ota
desp
tumbrada al pecho que lloraba cuando no sentía el mismo sabor de su leche. Aunque mi amiga Sofia, que es un Ángel, me ayudó algunas veces en la noche, siento que mis ojos se cierran solos y que en cualquier momento me quedaré
espero que Emma no se levante aun, abro el grifo y el agua fría cae. ¡Dios! Como extraño el agua tibia, pero mi sueldo no me alcanza
este pequeño apartamento de dos habitaciones y un baño, ella lo hizo cuando supo que necesitaría ayuda, sabia que no me quedarí
a comprar la comida, apenas queda cereal para una per
eincorporarme después de mi reposo posnatal, no se como estarán
casa de tu madre- me acerco
s un
no me gusta que modeles en esas
te!- digo caminando a mi habitación
a, mi nena ya tiene 5 meses y es una gordita preciosa con mejillas rosada
dillas, es de tirantes delgados y se ajusta a mi cuerpo. como puedo subo el cierre y tomo mi chaqueta de
ia atrás, ella sabe que hacer con Emma, no hay suf
espacio, mientras saco mi maquillaje, igual nadie me ve. Aplico sombras como ultimo retoque y lab
ntentar que no me sermoneen. Apenas entro, doy los buenos días a la secretaria de recepción qu
donde trabajo, me congelo. ¿Pero que pasa? Alguien corre por mi
a, corre mas rápido, voy hasta mi puesto y dejo mi bolso. Nece
carajos? Salgo de mi oficina que queda frente a la de mi jefa, y veo salir a una chica
unto tratando de acercarm
fa no es de las que anda despidiendo, a menos que sea algo grave. para ella el personal
nos tenemos, veo la silla gigante donde siempre se sienta mir
silla se voltea, veo a un hombre muy bello, de piel morena y cabello oscuro, no logro verlo bien
ma frase y no se si no reacciono por la impresión o porque aun ando botando la baba, y más cuando me escanea de a
anera?- levanto el mentón y me cruzo de braz
des tratar al jefe así- abro mi boca para refutarle, pero no sale
o es mi jefe,
ue venga a tiempo antes de que le quite la cabeza
ose no se qué- cuando mi jefa abre los ojos en
hombre detrás de mi y me volteo a enc
una mujer- su mandíbula se tensa, y cuando
unos minutos con ella- el hombre me da una sonrisa que da miedo y se va dejándome con un amargo sabor de boca -Dakota, hace un m
nerviosa y ella se va hasta la puerta, después qu
aste- aun sigo sin entender -Te juro que cuando le vendí la mitad de mis a
ir- yo y mi lengua, ah
n él, solo evitemos insultarlo aunq
al imbécil que tengo como jefe, con razón todos andan cor
l ogro camina hasta la de él, que está justo al frente, pero antes de ent
tenia mucho que no me sentía así, creo que por la vergüenza, porque otros hombres guapos me han mirado y no me hacen ni
o un lo siento que me deja descolocada, cuando estoy
alizo de espaldas a él
nos el piso donde trabajo, también quedaron inmóviles cuando lo escucharon, pero ahora me miran con lásti