urraban secretos ancestrales con cada roce de sus hojas, Thorne Valerius avanzaba con paso silencioso. La oscuridad era su aliada, y los susurros de los espíritus, su gu
un poder capaz de cambiar el destino del mundo. El encuentro estaba predestinado en un claro iluminado por l
este mundo. "Thorne Valerius," comenzó, su voz resonando con un eco que parecía venir de todas direcciones, "la profecía se ac
ba. Sabía que el corazón puro al que Liora se refería no era otro que el de Elyana Sylvestri
Nighthawk, su compañero y amigo, apareció con una advertencia. "Las fuerzas de Darius Bla
migo formidable, uno que no se detendría ante nada para obtener lo que deseaba. La paz
uniremos a nuestros aliados, buscaremos la sabiduría de Ze
re. "Lo que ordenes, mi señor. Juntos, enfrentaremos la
ir a los que lucharían a su lado. Mientras tanto, en lo profundo de su ser, Thorne sabía que la verdader
e el poder y la oscuridad que corrían por sus venas. Pero en el corazón de Thorne, una chispa de esperanza