¿Qué haces cuando tu vida cambia drásticamente? Te sientes perdido y no sabes qué hacer ante lo que viene. Ahmed jamás imaginó que su vida daría un giro de esa magnitud, Aisha es el amor de su vida, tiene una vida feliz junto a ella y sus hijos, ahora el pasado ha regresado, y él no sabe que hacer ante eso, se encuentra entre la espada y la pared, entre dos mujeres, dividido por completo entre el pasado y el presente. Aisha cree que su mundo perfecto se está derrumbando, estaba segura del amor de su esposo, jamás hubiera pensado que podría perderlo, pero ahora el miedo la invade, si quiere permanecer junto a él, tendrá que aceptar leyes y situaciones que considera degradantes, se verá envuelta de nuevo en extrañas tradiciones, pero tiene una gran ventaja, la mujer que antes fue su mayor enemiga, ahora es su gran aliada. Lyna ha decidido regresar después de todos esos años, piensa recuperar lo que cree que le pertenece por derecho, luchará por lograrlo, y por poner a sus hijos en el lugar que merecen.
¿Alguna vez has sentido que tu mundo gira tan vertiginosamente que piensas que no va a detenerse?
La sonrisa de Ahmed iluminaba su rostro mientras observaba a Aisha y a sus hijos sumidos en la diversión del parque temático, para ella, lograr convencerlo de viajar a Estados Unidos representaba una pequeña victoria sobre las arraigadas tradiciones que los rodeaban, era un deleite poder escapar, aunque fuera temporalmente, de las agobiantes responsabilidades.
-Gracias, amor, nuestros hijos aún son pequeños, pero disfrutan enormemente esta experiencia-Aisha le dio un tierno beso, Ahmed sonrió, los pequeños aplaudieron al verles.
Tres hermosos hijos eran el fruto del gran amor que se prodigaban, Fariye y Mohamed habían cumplido ya cuatro años, el pequeño Ahmed tenía solo uno, pero a paso lento ya caminaba detrás de sus hermanos.
La pareja era plenamente consciente de lo afortunados que eran por tenerse el uno al otro, Ahmed agradecía profundamente a Alá por la familia con la que había sido bendecido.
-Jamás terminaré de agradecerte la dicha y felicidad que me has regalado todos estos años -pronunció Ahmed con gratitud, mientras depositaba un tierno beso en las manos de la mujer que ocupaba su corazón.
En ese preciso instante, la nana se aproximó con discreción para llevar a los pequeños junto a Basima, la orgullosa abuela que, con una sonrisa amorosa, se dispuso a llevarlos a disfrutar de un delicioso helado.
Ahmed y Aisha los observaron alejarse, permaneciendo abrazados, sumergidos en la calidez de su amor, sin embargo, de pronto, un gesto
de asombro apareció en el rostro del árabe, Ahmed soltó a su esposa para avanzar unos cuantos pasos.
-¿Ocurre algo, Ahmed? Contesta, por favor. -Aisha se acercó rápidamente tras él, observándolo con preocupación mientras él parecía ignorar su presencia.
El semblante de Ahmed reflejaba una mezcla de sorpresa y dolor, como si estuviera contemplando algo que desafiaba toda lógica.
-No puede ser, esto debe ser una ilusión, un sueño del cual aún no he despertado -murmuró con incredulidad.
Aisha tomó la mano de Ahmed, intentando reconfortarlo.
-Amor, por favor, háblame, me estás asustando -imploró, sintiendo la inquietud crecer en su pecho.
Pero Ahmed parecía estar bajo el influjo de algún hechizo, soltó su mano, fue la primera vez que Aisha sintió de él rechazó, el árabe avanzó unos pasos más, hasta detenerse frente a una mujer que lo miraba fijamente con sus intensos ojos verdes.
-Estás aquí, ¿Cómo puede ser esto posible? -Preguntó con un hilo de voz apenas audible.
En ese momento, Aisha contempló a la hermosa mujer de cabello rojizo que estaba frente a su esposo, y al escuchar la vehemente pregunta de Ahmed, comprendió de repente lo que estaba pasando, un escalofrío recorrió su espina dorsal mientras sentía cómo su sangre se helaba en las venas.
