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Me enamoré profundamente de Agustín, sin embargo él ponía una distancia enorme entre nosotros, su excusa era que soy menor de edad y que me lleva 12 años, pero yo no bajé los brazos, lo iba a conquistar a cualquier precio. Sabía que me deseaba, eso lo veía en sus ojos, por lo que decidí acorralarlo cada vez que tuve la oportunidad. Cuando cumplí 18 años, todo cambió, tuve su amor incondicional, sin embargo nunca pensé que tendría que ser yo, la que con mucho dolor, lo abandonaría. * En Argentina se llama pendeja/jo a Mujer/hombre muy joven o adolescente, puede ser despectiva o cariñosamente. *La historia de Any comienza en Mi primer amor, Ivana y Willy.
By Agustín
Any estaba desconocía.
Su cuerpo era simplemente la definición de lujuria y su carita perfecta y aniñada, hacían que me pierda mirándola, su mirada era tan expresiva que me gritaba todo lo que ella callaba o yo interpretaba lo que mi sucia mente quería y mi cuerpo anhelaba.
Cuando la vi la llorar porque no quería que su padre tenga pareja, me acerqué sin poder evitarlo, con ella estaba Ivana y entre los dos le hablamos, inmediatamente se acercó Willy, ya sé que si estoy cerca de su esposa lo voy a tener en la nuca, Ivana es una mujer increíble, pero sé que es ajena, más que ajena, es la esposa de un amigo, ella misma es una gran amiga y la ayudaría corriendo si necesitara de mí, pero también lo haría por Ludmila y por Brisa o Priscila.
Se notaba la atracción que se tienen con Willy y que su historia no es de ahora.
Algunas veces la ayudé, sin que me lo pidiera, para poner celoso a Willy y que deje de perder el tiempo con la tonta de Luana o con cualquier otra que se le cruzase.
Es uno de mis mejores amigos, y me encanta molestarlo, porque enseguida salta como leche hervida, pero en ese caso se lo merecía, tenía que reaccionar, estaba en juego su felicidad y la de Ivana.
Últimamente en las reuniones que hacemos con nuestro grupo de amigos, está Any, la sobrina de Ivana.
La vi crecer y transformarse en la chica preciosa que es hoy.
Hará casi dos años, cuando la fuimos a buscar a su casa, quedé impactado por su belleza, Claro que tenía cerca de 15 años y guardé toda esa sensación bién adentro, escondida, para que nadie se entere, ni siquiera yo mismo quería reconocer que me produjo, porque era una nena.
Porque ese día me hizo sentir cosas que no quisiera confesar y era una niña, tal vez no era una niña, pero sí una adolescente y yo tenía 27 años, no debía ni mirarla.
Cuando asistía a las reuniones, se vestía muy provocativa, y con esa carita infantil y en contraste, ese cuerpo infartante, me volvía loco, no podía ni disimular, un par de veces, Willy me encontró mirándole el culo y se puso loco, no era su sobrina, pero era la sobrina de su esposa, y todos sabíamos cómo protegía Ivana a Any, sobre todo luego luego de la muerte de su madre.
No está en mí intentar seducirla, no se me había ocurrido, pero cada día que pasaba, la atracción que sentía por ella era mayor.
Cuando me abrazó, en el salón de fiesta, no me animé a abrazarla para contenerla, hasta que los dos locos me dieron el ok.
Digo locos, porque son capaces de matarme se me propaso con Any, encima, estaba su padre, aunque se lo veía muy entretenido con Paula.
Se merece ser feliz, es un hombre joven y Paula es divina.
Any me lleva de la mano al tobogán, es un juego para adultos.
-Nos tiramos juntos, vos atrás me agarrás con tus piernas para no levantar mucha velocidad.
-No puedo ponerte entre mis piernas.
Le digo casi con miedo.
-¿A vos también te da vértigo?
-Any... yo...me matan si me ven abrazándote y metiéndote entre mis piernas.
Estoy nervioso y tartamudeando, en ese momento no hay nada del galán que llevo dentro.
-¿Por qué? ¿Qué estás pensando?
Mierda ¿Me está seduciendo?
No, es inocente, es una adolescente, aunque... se crió con Ivana y Ludmila y siempre le hablaron de todo y con palabras claras.
