onmigo, soy yo quien soluciona
a un lado sin responder el mensaje y voy a la ofcina a buscar mi libreta
nas demandas de negociaciones internacionales para nuevos productos y las opciones de contratación de Lo
e siento en el sofá y miro el papel que dejé sobre la mesa de café. Sin contenerme, lo recojo y me quedo
foto de la mujer. Dejo el vaso a un lado, saco mi celular y escribo el n
aría hablar contigo sobre la propuesta que hice. Quizás fue un poco apresurado, pero me gustaría explicar mejor mis intenciones. ¿Puedo
speradamente y no puedo contar con ninguna de las mujeres con las que estoy en contacto. La verdad es q
rome
e hombre abrió la boca para decir mierda, y me quedé solo. Nunca en mi vida le contaría a mi padre lo que pasó en ese lugar. Y el colmo de su locura fue el mensaje que me envió por la noche. Ni siquiera me molesté en responder o me podrí
ciones en los últimos tres años. Márcia>> Llegué, abre la puerta. Doy un suspiro de alivio cuando veo el n
periódicos. Abro la puerta y por la expresión del rostro de mi amigo, debo tener un aspecto horrible. ─ ¿Pa
irte. ─ ¿Y por qué no me lo dijiste ayer por mensaje? ─ Ah, amigo, eso es sólo en persona. ─ Veo que no es
sentí ofendido. Márcia me escucha atentamente y comprende lo que hic
stoy desesperado. ─ Y pensé que esta
taba con tener relaciones sexuales sin condón hace años con alguien a q
ábrica estuviera buscando esposa - comenta, poniéndose cómodo. ─ ¿Corona? No, estoy hablando de un homb
se presentó. Davi Blanc, director ge
e dios griego? ¿Te pidió que fueras su novia? ─ envía un mensaje tras otro. ─ Cálmate. No me pidió que f
no aceptaría nada que fuera mentira.
s realmente atractivo. ─ No te lo po
No quiero meterme en problemas y
pero creo que deberías pensarlo, porque es una oportunidad para empez
tando convencerme incluso a mí mism
y vives tu vida como mujer. ─ ¡No
dón si te hice pensar que era la mejor opción. Estoy aquí para apoyarte en tu decisión, amigo. Pasamos un poco más de tiempo hablando y ella
ades y seguimos hablando mientras
antalla parpadea un número desconoc
hablar? ─ Cierro los ojos con fuerza. ¿Por qué es tan insistente? ─ ¡No! Apago mi teléfono celular y lo de
y luego empieza a jugar con su ahijado, dejándome sola con mis pensamientos. Theo se divierte con su
rio para despejar la mente y tomar el sol de la mañana. Muchas veces mi padre todavía estaba en casa cuando me fui, y cuando regresé la casa ya estaba vacía, pero hoy es dife
nto de carnes y todos los clientes lo adoran. Incluso Theo se divierte
llevar a Theo a la guardería y yo me quedaré en el mercado. N