e gasolina. El partido estaba a pocos minutos de comenzar
El rostro arrugado de Cane se arrugó cuando me vio caminando hacia él. Pareció considerar la posibilid
antó las manos. -Te pag
a. Por favor. Palabras que
- Pronto no era
aba interesado en los aspectos financieros de
de la línea de salida. No es que me importara que alguien viera lo que estaba
fenderse. Agarré su mano, la torcí completamente hacia atrás y le rompí la muñeca. Aulló, acunando su mano herida contra su pecho. Nadie vino a ayu
. Señalé su rodilla. Sabí
a noche. Solo tenía trece años y antes lo atraparon en un auto de carreras. Aparentemente Remus enloqueciendo con él no le hizo entrar en razón. Corrí hacia él y los dos tipos mayores que estaban a su la
urrimiento. Demasiado genial
on con los míos. - No es que necesite estudiar. Voy a conve
í que cosas ilegales no te llevarán a la cárcel.
Remo y Nino tampoco. ¿Por qu
ocupados recuperando Las Vegas. Simplemente está
nuca. - Puedo irme solo a cas
? - Asentí hacia mi auto nuevamente. - No va a suceder. Ah
¿Golpear a ot
otras co
con tanta fuerza que temí que hubiera dañado el sensible mecanismo de cierre. Desde que llegó a