-Any, yo...
Giró y cuando lo hizo, quedó pegadita a mí, en ese instante apelé a toda mi voluntad, me estaba controlando para no abrazarla, para no excitarme, porque estaba tan cerca que olía su aliento, y para que mi chico no me traicione, no quería sentirla cerca, ni rozarla, ni nada, yo miraba a todos lados rogando que no nos viera alguien y malinterprete la situación, tal vez era por todo lo que tenía en mi cabeza con respecto a Any.
-Dale, subamos y después vemos.
Está subiendo delante mío, dejándome la vista clavada en su culo.
Llegamos al último peldaño y se paró en seco, yo di un paso más y la rocé, ya estaba durísimo, me alejé como si me quemara, que de hecho fue así.
Era una especie de cabina cerrada y apenas terminas de subir, no te ven, salvo que estén subiendo y ya a punto de entrar a la cabina.
-Cuidado, te vas a caer si caminas para atrás.
-Estoy bien, tirate, te sigo.
-Habíamos quedado en tirarnos juntos.
-Any, no puedo.
Sonríe con picardía.
-Mis tíos no se avivaron de este lugar.
-¿A qué te referís?
-Que... es un secreto, como yo estoy siempre con Ivana y Ludmila me entero de muchas cosas...
-¿Qué cosas?
No sé de lo que está hablando.
-Que se la pasan teniendo sexo en todos lados, en la cocina de Brisa... bueno ahí los vi yo.
-¿Viste a Willy desnudo?
Le pregunto asombrado y con cierto recelo.
-No, justo que entré, él estaba de espalda, y con los pantalones un poco bajos, no vi nada en sí, sólo adiviné los movimientos, y salí rápido, también lo hicieron en la oficina de Ivana, ahí quedó embarazada, o tal vez al día siguiente en la ducha.
Me dice con una sonrisa y sin una gota de pudor.
-¿No sos chica para enterarte de todo ésto?
-Pensé que me veías como una mujer.
-Sí...pero no.
-Te cuento, también lo hicieron en el casamiento de Priscila.
-¿Qué?
No termino de entender cómo estoy teniendo esta conversación con Any y a esta altura creo que mis amigos están locos y son más osados que yo.
-Son dos conejos, eso les dice siempre Ludmila y tamb...
-Basta, no está bien que cuentes intimidades de tus tíos.
-No lo hago, solo digo que si lo hacen acá, no los vería nadie.
Me dice luego de contarme unas cuántas intimidades de Ivana y Willy.
-Bajemos.
No quiero que piensen que estoy con Any, quizás nadie pensaría mal, pero...mi mente me sigue traicionando
-¿No te gusta charlar conmigo?
-Any...bajemos.
Se acercó peligrosamente.
-¿Me ves como a una nena o como a una mujer?
-Any alejate, nos pueden ver y...
-No me contestaste.
Estoy perdiendo el control, no puedo hacer nada, es menor de edad.
Es menor de edad y vos sos un hombre.
Me repito eso continuamente, pero mis sentidos se están nublando, mi respiración está agitada, mi cuerpo vibra, nunca la tuve tan cerca.
-Any soy un hombre, no esos chicos con los que salís.
Me miró y juro que soy yo el que está más nervioso de los dos.
Levantó la cabeza y prácticamente me estaba rozando con sus labios.
-Any, por favor alejate, sos menor de edad, si te beso, voy a tener problemas, muchos.
-¿Te gusto?
Dios, ésto es una tortura.
-No tenés idea cuanto me gustas.
Confieso al fin.
Mi voluntad estaba casi quebrada.
-No lo creo.
-Any, alejate.
-¿Por qué?
-Porque soy un hombre que me muero por besarte y vos sos una nena.
-¿Estás seguro que soy una nena? Que sea virgen no significa que sea una nena.
-Mierda Any, alejate, me estás acorralando, no me puedo mover y estás jugando con fuego.
-Ya sé, te beso yo, también me gustás.
Se pegó a mi cuerpo y me buscó los labios.
No pude más.
Estallé y no tenía control de nada.
