undo gira tan vertiginosamente q
tico, para ella, lograr convencerlo de viajar a Estados Unidos representaba una pequeña victoria sobre las arraigadas tr
frutan enormemente esta experiencia-Aisha le dio un tiern
Fariye y Mohamed habían cumplido ya cuatro años, el pequeño Ahmed t
eran por tenerse el uno al otro, Ahmed agradecía profundam
lado todos estos años -pronunció Ahmed con gratitud, mientras deposi
r a los pequeños junto a Basima, la orgullosa abuela que, con una sonr
neciendo abrazados, sumergidos en la calidez
del árabe, Ahmed soltó a su espos
se acercó rápidamente tras él, observándolo con pr
de sorpresa y dolor, como si estuviera co
usión, un sueño del cual aún no he
de Ahmed, intenta
tás asustando -imploró, sintiend
primera vez que Aisha sintió de él rechazó, el árabe avanzó unos pasos más, hasta
esto posible? -Preguntó con u
oso, y al escuchar la vehemente pregunta de Ahmed, comprendió de repente lo que estaba pasando,
ue aquello no era más que un sueño, pero ante él es
-dijo la mujer, con un mat
uerpo no podría sostenerse más y desfallecería, sentía que el aire que respiraba n
parecían arder en su garganta, buscando desesperadamente una ex
mujer con lágrimas en sus ojos, mientras su
presencia de Aisha y se acercó a la mujer tomando su
e o pronunciar palabra, no pudo decir nada c
pequeños, ajenas al drama que se había des
queño hijo, sin contestar de inmediato, luchando por contener
yo comeré uno más tarde. -Dijo con l
go estaba sucediendo, con prudencia, llevó a los pequeños
si hubieras visto un fantasma, ¡Habla, por Alá! ¿Dónde está mi h
recía negarse a salir, la ansiedad se apoderaba de ella, y su corazón latía
regresará en un momento -dijo con un tono
diendo, no le correspondía hacerlo, se sen
lgo importante estaba ocurriendo, su instinto d
encontraba sentado frente a la mujer pelirroja, q
Por Alá, Lyna, debes de
tel cercano -respondió finalme
erlos -insistió Ahmed, deses
ado todo lo que lo rodeaba, su ún
os hablar seriamente -declar
os, ¿Cómo fuiste capaz de hacerme creer que habían muert
o, aquel día en que lo vio en su oficina con
e engañabas, pero fue demasiado doloroso verlo con mis propios ojos, me sentí traic
o. -Había un tono de amargura en la voz de Ahmed, en su men
on nuestro auto antes de llegar al aero
r aquellas palabras, pero Lyna continuó con su relato, i
al volante, nos ordenaron bajar la mirada y no mirarlos directamente, debíamos guardar silencio, de lo contrario, amenazaron con
soportar junto a nuestros hijos durante todos estos años -sus
la ciudad, cuando finalmente bajamos, me sor
scapar el nombre de su
er contraído matrimonio, tus hijos y yo pagamos caro el precio por el odio que tu her
no entiendo cómo pudo ll
rar una manera de escapar junto a nuestros hi
ó Ahmed, sintiendo urgencia por comprender
ía un gran temor, Arkham amenazó con quitarle la vida a nuestros hijos si me atrevía a escapar, no estaba
to de lo ocurrido? -pr
ágrimas brotaran por sus ojos m
gran fortaleza para mí, apoyándome en los momentos más oscuros, logré comunicarme con ello
me estás contando -susurró Ahmed, con el co
o directamente a los ojos, aunque fingió no saber, había estado pend
er evitarlo, y comenzó a juga
sufrí en silencio durante mucho tiempo -confesó él, t
ueltas, solo dilo -le instó ella, mientr
finalmente admitiendo la verdad, pudo ver que e
honesta de su aún esposo, deseaba con todo el corazón