dama de alta sociedad que un día había sido, aunque su belleza y elegancia resaltaba entre miles de mujeres. Ella sólo quería que su hijo ingrese a la facultad y tenga una vida digna. Todo se complicó, cuando el jefe de su hijo, uno de los hombres más importantes de la ciudad, descubrió su verdadera identidad.
El amor entre ellos surgió como por arte de magia, ambos eran médicos y la mejor amiga de la bella doctora era cuñada de Ramiro, ellos estaban compartiendo sus vacaciones. Era tan profundo lo que ellos sentían, que pensaban que al volver a su país, estaban en una pequeña ciudad cerca de la frontera, pronto se casarían y estarían unidos para siempre. De pronto el mundo cambió, tuvo lugar la pandemia del COVID, se cerraron las fronteras y ambos quedaron atrapados en el país vecino, decidieron colaborar en la clínica de la pequeña ciudad. Rocío terminó por contagiarse de ese cruel virus, que arrasó con media ciudad. La tuvieron que intubar, y aunque Ramiro quería quedarse a su lado todo el tiempo, los casos se multiplicaban y tenía que atenderlos. Una enfermera, que siempre estuvo celosa de la bella médica, dejó de suministrarle los medicamentos, en lugar de empeorar, Rocío recuperaba de a ratos la conciencia, en un momento Rocío tuvo una pequeña arritmia, un pequeño preinfarto, Charo, la enfermera, se apresuró a desconectarla, diciendo que había fallecido, amenazando a los médicos residentes, inventando que tenía un romance con Ramiro, que era el médico más importante, logró que metieran el cuerpo de Rocío en una bolso mortuoria, sin avisarle a él. Rocío logró recuperarse y con ayuda del destino, pudo salir de la bolsa mortuoria y de la ambulancia llena de cadáveres. Luego de esconderse en la que fuera la casa de sus padres, volvió a Argentina, el médico de la clínica en donde ella trabajaba, la acogió, protegió y le propuso matrimonio, ya que siempre estuvo enamorada de ella. Por agradecimiento, aceptó la propuesta, ya que sólo confiaba en él, un año después su esposo, fallece de cáncer, dejándole como herencia sus clínicas y una cuantiosa fortuna.
Tenía 6 años cuando en la puerta de mi casa apareció una mujer con una niña de mi edad, diciendo que esa pequeña también era hija de mi padre. Recuerdo a mi madre llorar y subirnos a su auto, luego de viajar un rato, el auto comenzó a hacer trompos y volcamos, mi mamá falleció en ese accidente, aún siento las lágrimas de mi papá al rescatarme de entre los fierros retorcidos. Esa mujer se instaló en mi casa, haciendo de mi vida un infierno inimaginable, luego de unos años, ellos se casaron y Rosie, mi media hermana, pasó a llevar mi mismo apellido, si su madre me torturaba ella fue la alumna que superó a la maestra. Intentó ahogarme cuando tenía 15 años, y a mis 19, organizó un plan para que me violaran. Mi padre falleció de una enfermedad terminal, casi en la ruina. Yo me quedé sola, sintiéndome culpable de su muerte, prácticamente en la calle, con un ser en mis entrañas y sin saber quién era su padre, pero… mi progenitor siempre estuvo mil pasos adelante, nada es lo que parece y cada cuál tiene su merecido.
Cuando Gonzalo, un importante ceo, tan atractivo como egoísta, abandona a Elizabeth, su bella, sensual y fina esposa, sin importarle que ella tenga un embarazo de 8 meses y que su hijo de 5 años, vaya a sufrir por su ausencia, no se imagina jamás lo caro que le va a costar su capricho, porque sí, él se había encaprichado con una mujer que se cruzó en su camino en el momento en que Elizabeth tenía que hacer reposo absoluto por su embarazo. No tarda en darse cuenta de su equivocación, pero su orgullo, sumado a su estupidez, le impiden acercarse a su familia y pedir perdón, más tarde todo se vuelve en su contra y tiene la sensación que nunca va a remendar el desastre que provocó con sus acciones.