La abracé estrujándola contra mi cuerpo y la besé con todas mis ganas, sé que ella estaba sintiendo en su estómago, mi pene caliente y duro, pero no se alejó, es más, la sentí temblar en mis brazos, mis manos se agarraron de su cola, la quería fundir en mí.
Reaccioné cuando me di cuenta que una de mis manos ya la tenía dentro de su tanguita y sentí su gemido, sentí su húmedad, más que eso, estaba mojada y yo controlándome, porque mi miembro estaba palpitando, casi por eyacular.
¿A qué estoy jugando?
La solté, ahora sí, estoy más que asustado y ya no lo estoy por si alguien nos veía, sino por lo que sentí y porque entiendo que no está bien, es menor de edad.
Ella me buscó, pero hasta me dijo que era virgen...virgen...
-Any, por favor bajá, ésto está mal y vos lo sabés.
-Pero me gustó.
A esta altura era yo quién temblaba, no le podía decir cuánto me había gustado a mí sentirla así, estaba hasta turbado.
-Any, por favor, se enteran que te besé y me matan.
Pongo como excusa a mis amigos, realmente necesito salir de allí y alejarme de ella.
-También me tocaste.
-¡BAJA YA!
Por fin bajó.
Es una locura lo que hice, no me controlé en absoluto y ésta pendeja me está volviendo loco.
Jamás estuve tan caliente como para eyacular en mi ropa, me duele todo por aguantar.
No entiendo la atracción casi salvaje que siento por ella, a esta altura no lo podía negar.
Se que no puedo pasar la barrera, eso es definitivo y lo tengo claro, no puedo tener relaciones con ella.
Apenas logré que me bajara un poco la erección, me tiré por el tobogán, no podía ni mirar a mis amigos.
Edith no podía entender por qué su marido, su gran amor, se había suicidado, ella nunca creyó que él podría tomar semejante decisión. Se encontró sola, teniendo que hacer frente a gastos que no tenía cómo cubrir y no quería despojar a su hijo de la casa en donde había crecido, venderla no era una opción. Cuando una amiga le propuso bailar en el club de strippers de más categoría de la ciudad, luego de dudarlo, aceptó, saldría al escenario camuflada y nadie sabría quién era ella. Lejos quedó la dama de alta sociedad que un día había sido, aunque su belleza y elegancia resaltaba entre miles de mujeres. Ella sólo quería que su hijo ingrese a la facultad y tenga una vida digna. Todo se complicó, cuando el jefe de su hijo, uno de los hombres más importantes de la ciudad, descubrió su verdadera identidad.
El amor entre ellos surgió como por arte de magia, ambos eran médicos y la mejor amiga de la bella doctora era cuñada de Ramiro, ellos estaban compartiendo sus vacaciones. Era tan profundo lo que ellos sentían, que pensaban que al volver a su país, estaban en una pequeña ciudad cerca de la frontera, pronto se casarían y estarían unidos para siempre. De pronto el mundo cambió, tuvo lugar la pandemia del COVID, se cerraron las fronteras y ambos quedaron atrapados en el país vecino, decidieron colaborar en la clínica de la pequeña ciudad. Rocío terminó por contagiarse de ese cruel virus, que arrasó con media ciudad. La tuvieron que intubar, y aunque Ramiro quería quedarse a su lado todo el tiempo, los casos se multiplicaban y tenía que atenderlos. Una enfermera, que siempre estuvo celosa de la bella médica, dejó de suministrarle los medicamentos, en lugar de empeorar, Rocío recuperaba de a ratos la conciencia, en un momento Rocío tuvo una pequeña arritmia, un pequeño preinfarto, Charo, la enfermera, se apresuró a desconectarla, diciendo que había fallecido, amenazando a los médicos residentes, inventando que tenía un romance con Ramiro, que era el médico más importante, logró que metieran el cuerpo de Rocío en una bolso mortuoria, sin avisarle a él. Rocío logró recuperarse y con ayuda del destino, pudo salir de la bolsa mortuoria y de la ambulancia llena de cadáveres. Luego de esconderse en la que fuera la casa de sus padres, volvió a Argentina, el médico de la clínica en donde ella trabajaba, la acogió, protegió y le propuso matrimonio, ya que siempre estuvo enamorada de ella. Por agradecimiento, aceptó la propuesta, ya que sólo confiaba en él, un año después su esposo, fallece de cáncer, dejándole como herencia sus clínicas y una cuantiosa fortuna.