Ahmed alzó su mano, con el deseo de asegurarse de que aquello no era más que un sueño, pero ante él estaba la figura real de la mujer de cabellos rojizos.
-Ahmed, soy yo, lo siento -dijo la mujer, con un matiz de pesar en sus palabras.
El corazón de Aisha latía desbocado en su pecho, y por un instante, pensó que su cuerpo no podría sostenerse más y desfallecería, sentía que el aire que respiraba no llenaba sus pulmones, era como si el piso a su alrededor se estuviera hundiendo.
-¿Por qué? -Ahmed balbuceó con angustia, mientras las palabras parecían arder en su garganta, buscando desesperadamente una explicación que le permitiera comprender lo que estaba sucediendo.
-Lo siento, en verdad lo siento -pronunció la mujer con lágrimas en sus ojos, mientras su mirada se encontraba fijamente con la de Ahmed.
En ese instante, Ahmed pareció olvidar por completo la presencia de Aisha y se acercó a la mujer tomando su mano, deseaba hablar con ella en un lugar más privado.
Aisha se quedó paralizada, incapaz de moverse o pronunciar palabra, no pudo decir nada cuando la mujer y su esposo pasaron a su lado.
Pronto, Basima y la nana regresaron con los pequeños, ajenas al drama que se había desplegado, Basima notó la ausencia de su hijo.
-Mamá, ¿Quieres probar mi helado? -Aisha volteó a ver a su pequeño hijo, sin contestar de inmediato, luchando por contener las lágrimas que amenazaban con escapar en cualquier momento.
-No, mi amor, se ve delicioso, pero yo comeré uno más tarde. -Dijo con la voz quebrada por aguantar el llanto.
Basima, era una mujer experimentada, notó enseguida que algo estaba sucediendo, con prudencia, llevó a los pequeños hasta una mesa y pidió a la nana que se quedara con ellos.
-Hija, ¿Qué ocurre? Por el semblante que presentas, parece como si hubieras visto un fantasma, ¡Habla, por Alá! ¿Dónde está mi hijo? No puedo verlo por ningún lado -exclamó Basima, preocupada.
Aisha hizo un esfuerzo para encontrar las palabras adecuadas, pero su voz parecía negarse a salir, la ansiedad se apoderaba de ella, y su corazón latía acelerado dentro de su pecho, sin embargo, trató de tranquilizar a su suegra.
-Estoy bien, madre, no se preocupe, Ahmed regresará en un momento -dijo con un tono forzado, intentando ocultar sus emociones.
Aisha decidió no contar lo que estaba sucediendo, no le correspondía hacerlo, se sentó junto a sus hijos intentando distraerse.
Basima la miró con inquietud, percibiendo que algo importante estaba ocurriendo, su instinto de madre le indicaba que algo estaba sucediendo.
En una mesa del interior del restaurante, Ahmed se encontraba sentado frente a la mujer pelirroja, quien aún no respondía a sus preguntas, solo lloraba.
-¿Dónde están mis hijos? Por Alá, Lyna, debes decirlo -rogó desesperado.
-Están con mis padres en un hotel cercano -respondió finalmente Lyna, conteniendo su llanto.
-Entonces, vamos, necesito verlos -insistió Ahmed, desesperado por reunirse con ellos.
Por un momento, Ahmed había olvidado todo lo que lo rodeaba, su único deseo era estar con sus hijos.
-Los verás, pero antes debemos hablar seriamente -declaró ella, logrando componerse.
-Habla, dime en dónde demonios has estado todos estos años, ¿Cómo fuiste capaz de hacerme creer que habían muerto? -exclamó Ahmed, sintiendo una mezcla de furia y dolor.
Con voz temblorosa, Lyna compartió lo sucedido, aquel día en que lo vio en su oficina con otra mujer, fue un golpe devastador para ella.
-Ese día sentí que mi corazón se desgarraba, Ahmed, no pude soportarlo, sabía que me engañabas, pero fue demasiado doloroso verlo con mis propios ojos, me sentí traicionada y destruida -confesó Lyna, luchando contra el dolor que le embargaba el alma.
-Lo siento, créeme que me he pagado con creces haberlo hecho. -Había un tono de amargura en la voz de Ahmed, en su mente y en su corazón se agolpaba un torbellino de sentimientos.
