que está molesta por las pendejadas de mi madre; como eran diferentes las cosas cuando apenas estaban saliendo, se llevaban tan bien, in
corte si al final me iba a mandar a la mierda, en fin... ya no importa. Me levanté de mi cama y me cambié, estaba por empezar a caminar hacia las escaleras, pero detuve mi paso
s paranoias de ella y que no piensa quedarse de brazos cruzados si cree que puede quitarle mi custodia, ya que él me ha criado los últimos siete años de mi vida; no entiendo porque mi mamá saca esto a relucir, además de que ambos están olvidando que mi papá también va a meterse en este asunto. La discusión se desvía cuando mi madre vuelve a recrritó un par de cosas más a mi papi, luego retomó su camino y salió de la casa, no sin antes tomar su bolso y llaves, dando un fuerte portazo, parece que quiere que la casa se venga abajo. Bajé un poco por las escaleras, miré la entrada y al ver que la desquiciada de mi madre no iba a volver, me fui a la cocina, vi como Henry estaba caminando de un lado a otro, pasando repetidas veces sus manos por su increíble cabellera d
ervo con detenimiento a mi padrastro. Repentinamente se gira en mi dirección y al por fin notarme, suelta un jadeo de sorpresa, haciéndose un
esta nervi
, Henry ha evitado con todas sus fuerzas insultar o gritar y es algo que aprecio mucho, pero mi madre no ayuda en lo
escuchar, no.... no era mi inten
bién dijo pendejadas- Cont
darme cuenta de que no dirá nada, solté un pequeño suspiro y le miré por encima de mi hombro, Henry
y te echa en cara sus problemas en la cama,
rado y sorprendido. -¿¡Qué
ulpa con las manos, él se pone bastante serio ante mi actitud rebelde y grosera, yo sigo sin
a de gritar y se sentara a hablar, pero parece ser que las malas
irección. -Lo digo enserio, controla tu vocabulario,
to entre risas descaradas y ligeramente arrogan
no estabas en casa- Carras
as de la cocina, recargando sus codos sobre ella, coloca su cabeza entre sus manos y resopla con fuerza, se nota en su mirada l
deberí