na, la encontré c
e con voz temblorosa, luchando por sostenerla. "V
mente: "Solo vete, amor... Solo vete.
rimas cayendo por mis mejillas. "No, vamos
que quería decir algo, pero sol
en mí. Lo logra
llá de la frontera con Vicky y me escondí en un coche destartalado y abandonado junto
ostro se retorcía de culpabilidad. "Le fallé a
ado y que me había criado bien, pero las palabras se
dió una mano temblorosa y manchada de san
ueña
olsillo y me lo puso en la p
arreglado, tal como dijo que haría. Pero ahora estaba cubierto de
o te rindas. Tal vez tod
la frase, cerró lentamente los
y las lágrimas no podían dejar de caer de mis ojos. Había perdido a alg
acia allí! ¡Vam
ndome a la realidad. Si no me iba al instante, pronto me capturarían. Apreté l
cia el norte antes de que me encontraran. Por desgracia, la lluvia ce
a. La sangre de Vicky había manchado mi ropa, dándome un aspecto miserable. Al verme, la gente del bar comenzó a grit
ellas cayeron al suelo. El bar estalló en caos, pero los hombres de Le
¡Ayúdenme,
rca, me volví hacia los curiosos en busca de
os. Notando la tensión en el ambiente, Leonel levantó la cabeza y dijo en vo
razonable. Fue por eso que nadie se atrevió a acercarse para ayudarme; i
ayúdenme...
puestas en nosotros. Entonces cerré los ojos co
la!", ladr
aron hacia mí, listos pa
una voz familiar. "¿Quién d