-Jamás abordamos ese avión, interceptaron nuestro auto antes de llegar al aeropuerto -susurró Lyna con voz temblorosa.
El semblante de Ahmed se tornó aún más pálido al escuchar aquellas palabras, pero Lyna continuó con su relato, incapaz de contener las emociones que inundaban su corazón.
-No supe qué estaba ocurriendo, tenía tanto miedo, sometieron a los guardaespaldas, bajaron al chofer y otro hombre tomó su lugar al volante, nos ordenaron bajar la mirada y no mirarlos directamente, debíamos guardar silencio, de lo contrario, amenazaron con atarnos, sentí a nuestro pequeño hijo temblar de miedo, y nuestra hija, siendo tan pequeña, no entendía lo que estaba sucediendo.
-¡Por Alá! No puedo ni siquiera imaginar lo que has tenido que soportar junto a nuestros hijos durante todos estos años -susurró Ahmed, abrumado por la angustia, Lyna asintió con tristeza.
-Nos llevaron a un lugar apartado, fuera de la ciudad, cuando finalmente bajamos, me sorprendí enormemente al ver allí a tu hermano.
-¿Arkham? -Ahmed dejó escapar el nombre de su hermano con incredulidad.
-Quién más podría haber urdido algo así, sabes bien que jamás pudo perdonarnos el haber contraído matrimonio, tus hijos y yo pagamos caro el precio por el odio que tu hermano sentía por ti -susurró Lyna con pesar, recordando todo lo sucedido en el pasado.
-Pero él estuvo en Dubái, no entiendo cómo pudo llevar a cabo algo tan atroz.
-Regresó poco después, por suerte pude encontrar una manera de escapar junto a nuestros hijos, uno de sus guardias personales me ayudó.
-¿Por qué no regresaste a mi lado? -inquirió Ahmed, sintiendo urgencia por comprender las razones detrás de las decisiones de Lyna.
-Seré completamente sincera contigo, Ahmed, estaba profundamente herida por lo que me hiciste, además tenía un gran temor, Arkham amenazó con quitarle la vida a nuestros hijos si me atrevía a escapar, no estaba enterada de su muerte hasta hace poco menos de un mes, en cuanto lo supe, busqué refugio con mis padres.
-¿Ellos estaban al tanto de lo ocurrido? -preguntó con desconcieto.
Lyna asintió, dejando que las lágrimas brotaran por sus ojos mientras respondía con sinceridad.
-Sí, lo estaban, mis padres también sufrieron por el peligro que nos acechaba, han sido una gran fortaleza para mí, apoyándome en los momentos más oscuros, logré comunicarme con ellos poco después de escapar, pero les pedí guardar silencio, nuestras vidas estaban en peligro.
-Es sumamente difícil escuchar todo lo que me estás contando -susurró Ahmed, con el corazón apretado por las emociones encontradas.
-¿Quién es esa mujer que estaba junto a ti? -preguntó Lyna, mirándolo directamente a los ojos, aunque fingió no saber, había estado pendiente de todo lo que ocurría con él desde que se convirtió en Jeque.
Ahmed bajó la mirada, sin poder evitarlo, y comenzó a jugar nerviosamente con sus manos.
-Lyna, fueron demasiados años, creí que habías muerto, sufrí en silencio durante mucho tiempo -confesó él, tratando de explicar lo que había vivido en su ausencia.
-Ahmed, no es necesario que des tantas vueltas, solo dilo -le instó ella, mientras Ahmed sentía que su corazón se partía.
-Es mi esposa, lo siento, Lyna -respondió Ahmed, finalmente admitiendo la verdad, pudo ver que en el rostro de Lyna se reflejaba el sufrimiento.
-¿La amas? -preguntó, deseando escuchar la respuesta honesta de su aún esposo, deseaba con todo el corazón escuchar que su corazón aún le pertenecía por entero.