Tenía 6 años cuando en la puerta de mi casa apareció una mujer con una niña de mi edad, diciendo que esa pequeña también era hija de mi padre. Recuerdo a mi madre llorar y subirnos a su auto, luego de viajar un rato, el auto comenzó a hacer trompos y volcamos, mi mamá falleció en ese accidente, aún siento las lágrimas de mi papá al rescatarme de entre los fierros retorcidos. Esa mujer se instaló en mi casa, haciendo de mi vida un infierno inimaginable, luego de unos años, ellos se casaron y Rosie, mi media hermana, pasó a llevar mi mismo apellido, si su madre me torturaba ella fue la alumna que superó a la maestra. Intentó ahogarme cuando tenía 15 años, y a mis 19, organizó un plan para que me violaran. Mi padre falleció de una enfermedad terminal, casi en la ruina. Yo me quedé sola, sintiéndome culpable de su muerte, prácticamente en la calle, con un ser en mis entrañas y sin saber quién era su padre, pero… mi progenitor siempre estuvo mil pasos adelante, nada es lo que parece y cada cuál tiene su merecido.
Cuando Gonzalo, un importante ceo, tan atractivo como egoísta, abandona a Elizabeth, su bella, sensual y fina esposa, sin importarle que ella tenga un embarazo de 8 meses y que su hijo de 5 años, vaya a sufrir por su ausencia, no se imagina jamás lo caro que le va a costar su capricho, porque sí, él se había encaprichado con una mujer que se cruzó en su camino en el momento en que Elizabeth tenía que hacer reposo absoluto por su embarazo. No tarda en darse cuenta de su equivocación, pero su orgullo, sumado a su estupidez, le impiden acercarse a su familia y pedir perdón, más tarde todo se vuelve en su contra y tiene la sensación que nunca va a remendar el desastre que provocó con sus acciones.
Todo se complica cuando la competencia de dos mujeres va más allá de lo estipulado y pasan ciertos límites cruzando las fronteras permitidas, sin embargo ellas no son las únicas que compiten, también lo hacen los dos primos, que terminan exponiendo situaciones y exponiendolas a ellas, quienes son señaladas por la sociedad, sin embargo, ellos pretenden luchar hasta las últimas consecuencias para lograr limpiar el nombre de las dos bellas muchachas, no obstante, los celos y la venganza, separan a las dos parejas que finalmente se formaron.
Para Alejandro, un Ceo poderoso, millonario, atractivo, mujeriego y caprichoso, fue una sorpresa que su nueva secretaria se negase a acostarse con él, cuando todas caían a sus pies. Tal vez por eso ninguna le duraba más de dos semanas, es que se cansaba rápidamente de ellas, sin embargo, Valeria se negó, provocando que él la persiguiera pensando distintas estrategias para lograr su cometido, eso sin dejar de lado su diversión con las demás mujeres. Sin darse cuenta, Valeria se convirtió en su mano derecha y él la necesitaba hasta para respirar, no obstante no reconoció su amor hasta que ella llegó a su límite y partió.
Paola Fischer vive un matrimonio aparentemente feliz hasta el día en que, al regresar a casa, encuentra a su esposo, Lucas Hotman, en la cama con su secretaria, Rose Evans. La traición la deja destrozada, y, sin saber cómo enfrentar el dolor, se marcha de su hogar. Esa noche, en un bar, conoce a un enigmático desconocido que le ofrece una compañía inesperada. Buscando escapar de su desilusión, Paola se entrega a una noche de pasión con él, dejando que el dolor de su traición se diluya en la intimidad. Al día siguiente, trata de seguir adelante, pero pronto se enfrenta a una sorpresa que cambia el curso de su vida: está embarazada, y el padre no es Lucas, sino aquel hombre al que apenas conoció.
