s parecía escrito en las estrellas. Tras su victoriosa confrontación con las fuerzas ilusorias de Darius, el trío se aden
n de Caius había sembrado en su corazón. La magia de Darius era poderosa, sí, pero el hecho de que pudiera man
ban de su capacidad para amplificar el poder de la luz, pero también advertían de los peligros de caer en la soberbia. Su bond
ada determinación. La traición ficticia había dejado una cicatriz en su lealtad, recordándole que la guer
u fuerza y habilidad, sino también su entendimiento del equilibrio entre la luz y la oscuridad. Las pruebas eran g
dad oculta en la oscuridad podían avanzar. Elyana, con su luz interior, g
ser disipadas aceptando y superando esos temores. Thorne se enfrentó a la sombra de su legado, Caius a la d
a la más desafiante. Darius, habiendo seguido sus pasos en secreto, los confrontó en la cámara del Or
Elyana y Caius formaban una fuerza indomable. Con cada ataque que repelían, con cada hechizo que conjuraban, el lazo entre
uz pura y cálida los envolvió, sellando su destino no solo como protectores del Orbe sino tam
uía, Thorne, Elyana y Caius se embarcaron en un nuevo capítulo de su aventura, uno lleno de incertidumbres pero también de esperanzas. Porque mi
eza, permitiéndoles superar las sombras de la duda y la traición. Ahora, con el Orbe de Aether entre ellos, sentían una responsabilidad aún mayor. No solo debían proteger el mu
as y los desafíos, estaban juntos, más fuertes que nunca. Su camino no sería fác
debían preservar y fomentar. Su magia, una vez incierta y vacilante, ahora brillaba con una confianza renovada. Er
ligros que enfrentaran. La batalla en las Ruinas Antiguas había reforzado su determinación, dem
Aether y la promesa de un futuro donde la armonía entre la luz y la oscuridad pudiera ser más que una mera aspiración. E
odo, más historias que contar. Pero eso es para otro capítulo, en otro tiempo. Por ahora, Thorne, Elyana y Caius avanzaban, no solo como gua
, el capítulo cerraba, pero la leyenda de "El Susurro de la Pro