Lorena está comenzando su primer semestre en la universidad después de un año de haberse graduado de bachiller. Aunque, vive un infierno en su casa por culpa de sus hermanas. Después de la propuesta de su novio Cristian de irse a vivir con él a su apartamento, la vida de la joven cambia radicalmente. Por culpa de un anillo en la mano de Lorena, las dos familias de la pareja comienzan a planear una boda y, para colmo de males, Flor (la hermana de la joven) le dice que se vaya a vivir con su prometido ya que muy pronto serán esposos. Todo esto sería buena idea, solo que hay un pequeño problema, ¡Cristian nunca le pidió casarse con ella! Ay, Lorena, vives metiéndote en problemas, ¿y ahora cómo harás?
Allí estaba Lorena, frente al computador con unas enormes ojeras, a su lado una taza de café a medio tomar y de fondo se escuchaba la canción del grupo Morat "Mi suerte".
La joven dejó salir un suspiro y después estiró sus brazos mientras desplegaba una sonrisa.
-¡Por fin lo terminé! -soltó.
En aquel momento sonó la alarma que había puesto en su celular. Lorena voleó a su derecha donde reposaba el objeto vibrando y sonando como gallo al ver los primeros rayos de sol.
-¡Mierda! -soltó la joven al tomar el celular y quitar la alarma.
Rápidamente corrió a buscar su toalla en la habitación y para salir rumbo al baño. Aunque, se detuvo en seco al encontrar la puerta del baño cerrada y con seguro.
Comenzó a forcejear la manecilla de manera descontrolada y a dar golpes en la oscura madera.
-¡Sal, necesito bañarme, se me hará tarde!, ¡hoy tengo parcial! -gritó bastante desesperada.
Pero por más gritos que diera, quien estaba en el baño no tenía intenciones de salir. La gota que rebosó la copa, fue cuando escuchó una canción dentro del baño.
Lorena pegó su oreja derecha en la puerta para escuchar mejor.
-¡Flor, sal ya del maldito baño! -gritó bastante enojada.
-¡Deja de joder, estúpida! -escuchó del otro lado.
Lorena soltó un grito bastante encolerizada y le dio una patada a la puerta, aunque, se arrepintió de esto al sentir sus pequeños dedos palpitar del dolor. Comenzó a cojear mientras se dirigía escaleras abajo soltando el llanto.
.
La señora Camila terminaba de hacer el desayuno cuando escuchó el llanto de su hija menor.
Ahí estaba otra vez el mismo problema de todas las mañanas. La mujer respiró hondo para calmarse y no matar a sus dos hijas.
-¡Mami!, ¡Flor no quiere salir del baño y se me hará tarde para ir a clases, sabes que demoro una hora en llegar a la universidad en bus! -dijo Lorena detrás de la mujer.
La señora Durán volteó a ver a su hija con rostro serio.
-Dile a la señora Carmelina que te preste su baño, habían acordado eso, ¿no? -sugirió.
-¡¿Cómo voy a molestar a una anciana a las seis de la mañana?! -gritó la joven-, además, su esposo siempre me mira raro, se nota que ya está harto de que los moleste pidiéndoles prestado su baño a las seis de la mañana. ¡Ay! ¡Esta es la única casa que solo tiene un baño!
-¡Mira jovencita, nosotros somos pobres, no tenemos dinero para hacer un baño en cada cuarto, no somos tus amigos millonarios! -dejó salir un resoplido-, deja de molestarme o terminaré arrancando tu estúpida cabeza.
-¡Pero necesito bañarme! ¡No dormí en toda la noche por estar editando un video que seguramente no podré entregar si no me baño ahora!
-¡Entonces, lárgate sin bañar porque tu hermana no va a salir de ese baño por ahora, ya la conoces!
Lorena llevó una mano a su cabeza mientras soltaba un grito de rabia. Comenzó a salir de la cocina soltando el llanto y tirando cuanto objeto se encontraba en su camino.
El señor Durán estaba sentando en la sala intentando leer un libro cuando Lorena llegó a él.
-Papi, dile a Flor que salga del baño -suplicó.