Durante tres arduos años, Emily se esforzó por ser la esposa perfecta de Braiden, pero él todavía se mantenía distante con ella. Cuando él le pidió el divorcio por otra mujer, Emily desapareció. Sin embargo, cuando reapareció más tarde, se convirtió en su última fantasía. Despidiendo a su ex con una sonrisa burlona, ella le desafió: "¿Te interesa una colaboración? ¿Quién te crees que eres?". Los hombres no le servían para nada; Emily prefería la independencia. Mientras Braiden la cortejaba sin descanso, descubrió las identidades secretas de Emily: hacker de alto nivel, chef, médica, talladora de jade, corredora clandestina... Cada descubrimiento aumentaba el desconcierto de Braiden. ¿Por qué los conocimientos de Emily parecían ilimitados? El mensaje de Emily era claro: destacaba en todos los aspectos.
Claire se despertó en el hospital con un dolor inmenso después de sufrir un terrible accidente automovilístico. Pensó que su esposo, casado hace tres años, vendría a verla, ¡pero se fue derecho a la sala de al lado para cuidar a otra mujer! Como si eso no fuera suficiente, ¡incluso amenazó con meterla en la cárcel por esa mujer! "Me diste 500 millones en compensación, ¿no? Ahora quiero cambiarlos por una bofetada en la cara". Claire miró fríamente a su esposo, Darren, "Divorciémonos". En ese momento, Claire lamentó haber desperdiciado tres preciosos años tratando de ganar el corazón de Darren. Era hora de poner fin a todo esto.
Rena se acostó con Waylen una noche cuando estaba borracha. Y como ella necesitaba su ayuda mientras él se sentía atraído por su belleza juvenil, lo que se suponía que sería una aventura de una noche se convirtió en algo más. Todo iba bien hasta que Rena descubrió que el corazón de Waylen pertenecía a otra mujer. Cuando esa mujer regresó, dejó de volver a casa, dejándola sola por muchas noches. Finalmente, un día, la pobre chica recibió un cheque y unas palabras de despedida. Para sorpresa de Waylen, Rena solo sonrió y dijo: "Fue divertido mientras estuvimos juntos, Waylen. Pero espero que no nos volvamos a ver nunca más. Que tengas una buena vida". Sin embargo, por voluntad del destino, los dos se volvieron a encontrar. Al ver que Rena tenía a otro hombre a su lado, los ojos de Waylen ardieron de celos y gritó: "¿Cómo diablos lograste seguir adelante? ¡Pensé que solo me amabas a mí!". "¡Es pasado!", Rena se burló, "hay demasiados hombres en este mundo, Waylen. Además, tú fuiste quien pidió la ruptura. Ahora, si quieres salir conmigo, tendrás que hacer cola". Al día siguiente, Rena recibió un anillo de diamantes y un mensaje del banco de que alguien había transferido miles de millones a su cuenta. Waylen apareció, se arrodilló frente a ella y dijo: "¿Puedo saltarme la fila, Rena? Todavía te quiero".
Yo solía ser una campesina que residía en una vieja cabaña en Bristol, antes de que aquel hombre me llevara consigo para convertirme en su esposa. No entendía por qué me había elegido, una simple campesina sin conocimientos de lectura o escritura, pero me sentía afortunada, aunque mi mayor error fue confiar en él debido a mi ignorancia, incluso llegué a enamorarme de Benjamín Worsley, lo cual resultó ser mi sentencia de muerte, literalmente. Lo más extraño de todo fue que después de la boda, ese cariño que él me demostraba desapareció. El verdadero Benjamín mostró su lado más frío, ni siquiera me tocó en nuestra primera noche juntos, ni en las siguientes. Poco después, comenzó mi verdadero tormento. Benjamín trajo a una mujer al castillo Worsley, y supe por las sirvientas, que me odiaban, que era su ex prometida. Para empeorar las cosas, ella afirmaba estar embarazada de él, y Benjamín no lo negó. Viví bajo el mismo techo que su amante, pero a diferencia de ella, yo no tenía libertad. El castillo era como una prisión, y casarme con ese monstruo resultó ser un infierno. Cosas extrañas empezaron a suceder; mi esposo y su familia eran personas extrañas, y nunca debí haber descubierto el secreto que guardaba esa familia, ni por qué se casó conmigo en primer lugar. El propósito era espeluznante, al igual que él. Sobre todo: NUNCA DEBÍ CASARME CON EL MONSTRUO.
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