alguien con quien haya intercambiado al menos media docena de palabras. Él simplemente niega con la cabeza, como si no valiera la pena tanta insistencia. Como si fuera irrelevante para ti. Como si
claramente definido en mi cabeza, tengo cierta tranquilidad para comenzar mi jornada laboral. La ira y la frustración eran tantas que casi no podía dormir. Me pregunté si alguna vez una mujer me había abandonado y llegué a la conclusión de que eso nunca había sucedido. No hasta anoche. No hasta que lo abandonó precisamente una virgen. Debe ser un castigo por toda mi perversión, debe ser algún tipo de karma. Realmente no hace ninguna diferencia, no cuando he terminado algo que ni siquiera había empezado. Concéntrate en lo que es realmente importante en mi vida. Concéntrate en ganar cada vez más dinero. Concéntrate en volverte cada vez más poderoso. Bueno, este soy yo, Lucius Martins. Resuelto. Separado. Incluso insensible. Que no se apega y mucho menos crea expectativas respecto al sexo opuesto. Que simplemente pasa página y disfruta de la vida como si no hubiera un mañana. - ¡Hombre, qué mala suerte! ¡La niña es virgen! Luciano parece más sorprendido por este hecho que por la posibilidad de revisar el descabellado plan que ideó. - ¡Deberíamos haberlo considerado! Su cara de inocencia puede deberse precisamente a que nunca ha disfrutado de la vida como lo haría una niña de su edad. Y el monólogo continúa. Te dejaré hablar, es irrelevante para mí. Cuando Luciano finalmente parece haber agotado todos los puntos de vista sobre el tema que nos ocupa, le pregunto qué es lo que realmente me importa. - ¿Y ahora? ¿Quién será el elegido, dado que la primera opción es inviable? Luciano se rasca la barbilla como si reflexionara sobre algo. Finalmente se manifiesta. - Lucius, elegir a Melissa Lacerda fue muy fácil. La chica proviene de una familia multimillonaria, lo cual no pondría en riesgo su patrimonio, no parecía tener el ingenio para meterlo en problemas, sobre todo por su inocencia e incluso por su historia, además de ser obviamente interesado. Me muevo en mi silla, incómoda con sus palabras. - Sin embargo, la siguiente elección requiere un poco más de precaución. Pero por suerte tienes algo de tiempo. Miro interrogante, sin entender a qué se refiere. Pronto tendré respuestas a mis preguntas. - ¿No has visto los artículos, las fotos? Sacudo la cabeza. - ¡Está lleno de fotos tuyas y Melissa Lacerda juntas! Los medios están alborotados. Acepto la información. ¡Así que la noche trajo alguna ventaja! Pensé que sólo me había traído frustración y un caso grave de bolas moradas. Sigue Luciano, el hombre habla demasiado, además de ser un chismoso con tarj