Vanessa es la más pequeña de las Coldwell, se verá obligada a seguir el camino para el que fue educada, su familia no es una familia cualquiera, en su mayoría son mujeres, solo pertenece a ella un hombre, el hermano de Vanessa, Darius. Las mujeres de la familia Coldwell son entrenadas para ser excelentes amantes, y poder así enloquecer a los hombres, hombres que son elegidos cuidadosamente debido a diferentes razones, a las chicas les son entregadas diferentes misiones, pronto será el debut de Vane, su primer objetivo es alguien muy importante, un poderoso empresario, Dante Damasco, un atractivo hombre que pertenece a una familia de mafiosos italianos, radicados en Estados Unidos, ella tendrá que conquistarlo, enloquecerlo de amor y luego botarlo, así él pagará por todo lo que ha hecho en el pasado, ¿Podrá Vane lograrlo? Su prueba más fuerte será no enamorarse, y menos debe hacerlo en su primer trabajo, en está historia se tejerán una serie de intrigas en torno a ellos, nuestros protagonistas se verán inmersos en romanticismo, amor, odio, y mucha pasión, que no solo los involucraran a ellos, también a los otros integrantes de las familias Coldwell, y Damasco.
Después de que la familia de Maya lo perdiera todo debido a la traición de su madre y la pérdida de su padre, Maya se vio obligada a asumir el control para salir adelante. A pesar de convertirse en una famosa escritora, su pasado regresa con rostro y nombre: Marcus Arched, un CEO poderoso que es una tentación irresistible. Maya se encuentra en un dilema, debatiéndose entre sucumbir a los encantos de Marcus o continuar con la venganza que ha planeado para hacer justicia a la memoria de su padre. A medida que la verdad de su pasado trágico se desvela lentamente, lucha por no perder la cordura, atrapada entre un amor apasionado y la oscuridad de la maldad de su madre. Marcus, un atractivo hombre que superó una infancia en la pobreza como hijo ilegítimo, enfrentó duras pruebas, incluida la pérdida de su madre por una enfermedad incurable. Ahora, convertido en el CEO más poderoso y codiciado, está dispuesto a todo por mantener a su lado a la mujer que se ha convertido en su obsesión, sin saber que es la hija de una mujer, que aunque para él tan solo fue el medio para intentar salvar a su madre, el haber aceptado su propuesta ocasionó toda una tragedia. Sin embargo, el destino le tiene preparada una sorpresa a Marcus. ¿Podrá redimirse frente a Maya y enfrentarse a las sombras de su propio pasado? ¿Qué hará cuando se de cuenta de que cuando ella huyó de su lado, llevaba una parte de él que le había ocultado? En este torbellino de emociones, donde se entrelazan el apasionado amor y la oscura venganza, se desata una lucha épica, dejando a ambos personajes en una encrucijada que podría cambiar sus destinos para siempre.
Zeynep es obligada a casarse con un hombre al que no conoce, se encuentra en un país extraño al que llegó mediante engaños, en un pueblo con costumbres arraigadas que ella no entiende ni desea seguir, poco a poco ese hombre al que cree odiar va despertando en ella una pasión que jamás creyó sentir, la invaden sentimientos encontrados, se siente dividida, lucha entre quedarse a su lado o regresar al país del que jamás debió salir. Kerem es un hombre fuerte, apasionado, odia a Zeynep, fue obligado por sus padres a casarse con ella, siente un gran resentimiento, odia que las mujeres intenten acercarse a él desde que su antigua prometida escapó con un turista norteamericano el día de su boda, tiene sobre sus hombros la responsabilidad que su padre ha puesto sobre él, ser el próximo jefe del clan Ozturk, jefe de todos los clanes, después de un tiempo se da cuenta de que lo que siente por Zeynep no es lo que él creía. Juntos tendrán que luchar por su amor, además de intentar mantenerse a salvo después de quedar en medio de la lucha entre clanes por conservar el poder.
