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os días, colocaba una bandeja en la mesa cerca de la cama y se iba sin pronunciar una palabra. No importaba cuánto gritara la pelirroja, su
lgunas páginas y rápidamente se cansaba. Eventualmente, exhausta y aburrida, se entregó a una de las obras, leyéndola en su totalidad. En tres días, habría leído a
dote para ser encerrado nuevamente en una habitación oscura. No eran pensamientos volunt
e que estaría a salvo en la habitación donde la colocaron, pero en el fondo,
a segura de lo que estaba sucediendo, pero tenía la sensación de que se estaba preparando algo. Mirando por la rendija de la puerta, l
da. Buscó en cada rincón de esa habitación y no encontró nada que se parecier
ue escuchó decir al repulsivo hombre sobre ellos. La voz de Damiano resonaba en su mente, al igual que la escena de su sonrisa engañosa se repetía cuando hablaba sobre la implic
cualquier información útil que ella pudiera tener sobre dónde estaba y quiénes eran estas personas. Casi todos los italianos son conscientes de las mafias que controlan cada provincia, pero Victoria no tenía idea a cuá
la en esa situación. Victoria nunca había tenido el hábito de ejercitar su fe, pero en los últimos días, rezaba continuamente, buscando ayuda
ves trayendo su almuerzo. La mujer entró en la habitación claramente desordenada, pero no expresó indignación. Sol
a", dijo, dirigiéndose a
situación", la pelirroja sonrió
salir rápidamente. Victoria intentó correr para extraer alguna información, pero no fue lo suf
salir de la habitación ni una sola vez. Y, por primera vez, se encontró parada en el pasillo frente a la habitación en la que estaba. Sus pies descalzos tocaron el frío suelo de porcela
una mano tocar su hombro sin sutileza alguna, y su c
on evidente burla en su rostro. Victoria simplemente se con
ente ropa en su habitación, pero afortunadamente, Damiano no lo sabía. Él tomó su muñeca firmemente, prácticament
ta de madera. Catarina abrió la puerta, adormilada,
eguntó, cerrando la b
a la habitación de su hermana, con una sonrisa cínica e
te ropa para una semana", exclamó Catarina, s
me ayudaste, pensé que al menos podrías decirme si están viv
odemos hablar, y no es
favor, ayúdame", Victoria sintió lágrimas rodar por su rostro y la desesperación
sobre todo, mantenerte alejada de mi padre y de Damiano. ¿Entendido
aún estoy viva, debe haber alguna razón detrás de esto", recuperando su compostura,
están en peligro, así que debes mantenerte a salvo para volver a ver
Sin reacción alguna, la rubia permaneció inmóvil. Viéndola salir de la habitación
uchó otro golpe. Era Damiano nuevamente, con una expresión desagradable en su
guntó, sonando comp
no hablaste demas
é planean ustedes al dejarla aquí", sentada en su cama, Catarina mantuvo s
No preguntó por sus padres?" Cuando preguntó, intentó an
o es estúpida", r
ntó Damiano
aquí, idiota", fue a la puerta, abrién
Cat. No lo olvides", respondió, apagando el
suspiro inquieto. Se preguntaba si se estaba volviendo loca, al poner todo en riesgo, al ayudar