-Ay, hija, sabes cómo es tu hermana, lo hace de maldad -dijo el hombre tratando de calmar a la chica-. Mira, báñate en el patio, tomas un balde con agua y te bañas allí.
-Ay, no... sabes que el vecino ese le encanta morbosear por la ventana -replicó la joven.
-Solo por hoy, para mañana, alcanzas el baño primero -explicó el hombre.
Y allí estaba Lorena, sacando agua de la alberca subterránea con un balde mientras balbuceaba groserías mientras pensaba en su hermana y en las mil formas en las que podría matarla.
Mientras se bañaba soplaba una fuerte brisa que la hacía temblar del frío.
-¡Pero ya verá, cuando la vea...! -dijo para sí Lorena.
.
Cristian dio un salto de su cama cuando escuchó que su celular comenzó a sonar. Quedó paralizado viendo la gran ventana frente a él como si allí hubiera algo interesante. Después, recordó que estaba entrando una llamada y buscó su celular entre las almohadas blancas.
-¡Ay, Lorena, ¿ahora qué pasó?! -gruñó.
-¡Necesito que vengas a recogerme, no llegaré a tiempo! -respondió la joven con voz afanosa.
-¡¿Y eso a mí qué?! ¡No soy tu chofer!
-¡Pero sí mi maldito novio! -la llamada se cortó en ese momento.
Cristian miró su celular fijamente con bastante impotencia y después lo aventó hacia la ventana frente a él.
-¡Esta idiota, ¿por quién me toma?! -gritó.
Lorena bajó rápidamente las escaleras que comunicaban el segundo piso de la casa de sus padres y corrió hacia la puerta principal. Al fondo se escuchaba el pitido de un auto, Cristian había llegado y no se encontraba de buen humor.
-Lorena, ¿no vas a desayunar? -preguntó su padre acercándose a ella.
-No, no tengo tiempo -respondió mientras abría la puerta.
Lorena al salir de la vivienda acomodó su bolso en sus brazos y corrió hacia el auto de Cristian. Abrió la puerta del copiloto y entró.
-Menos mal llegaste a tiempo -dijo la joven al ya estar sentada.
Cristian comenzó a manejar en silencio y Lorena sabía que había algo que no andaba bien.
-¿Estás enojado porque te hice madrugar? -preguntó.
Cristian parecía que no tenía intenciones de contestar.
-Cristian, lo siento, sabes que en mi casa vivo un mismísimo infierno por culpa de mis hermanas -explicó-. Por eso se están quedando solteronas.
Cristian le pasó una bolsa de papel a Lorena al detenerse en un semáforo.
-Come esto, no podrás concentrarte si no has dormido y mucho menos si solo has tomado café -dijo el joven con tono serio.
Lorena tomó la bolsa y sacó de su interior un sándwich preparado como a ella le gustaba y una botella de jugo de fresa.
-Cristian... no debías ponerte en estas... -soltó la joven un tanto apenada.
-Deja de pelear con tus hermanas -pidió Cristian mientras volvía a conducir.
-Es que... -Lorena comenzó a mascar un bocado de sándwich- Flor me odia, sabe que tengo clases todos los martes a las ocho de la mañana y no le importa, entra a bañarse y demora una hora. Imagínate, si un bus demora una hora para llegar desde mi casa a la U, ¿a qué hora voy a llegar?
-Por eso te dije que buscaras un apartamento cerca de la universidad, hay muchos.
-¿Ah sí? ¿Y con qué voy a pagarlo? -cuestionó ella.
-¿Tus padres no pueden pagarlo?
-¿Estás loco? Claro que no -Lorena le dio un sorbo a su jugo-. Mi familia no tiene dinero para estar malgastándolo de esa manera. Ese eres tú, que se te metió el arrebato de independizarte y te fuiste a vivir a ese estúpido edificio para ricos.
-Oye... deja de ser envidiosa.
-Sabes que no estoy para nada de acuerdo que hicieras gastar a tu padre tantos millones solo por tu estúpido capricho -replicó Lorena.
