algo
ntó Y
uieres
rrog
ene conocimiento
upación, se acomodó mej
yo sola no hubie
que nos
ismo la Cofradía está ofreciendo dos millones de dó
¿Tú me puedes decir por qué
verdad, o por lo menos, parte de ella, tú desde el vientre fuiste entregado como ofr
ca, ella era atea,
, pero analiza tod
é eras
te colocó
ama el Verdugo? Son muchas las inter
go, tal vez muy personal, ¿Cómo supiste que y
tamos todo, tenemos nuestros secretos y son nu
asunto, por lo demás aciertas en muchas cosas, incluso me intriga el trato extraño que todos me han brindado desd
a ofrenda del diablo, hasta cierto punto
esas cosas Carol,
ar la cueva, claro está, tomando las medidas necesari
r dos millones se puede esperar cua
al lado del otro y trataron de descansar, si
ó la vid
entro de operaciones. Allí se enco
s hablar
ora mirando fija
ardes señ
y se ubica frent
e mí, habl
fuga del óbolo, mi compañera d
able rápido, no me h
ora estaba arrepentida, comprendía que las consecuencias serían nefastas, porque esta gente no entiende lo que es la amistad, ni n
me haga per
ó la
desde el día de la fuga, mi comp
o fue hace 4 días ¿Por qué es
recía, incluso fui a su casa y ha
s famil
uerza tremenda y sus piernas parecían ceder ante lo inminente. Su familia, lo
o de 7 años
quí noto que estás sudando
Sabía que Ana estaba aterrad
onde
el intercomunicador, algo que la n
vido con lealtad a la Cofradía, d
ba al centro de operaciones, su jefe de grupo, escoltado por tres esbirros; lo traía
iedad de
n lágrimas
n Rafael que l
arías una locura, defenderte quizás. Fallaste Ana y lo pagarás; debiste notificar de inmediato la novedad, hubiésemos accionado, no lo hiciste. Esta noche hay una misa negra y sacrificaremos a tu hijo; tú retoño, quiero verte allí, en primera fila, disfrutando como regamos nuestro alt
rificio de su pequeño, sentía ella, que el corazón se le partía en pedazos, lamentaba aquel final que en verdad no merecía y las ordenes estaban dadas.
dame
volvía inefable y atravesaba el alma en ellas: el Juicio Final de Miguel Angel . La Virgen de las Rocas de Leonardo Da Vinci y hasta la imponente escultura de la Catedral de Rodin. Dejaban en claro, que aquel espacio era de D
a oficina: el cuadro de la divina misericordia, que proyectaba aquella maravillosa visión de Sor Faustina y el Cristo de los Ultrajes de Grunewald . Que mostraba a su alma, el dolor reinante en la humanidad. Efectivamente, venía de la alta sociedad, era un seguidor empedernido del arte en sus más pura
u madre que deseaba ser Sacerdote. Todavía estaba fresca, la decepción en sus ojos, el desprec
Esteban. ¿En que
en aquella mirada y
en la casa de Di
drid a
onfiar en usted, pero es
ano, dejando i
itorio había una hoja, que mostraba una simbología algo in
a en el Castillo de
al Fénix que
estoy e
ras y 39 minutos en llegar allí. No te vengas por avión, tampoco por tren; c
seis horas e
por carretera, debes contactar a varias personas; lo que
n jefe yo
da la llamada, en el preciso instante en que
P
debilidad, que dudara ante las decisiones, quería sembrar en su hijo la figura de un líder, que en un futuro pudiese manejar su imperio. No era fácil, el proce
radamente que llam
soy tu
y te advierto. La p
i
sal d
Por el desgaste que presentaba en su exterior, se presume su origen antes de Cristo, es de resaltar que algunas palabras acompañab
. Tiene lla
aré. Hab
Adriano Dicarlo, soy el ger
ue no entiendo es el
bre su
pasá c
señor y teng
e, nunca se planteó la posibilidad de que su mujer le fuese infiel, de ser eso cierto, el hijo que
, si lo que dice no es c
o a su honor y a su poder; p
quién
de sus
, ella te dará uno; por ese me en
s pública, espera para ti lo pe
o y los elimino, no se preo
enta, se hará de inmed
as seño
lo qu
da a llamar a Carl; ést
evar a mi hijo al Doctor
r, cómo u
ésta le hace entrega de un juego de carpetas,
sto al obolo en Cádiz. Debo redoblar la vigilancia
ias; así mismo, debía someter a su hijo al AD