osa, todo sucedió en un restaurante de lujo en la ciudad, con una cena espectacular, una botella de vino y el hombre de mi vida de rodillas y con una cajita roja,
ieres ser
la vida respondí un contundente y
e consiente y respeta. Mi futuro esposo es el amor de mi vida, soy una mujer inmensamente afortunada cuándo lo conocí, no tenía nada de lo q
u pequeña fábrica de productos dentales, yo soy estudiante de odontología y Ernesto es el administrador gene
altándome un año para graduarme en mi especialidad de odontóloga, recibo la mejor propuesta de matrimonio, en un restaurante, en donde nos conocimos, ahí, cuando acompañé a mi padre a una cena con quie
r un pequeño accidente en donde le derramé la copa de vino sobre él, terminamos interc
urgir y gracias al esfuerzo de mis padres, yo soy una de ellas, según Ernesto, él hablará personalmente con el señor Noah Connor, quien es el dueño absoluto de Connor Medical y según m
esas, creo que con solo pedírselo a Noah, te lo va a dar, yo lo he encubierto varias veces con su novia, es
ja esa, tu eres comprensiva
a lo molesta que estoy por dejarme plantada para salir a cenar o a
mis padres, no me digas que no vas a poder, porque y
pedido que le ayude con algunas propuestas que tiene y como ya
a mi madre, siempre a todos los eventos familiares debo ir sola, porq
le he dicho que mi princesa va a estar siempre por encima de mi trabajo, solo que me ha pedido est
ue se lleva a mi novio, solo espero que el día en que lo conozca, pueda
rnesto me había prometido que me acompañaría, pero ya ves, como siempre, está el señor Connor de por medio, l
me queda tiempo de nada, dile a tus papitos que los adoro y que algún día deseo de verdad encontrar a mi media naranja
ompañe, de verdad, pensé que tal vez habría ocurrido un milagro y que te hubiesen cancelado la entrevi
estes hoy, si está con ese hombre, con Noah Connor, es mejor que lo dejes trabajar, ya lo tendrás
reguntaban por Ernesto, por supuesto que lo único que se me ocurría decirles es que estaba con su jefe revisando algunas propuestas, que le hab