Todo se complica cuando la competencia de dos mujeres va más allá de lo estipulado y pasan ciertos límites cruzando las fronteras permitidas, sin embargo ellas no son las únicas que compiten, también lo hacen los dos primos, que terminan exponiendo situaciones y exponiendolas a ellas, quienes son señaladas por la sociedad, sin embargo, ellos pretenden luchar hasta las últimas consecuencias para lograr limpiar el nombre de las dos bellas muchachas, no obstante, los celos y la venganza, separan a las dos parejas que finalmente se formaron.
Me enamoré profundamente de Agustín, sin embargo él ponía una distancia enorme entre nosotros, su excusa era que soy menor de edad y que me lleva 12 años, pero yo no bajé los brazos, lo iba a conquistar a cualquier precio. Sabía que me deseaba, eso lo veía en sus ojos, por lo que decidí acorralarlo cada vez que tuve la oportunidad. Cuando cumplí 18 años, todo cambió, tuve su amor incondicional, sin embargo nunca pensé que tendría que ser yo, la que con mucho dolor, lo abandonaría. * En Argentina se llama pendeja/jo a Mujer/hombre muy joven o adolescente, puede ser despectiva o cariñosamente. *La historia de Any comienza en Mi primer amor, Ivana y Willy.
Era una doctora talentosa de fama mundial, CEO de una empresa que cotiza en bolsa, la mercenaria más formidable y un genio de la tecnología de primer nivel. Marissa, una magnate con una plétora de identidades secretas, había ocultado su verdadera identidad para casarse con un joven aparentemente empobrecido. Sin embargo, en vísperas de su boda, su prometido, que en realidad era el heredero perdido de una familia adinerada, canceló el compromiso, incluso la humilló y se burló de ella. Cuando las identidades ocultas de la chica salieron a la luz, su exprometido se quedó atónito y le suplicó desesperadamente que lo perdonara. De pie, protector ante Marissa, un magnate increíblemente influyente y temible declaró: "Esta es mi esposa. ¿Quién se atrevería a quitármela?".
Para pagar la deuda, desesperada y sin opciones, ella sustituyó a la novia y se casó con el hombre quien era conocido como un diablo al que todos temían y respetaban. Él le dio un mordisco a su dulzura y gradualmente se sometió a la lujuria adictiva. Antes de que se diera cuenta, ya era incapaz de liberarse de ella. El deseo desencadenó su historia, pero ¿cómo continuaría este amor condicional?
El amor es ciego. Lucinda renunció a su acomodada vida por un hombre. Se casó con él y se ocupó de todo durante tres largos años. Un día se le cayeron las escamas de los ojos. Se dio cuenta de que todos sus esfuerzos habían sido en vano. Su marido, Nathaniel, siempre la trataba como a una mierda, porque su amor ya pertenecía a otra mujer. Se dijo a sí misma: "¡Ya basta! He terminado de malgastar mi tiempo con un hombre desagradecido". El corazón de Lucinda se rompió en pedazos, pero de todos modos, reunió el valor para pedir el divorcio. La noticia causó un gran revuelo en Internet. ¿Una joven rica que acababa de divorciarse de su marido? ¡La mujer soñada! Innumerables directores ejecutivos y jóvenes apuestos acudieron a ella como abejas a la miel. Nathaniel no aguantó más. Dio una rueda de prensa y suplicó con los ojos llorosos: "Te quiero, Lucinda. No puedo vivir sin ti. Por favor, vuelve a mí". ¿Le dará Lucinda una segunda oportunidad? Siga leyendo para descubrirlo.
