ervios hecho trizas. No dejaba de recordar la manera en
acer, poco a poco su respiración se agitó y
tación tratando de recordar en dónde había dejado su inhalador. Tenía mucho tiempo que no lo utilizab
adamente su celular de su cartera y con sus manos temblorosa
su madre, serían dos las que tendrían una crisis nerviosa y... sus amigos no
punto que dejaba salir sus gritos. Si seguía en aquel estado
ert, tal vez él podría ayudarla, además, te
al que Robert le tomaba fotos. En un momento, con ganas de mo
soltó Cr
ya! -gruñ
pera -pidió
Por lo general, Robert no contestaba las llamadas cuando estaba en su
soltó ex
que ella lo interrumpier
, quería que fuera clara y concisa,
eció al escuchar lo mal q
da, alza más la voz, ¿qué
su rostro al ver que Robert
ayuda!, por favor, Laura -pidió Robert estresado-. ¿Cómo no quieres que me estrese? Si
y mal. Siento que voy a desmayarme, en serio, necesito que vengas
tro por lo estresad
voy para allá
as del edificio. Cristian, quien no estaba enten
ué sucede?
no sé qué tiene -informó Robert caminando a paso a
istian sin saber qué d
t entrara al ascen
lla
n su mano derecha y bajó su mira
soltó al ve
estión de minutos a su casa. Se dio cuenta que no había nadie allí. Reco
ven estaba tirada en el piso temblando y tenía
ritó Robert corrie
bert trataba de entender qué era lo que quería, así que, comenzó a buscar
nco que había caído al piso. ¡Claro! La
e tal manera que ella quedara recostada a
que así al disparar el inhalador el medicam
do está bien -trat
ajes circulares en su espalda mientras La
perder el tiempo -di
t- no estoy perdiendo el tiempo. Te s
na como yo comportarse de esa manera -co
en el piso con sus espaldas recost
cualquiera. Miguel cuando era pequeño sufría de asma y siempre debía estar pendiente de él, lle
de asma -co
tonc
crisis n
no estaba entendiendo nada y lo
r en un cuarto al fondo de la casa, era muy oscuro y húmedo, me daba mucho miedo y desde allí podía escuchar como le gritaba y golp
a verla-. Pero, ¿tu
la cárcel. Gracias a tu papá estamos seguras de que nunca saldrá de allí, dijo que mientras esté vivo podemos estar seguras de que nun
nada, ¿cómo es eso de que tu p
ero, ya que antes se le había escapado, sabía que ten
do siempre medias veladas para que nadie notara los golpes en mis piernas, mi madre me decía que no le podía contar a nadie. Nos daba miedo la reacción de aquel hombre. Cuando tenía trece años comenzaron mis ataques de pánico que empeoraron rápidamente. Ca
inó tu padre
que no permitiría que mi padre me volviera a hacer daño. Recuerdo que me daba mucho
lla historia y cuando Laura se detuvo s
ucedió? -
llegó -r
¿
menzó a disc
ece años
cuando la escuchó sonar. Un hombre de unos cuarenta años, alto y robu
é lloras? -le preguntó
n del colegio de Laura y me preguntaron qué le sucedía, porque no socializa con nadie en
ece a su madre, tú eres igua
s de su esposo que se dirigía a la
mor -ordenó el hombre y des
frente, no importaba que sus piernas temblaran, n
s de una pared observando todo, presin
adre se veía tan grande y fornido q
tar a Laura -ordenó
a burlona y después se levantó de
¡lárgate a la cocin
il. Aquello fue un gran detonante de la fu
gritó con fuerza frente
mente mientras veía lo que se avecinaba,
soportaría ver tanto maltrato, su cuerpo estaba colapsando
tomó del cabello a la señora Margarit
entras la llevaba de los cabellos, haciendo que la muj
uéltame! -gri
sposo y la sacudió con
tras veía aquello. Estaba pasando, n
fenderse y comenzó a forcejear con su esposo. Pronto, e
á tenía un cuchillo en su mano derecha, ¡
poso en un brazo, pero solo fue una peque
gracia al señor quien volvió a so
e me puedes hacer daño
tó con sus dos manos el
tó, aunque, sus manos t
l hombre comenzando a
hombre le quitó el cuchillo y comenzó a golpe
gritó Laura llena
e estaba su padre golpeando sin piedad el rostro
on fuerza la joven intentando s
n fuerte golpe en el estómago que la hizo vomitar. Aunque, la joven, p
tenía un poco de conciencia y pudo ver
a estaba tirada en el piso sin saber su situación. No deseaba que ese fuera su final; se sentía mala madre al no poder cuidar como se
señora Margarita mientras contemplaba a su hij
de ella para después dirigirse al pequeño baño d
í, pasando en aquel momento. Al quedarse inmóvil hizo cree
es escuchó sus lamentaciones al no encontrar nada para comer y después salió comiendo una salchicha
to -masculló-. ¡Mier
mitiera que perdiera las pocas fuerzas que tenía e
derse para marcharse, trató de moverse y después de
oloroso, sus movimientos eran
hacia la puerta mientras dejaba la larga mancha de sangre. Aruñó la
la casa de enfrente que tenía las luces encendidas. Tocó la puerta con
le abrió. La señora soltó un fuerte grito al ver el
os mío!
a de hablar Margarita
voy a llamar a una ambul
Margarita con su
re! -gritó la mujer mientras miraba
oltó Margarita antes de
último y los vecinos fueron a la casa de la herida y
eando lo que pasaba y trataban
alid
rima que corrió por
n un estado muy crítico por los muchos golpes que recibió. Y lo p
se descaro?! -solt
no se creyeron mucho esa historia, así que me preguntaron a solas qué había sucedido realmente.
ué hi
ía que si me quedaba cayada, cuando regresáramos a casa nos iba a matar. Les supliqué con todas mis fuerzas que no dejaran q
onfesaste, ¿y q
r momento y nunca se separó de nosotras por miedo a que nos hiciera daño. Ellas son muy amigas y al enterarse que yo confesé todo puso a la disposición sus abogados para que mi padre nunca saliera de la cárcel. Así que fue muy fácil que lo sentenciaran por más de cuarenta años de cárcel y entre más
rizó al saber aquello
alvarse de aquel monstruo -le dio un beso en la f
dicho nada antes, si lo hubiera hecho, mi ma
ento tu padre habría matado a tu madre. Advertiste a todos de la horrible persona que eras y gracias a eso alejaste a aquel hombre de ustedes. ¿Te imagi
bert. La sola idea de pensar que aquel hombre