Iken
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mi beta entra a mi despacho con bastante papelería en man
con sus estúpidos acuerdos de «convivencia»
Existe cierta rivalidad desde tiempos inmemorables, especialmente con uno de los antiguos. Mi padre prefería ser rival de Lort Ashton antes que
los papeles en el escritorio y retrocede. -Accedí a un día d
el vino que h
is adentros limpiándome
cálmate, llegamos a u
atías? ¿Y se puede saber por qué mierda n
, ¿juegos de mesa?- Mencion
cima de mi escritorio decidido
de que me golpees
dándole la libe
cendientes del sol y Licántropos. Sabes que de no acceder al trato, reclamaría los terrenos de la mana
contrato de propiedad. Asentí con la ca
oco, encárgate de
errenos le pertenecían a un vampiro muy viejo, un antiguo. Pocos eran los vampiros que llegaban a tal grado de madurez pero, por lo visto Lort Ashton habí
ia, coincidimos para un tratado, ceremonias de alta presencia y nada más. A pesar de su inmersa expe
scuridad nacieron de entre la neblina, las tinieblas y el sol. Incl
á conozcamos alguna loba
o digas es
ya llevaba algunos minutos caminando cuando empecé a sentir una ansiedad profunda. Me paré en seco
infarto! Ikender m
eden dar infartos s
as. Pocas veces los hijos de la tierra se acercaban con tanta clemencia. Respiré profundo, me paralice, un olor a bombones y fresa se
te! ¡Es ella
e mucho tiempo a la posibilidad de no querer seguir buscando, de no
es nues
ntensificaba con cada paso. Llegué a la orilla de las vías del tren, mi respiración se cortó cuando la vialt
a quedó debajo de mí. Un gemido salió de su garganta . Fue allí cuando la vi, era ella, mi mate, mi luna. Sus ojos, defin
cede?, E
gundos. Los odié durante tanto, los aborrecí por su debilidad
é enfurecido, sabía que debajo del barro que manchaba la gran parte de su piel expuesta, existían golpes, heridas,
ndo su mejilla inflamada. La brecha de sus ojo
con más lentitud. No hay loba pero ell
adear dejé que él me envolv
ngre. Corté una parte y lo amarré en donde tenía la herida. La tomé en
a. Jamás se lo per
rumado por las mil sensacio
mas y lo que encontraba mi paso. Nunca antes había tenido que correr tan rápid
¡Ahora!- Grité de
ya encontrado, pienso que esto es un sueño pero no, no lo es. Me acerco hasta quedar de frente, parece muerta,
y también una de las mejores doctoras de mi manada, entra a la habitación en un intento de
cerca del límite Oeste- Sus manos cub
cir. Matías entra a la habitación pe
rabia por la persona que le hizo esto, rabia con la diosa luna
de haber pasado tiempo con ella- saca sus instrumentos del maletín que
sangre humana, al men
un hueco. No había ningún pueblo humano
a mi mate para que
ber otra
la, no al menos hasta que el vínculo entre ambos fuese sellado. Mis manos temblaron po
temblar la habitación en donde me encontraba. Mi
y su mirada pasó a la de la muchacha tenida en la cama, debatiendose entre la vida y la muerte. Mi beta desapareció de mi vista. Cristina prosiguió a saturar la h
o escuché que sus latidos iban cayendo. Cristina se apresuró a realizar un pr
e te quedes- presionaba su pecho con fuerza, un
que te encontré, soy tu h
tina no pudo detenerme. Ya me e
de cabello rojizo entró a la habitación
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darle amor
ias p