-¿Ah sí? Bueno, ese es mi problema.
-Ay, Cristian, ya, no quiero discutir contigo.
-¡Pero tú comenzaste! -se enfadó Cristian.
-Bueno, ya, ya -Lorena llevó una mano a su cabello y respiró hondo-. Perdón, estoy muy estresada, no es justo de mi parte meterte en todos mis problemas. Lo siento.
-Tranquila, amor, entiendo totalmente todo lo que estás pasando. Por eso te digo que sería muy bueno si te mudaras cerca de la universidad, te quitarías muchos problemas.
-Sí, a mí me encantaría y sé que es una muy buena idea, pero, Cristian, yo no tengo cómo pagar un cuarto y mucho menos un apartamento.
Cristian comenzó a estacionar el auto en el parqueadero de la universidad mientras meditaba en una solución para los problemas de su novia.
-Podrías vivir conmigo -sugirió.
Lorena dejó de tomar su jugo y clavó su mirada en sus manos al no saber cómo actuar ante semejante propuesta.
-No tendrías que pagar nada y vivirías a una cuadra de la universidad -explicó Cristian.
Lorena comenzó a tomar su bolso para salir del vehículo en silencio. Se sentía demasiado incómoda y con una ligera apatía hacia Cristian.
-Pero, si no quieres, está bien -dijo el joven al ver que a Lorena no le sonó la idea en lo absoluto.
.
Camilo pasó los dedos de su mano derecha por la columna vertebral de Laura, quien dormía plácidamente en la cama boca abajo.
A Camilo le encantaba verla dormir. Aquel rostro tierno lo embriagaba de amor y le satisfacía el hecho de saber que podía recorrer hasta el rincón más pequeño de aquel cuerpo.
Le dio un beso en la frente antes de levantarse de la cama para irse a duchar.
Laura se despertó minutos después cuando sonó el despertador. Recorrió con la mirada la habitación y después apagó el molestoso objeto.
Eran las ocho de la mañana y tenía clases a las nueve, así que debía arreglarse.
Se levantó de la cama y caminó hasta el baño donde pudo escuchar el sonido del agua caer. Entró y tomó un cepillo de dientes de la repisa y echó un poco de crema dental para después comenzar a lavar su boca.
-Amor, ¿hoy dormirás en casa de tus padres? -preguntó Camilo desde la ducha.
-Sí, mi madre se está quejando porque muy poco estoy en casa, así que, hoy no puedo quedarme -respondió Laura.
-Qué mal, estaba pensando en hacer algo rico entre los dos después de llegar del gimnasio.
Laura terminó de lavar sus dientes y después entró a la ducha sonriente. Camilo se acercó a ella y rodeó la cintura con sus brazos para después darle un beso bastante profundo.
-Lo siento, pero será para otro día -dijo Laura después de acabarse el beso.
-Me encantó lo que hicimos anoche -susurró Camilo al oído de la joven-. Quiero que se vuelva a repetir muy pronto.
Laura comenzó a reír al sentir cosquillas en su cuello por los besos que Camilo le daba en esa zona.
-Camilo, basta, debo ir a clases -dijo la joven.
Pero su novio no tenía pensado parar, al contrario, su excitación crecía cada vez más.
Camilo recostó a la pared del baño a la chica y después hizo subir sus caderas hasta que sus piernas pudieran rodearlo. Comenzó así un beso mientras Laura podía sentirlo en su interior obligándola a soltar gemidos.
Al parecer, ese día Laura llegaría tarde a clases.
Penélope está decidida a quedar embarazada, lo ha planeado por años. Ha decidido que el hombre perfecto para esta misión es Alessandro Bacheli: él podrá mejorar su descendencia. Pero tiene un problema: él parece que la odia, así que deberá idear un plan para arrastrarlo hasta su cama todas las veces que sean necesarias, hasta que quede embarazada. Lo que Penélope no sabe es que hay alguien que también la tiene en la mira y necesita que ella lleve una sortija de compromiso: Alessandro Bacheli. Su padre al descubrir que tiene una aventura con una mujer casada le ha exigido que consiga una esposa para fin de año o de lo contrario lo va a desheredar. Y él sabe que si debe obligarse a tener esposa la única idónea para ese puesto es Penélope, porque al menos con ella sabe a qué atenerse. ¿El problema? Penélope no se ve para nada interesada en querer contraer matrimonio.