Cuando Anya descubre la traición de su prometido Misha con su prima Katya, su mundo se viene abajo. Herida y furiosa, una noche de escapa en un bar la lleva a conocer a Alexei, un desconocido con quien comparte más de lo que esperaba. Lo que inicia como una noche para olvidar, se convierte en un vínculo permanente, cuando un acuerdo entre sus abuelos los obliga a casarse para unir sus influyentes familias y negocios. Atrapados en un matrimonio sin amor, Alexei decide hacerle la vida difícil a Anya como venganza por lo que él cree que fue una plan para atraparlo. Mientras tanto, Anya lucha por mantener su honor y su libertad. Pero cuando las mentiras se descubren y la verdad sale a la luz, Anya y Alexei deben enfrentar no solo los fantasmas de su pasado, sino también el amor inesperado que surge entre ellos. Anya y Alexei descubrirán que a veces el corazón tiene sus propios planes. En medio de esta complicada relación, aparece Viktor, el amigo de toda la vida de Alexei, cuya presencia amenaza con cambiarlo todo. ¿Podrá el amor verdadero redimir una relación nacida desde el sufrimiento? ¿Qué hará Alexei cuando descubra que Anya huyó con Viktor llevando en su vientre a su hijo?
¿De la vista nace el amor? Dos hombres obsesionados por la misma chica. Ava es una chica muy bella e inocente, perdió la vista después del accidente en el que murieron sus padres, quedó bajo la custodia del sobrino de su padre, un hombre sin escrúpulos que la mantuvo encerrada durante años, ella ha logrado escapar ahora que sabe que quiere obligarla a ser su esposa, si lo logra podrá quedarse con la herencia que le han dejado sus padres, además de que está obsesionado con poseerla. Mateo Licciardi es un poderoso hombre de negocios que no gusta de las relaciones convencionales, ¿Amor? Eso para él no existe, hasta que el destino lo pone frente a un ángel, está decidido a todo por ella, intentara mostrarle su mundo, solo espera que lo comprenda y no se aleje de su lado, no dejará que Teodoro Miller le haga daño, los dos se enfrentaran en una lucha de poder por tenerla.
Que haces cuando no puedes perdonarte por lo pasado, cuando la vida te quitó lo más preciado, intentas levantarte de entre las cenizas, tratando de remendar tu alma, pero cuando lo intentas aparecen tus fantasmas que no te permiten escapar, hagas lo que hagas siempre aparece el miedo, ese miedo que te dice que puedes perderlo todo de nuevo. Ahmed ha perdido un pedazo de su corazón, cuando su familia murió sintió que mil fragmentos de cristal penetraron en su alma, la culpa corroe su consciencia y esta a su vez no le permite olvidar, lo martiriza día a día incluso cuando duerme, ahora la ha conocido a ella, el caprichoso destino la puso esa noche en su camino, él le ha hecho daño, intentará reparar su error aún en contra de sus tradiciones y de su familia que nuevamente intenta imponer su voluntad, tendrá que hacer valer su autoridad para lograr darle el lugar que ella merece. No permitirá que sufra, la protegerá de su familia y del terrible hombre que es su ex prometido.
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Amar y ser amada es lo que toda mujer sueña. Sin embargo, lo único que Debbie quería era el divorcio. Llevaba tres años casada con Carlos, un joven multimillonario a quien ni siquiera había visto la cara. Cuando por fin decidió poner fin a su irónico matrimonio e ir en busca de la felicidad verdadera, apareció su supuesto marido y le pidió que lo intentaran de nuevo. A partir de entonces, Carlos se sentía increíblemente atraído por el espíritu libre y salvaje de Debbie y se enamoró de ella. Él comenzaba a mimarla. Poco a poco, lo que había entre ellos se iba a convirtiéndose en una atracción irrefrenable. Esto es una extraordinaria historia de amor donde descubrirá que, a veces, el amor no está muy lejos de cada uno de nosotros.
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Kallie era una muda. Su marido la ignoró durante cinco años desde su boda, no solo esto, ella hasta sufrió un aborto por culpa de su cruel suegra. Tras el divorcio, Kallie se enteró de que su exmarido se había prometido rápidamente con la mujer que realmente amaba. Sujetando su vientre ligeramente redondeado, se dio cuenta de que él nunca se había preocupado realmente por ella. Decidida, ella lo dejó atrás, tratándolo como a un extraño. Sin embargo, tras su marcha, ese hombre recorrió el mundo para buscarla. Cuando sus caminos volvieron a cruzarse, Kallie ya había encontrado una nueva felicidad. Por primera vez, él se humilló ante ella y le suplicó: "Por favor, no me dejes...". Pero la respuesta de Kallie fue firme y despectiva, cortando cualquier vínculo entre ellos: "¡Lárgate!".