Clara Goodman, es la primogénita de la familia Goodman, una familia de empresarios de Nueva Zelanda, su madre murió cuando ella tenía seis años, y su padre volvió a casarse poco después con una mujer que la odiaba, más aún cuando nació su hija, y hermana de Clara, Karen, a la que su madrastra consideraba la verdadera heredera de la fortuna Goodman. Justo por eso hace que la vida de Clara durante su infancia un auténtico infierno. Los años más felices de la heredera, fueron cuando fue enviada por su padre, que desconocía lo que verdaderamente pasaba en su casa, a los Estados Unidos, exactamente a Washington, para estudiar en la Universidad, cumpliendo así la promesa que le hizo a la madre de Clara. Una noche que una compañera de la universidad le hicieron una jugada, tras emborracharla, Clara acabó pasando la noche con un desconocido, que resulto ser el multimillonario turco más poderoso de Asía, Azize Osman, Dueño del grupo Osman. A la mañana siguiente, Clara huyó, avergonzada sin dejar rastro de quién era ella, por el contario Azize pensó, en un principio, que ella era mujer de la noche, hasta que descubrió unas manchas rojas entre las sábanas, y supo que él había sido su primer hombre, y eso él nunca lo olvidaría. Pero lo peor estaba por llegar, cuando dos meses después Clara descubrió que estaba embarazada. Ella quiso pedir ayuda a su padre, pero eso nunca llegó, gracias a la manipulación de su madrastra, que le ofreció una cantidad de dinero enorme para que pudiera vivir, a cambio de que ella rechazara su herencia, todo lo que Clara conocía acabó, fue así como Clara se encontró embarazada, y expulsada de su familia. Pero todo cambio siete años después, cuando el inteligente hijo de Clara, Mack Goodman, quiso saber quién era su padre biológico, y gracias a su excepcional inteligencia, y a sus habilidades informáticas de genio, sin que su trabajadora y famosa arquitecta madre lo supiera, no sólo descubrió quien era, sino que, además, ideo un plan para que ambos estuvieran juntos para siempre. ¿Saldrá el plan como quiere este pequeño genio? ¿Es ya demasiado tarde? ¿Podrá Clara vengarse de quiénes le hicieron tanto daño? Muchas preguntas por responder, en mi próxima novela.
Ailan Caroline Miller rica heredera se prometió que ningún hombre la querría por su dinero, se trasladó a trabajar como jefa de diseño a las empresas de su familia en Londres, vivía como una chica normal. Conoció a Walter Patel, y dos meses después, y se casó con él. Casi desde el primer momento se arrepintió de su matrimonio, vivían con su suegra, que la trataba fatal. Para colmo, su mellizo, Roy William trasladó la sede central del grupo Miller, a Londres, para estar cerca de ella. Todos estalló el día que, sorprendido a su marido en una fiesta con dos mujeres, le pidió el divorcio, y se fue, en un hotel, donde acabo con todas las botellas del bar de su habitación, y pidió un hombre para esa noche, en su borrachera, salió a buscar a su acompañante, y se equivocó de habitación, pasando a la noche con un desconocido, que resultó ser Finlay Alacintye, el multimillonario presidente de M.F.P. Global multinacional, que la confundió con un regalo de un amigo, a la mañana siguiente ella huyó dejando su tarjeta de identidad, la de su verdadera identidad. Así que tomo una decisión, sólo había una única compensación posible para él. Ella era suya, y para siempre.
Fernando Laureti es la oveja negra de la familia; un joven alegre, creído y seductor que está acostumbrado a llevar a las mujeres que les gusta a su cama. Su padre, Demetrio Laureti cansado de su promiscuidad, decide poner a su cargo la empresa que tiene en París, con el simple propósito de alejarlos de sus mujeres y de el BDSM, pero no será nada fácil, conoce a Samantha Mercier, una mujer de carácter fuerte, hermosa y decidida que no se la pondrá nada fácil, logrando con eso que el CEO se obsesione con llevarla a su cama y convertirla en su sumisa, acto que ella no cederá, porque le gritara en la cara cuántas veces se necesario: ¡No seré tu sumisa!