Lo último que vio Valentina antes de morir fue el rostro de su jefe, la mirada de miedo de él cuando bajó del auto y entendió que había acabado de asesinarla. Valentina nunca creyó que a sus veintiocho años iba a morir, sin haber conocido lo que era el amor y mucho menos la satisfacción hacerle pagar a Merina por todo el daño que le hizo. Pero vengarse siempre fue imposible, pues Merina era la esposa del magnate Marko Rumanof, quien desgraciadamente terminó siendo jefe de Valentina. Y él acababa de asesinarla. Pero lo que Valentina creyó ser la muerte, realmente terminó siendo una oportunidad, pues al despertarse se vio a sus diecisiete años: justo el año en que toda su desgracia comenzó. Ahora tiene que impedir que Merina se case con Marko y la mejor forma es conquistándolo y destruirlo al mismo tiempo.
¿Puede funcionar un matrimonio por interés? Danna es la hija menor de una familia adinerada con un importante apellido, está acostumbrada a estar rodeada de lujos, aunque, todo esto termina en un arrepentido momento donde se entera que le han robado a su padre el préstamo que hizo en el banco y ahora han quedado con grandes deudas las cuales no pueden pagar. Es allí cuando a su vida entra un joven llamado Daniel. Él, al enterarse de la situación de la chica, decide ayudarla, pero con una condición, debe casarse con él. Ahora su familia tratará de hacer todo lo posible por casarse con Daniel, pero ella ama a otro hombre y debe elegir entre fortuna y amor.
Camila, Neyret, Sandrid y Eliana son unas amigas muy cercanas que pasan por mal de amores y para su mala suerte, tienen que ver a los chicos que han roto sus corazones todos los días porque ellos son sus compañeros de clases y entre todos son un grupo inseparable. Neyret es la que se encuentra con una gran mala suerte al estar enamorada del hermano mayor de Camila y entre todas idean un plan para hacer que el chico se fije en ella buscando a Sebastián, un joven mujeriego que es amigo de Camila y le proponen hacerse pasar por novio de Neyret para así hacer que Cristian se fije en ella, pero, ¿será esto posible? ¿Y qué sucederá con las demás, podrán conquistar a los chicos de los cuales están enamoradas?
Camila era una dulce joven con unos kilos de más que amaba probar todo tipo de platos. Desde pequeña tuvo un grupo de amigos en los que se encontraba Luis Ángel, un chico genio que será el heredero de todo un imperio cuando sea mayor de edad. Camila un día se da cuenta que está enamorada de Luis Ángel y al tener baja autoestima decide bajar de peso, aunque, un día en medio de un juego Luis Ángel le pregunta si quiere ser su novia, algo que nadie imaginaba que llegaría a pasar. Camila comienza un debate interno al no poder creer que es la novia del chico que parece ser perfecto, aunque, todos sospechan de aquella relación al no saber las intenciones de Luis Ángel. ¿Será que Luis Ángel sólo quiere jugar con los sentimientos de Camila?
Lily Rousse ha decidido quitarse la vida lanzándose por un puente. Pero una mano la toma con fuerza cuando estaba a punto de caer al vacío. Su mayor secreto ha sido revelado a la persona que menos imaginaba: Alejandro, el nuevo coordinador del centro de desarrollo donde trabaja como profesora. Ella toda su vida ha escondido su verdadero rostro de las personas que la rodean y ahora el hombre en quien menos confía lo sabe. Ha trazado todo un plan para lograr dejar de vivir, pero ha sido estropeado y la ha dejado con su mayor miedo latiendo a flor de piel: ser vulnerable ante una persona. Poco a poco las caras de Lily Rousse comienzan a romperse y sus ganas de vivir florecen mucho más. ¿Podrá cumplir su plan de acabar con su vida o volverá a tener una mano que la salve del vacío profundo que está debajo de sus pies?
Derek Dixon es un chico alegre, apuesto, millonario y muy benevolente. Actualmente figura como uno de los empresarios, más jóvenes del país. A raíz de un terrible accidente, el pobre quedó invalido según de por vida. Sin embargo, a pesar de su condición, siempre busca de ver la vida con entusiasmo, dirige junto su tío Brandon una fundación para personas con discapacidad, brindándole un poco de consuelo a los menos favorecidos. En este nuevo camino, lo acompañará la hermosa Leah, una chiquilla alocada y muy inocente, a quién el destino a golpeado muy duro, a ésta joven huérfana la vida le cambiará radicalmente, dándole un inesperado giro. Qué la hará convertiste en: "La Esposa Virgen del Paralitico"
Hace dos años, Ricky se vio obligado a casarse con Emma para proteger a la mujer que amaba. Desde el punto de vista de Ricky, Emma era despreciable y recurría a artimañas turbias para asegurar su matrimonio. Por eso mantenía una actitud distante y fría hacia ella, reservando su calidez para otra. Sin embargo, Emma amaba a Ricky de todo corazón durante más de diez años. Cuando ella se cansó y consideró la posibilidad de renunciar a sus esfuerzos, Ricky empezó a tener miedo de perderla. Solo cuando Emma estaba muriendo, embarazada, él se dio cuenta de que el amor de su vida siempre había sido Emma.
Tras ser expulsada de su casa, Harlee se enteró de que no era hija biológica de su familia. Se rumoreaba que su empobrecida familia biológica favorecía a los hijos varones y planeaba sacar provecho de su regreso. Inesperadamente, su verdadero padre era multimillonario, lo que la catapultó a una inmensa riqueza y la convirtió en el miembro más apreciado de la familia. Mientras esperaban su desgracia, Harlee poseía en secreto patentes de diseño valoradas en miles de millones. Por su brillantez, fue invitada como mentora a un grupo nacional de aviación, atrajo el interés de varios pretendientes adinerados y llamó la atención de un misterioso personaje, ascendiendo a la cima del mundo.
Clarissa Chapman, un día, al entregar preservativos a una habitación de hotel, descubrió que su cliente era su... ¿prometido? ¡Atrapó a su prometido y media hermana en la cama! ¡Solo entonces Clarissa se dio cuenta de que su novio de seis años la había engañado! ¿Qué es más ridículo? Su padre dijo que era porque ella no era atractiva y su hermana lo merecía más. Dejó a su prometido idiota, ¡se encontró con su Sr. Correcto en una aventura de una noche! Espera... ¿por qué este hombre se veía exactamente parecido al CEO multimillonario - Anderson Jordan en la televisión? Anderson era de muchas cosas, guapo, considerado y leal. Nunca imaginó que un apuesto como Anderson se enamoraría de ella, hasta ese día... Su familia de pesadilla la encontró, tratando de arrastrarla al pasado miserable... otra vez...
Durante siete años, Jillian estaba enamorada de Bryan con pasión inquebrantable, pero él permaneció distante, con sus emociones herméticamente selladas. Descorazonada, ella se marchó al extranjero tras graduarse de la universidad. Tres años después, Jillian, ahora una abogada de éxito, se sentó provocativamente en el regazo del hombre. Con una sonrisa juguetona, le espetó: "¿Qué te pasa, Bryan? ¿Eres impotente?". Bryan ya no podía contenerse. Con un rápido movimiento, la tomó en brazos y la arrojó sobre la cama. A la mañana siguiente, cuando él se despertó, Jillian esbozó una sonrisa traviesa. "Solo es una aventura, ¿de acuerdo?".
Para pagar la deuda, desesperada y sin opciones, ella sustituyó a la novia y se casó con el hombre quien era conocido como un diablo al que todos temían y respetaban. Él le dio un mordisco a su dulzura y gradualmente se sometió a la lujuria adictiva. Antes de que se diera cuenta, ya era incapaz de liberarse de ella. El deseo desencadenó su historia, pero ¿cómo continuaría este amor condicional?