o, la cual estaba tan suelta que un poco de su piel perfectamente bronceada se
entras seguía mirándolo fijamente. "Está en excelente forma. Estoy d
s aparecieron en sus mejillas. Con un gesto tímido, como si f
aquí,
omo un propietario llama a su obediente mascota. De principio a fin, fue r
adora. Mientras caminaba, ocultaba el cuchillo en su manga para evit
or..
vo frente a él y se puso de puntillas
. Era agradable y dulce, sin ser hostiga
e un apretón tiró de ella hacia sus brazos para te
or su dominio mientras apoyaba sus labios sobre él. En un abrir y cerrar
o te cortaré
to', pensó Nehemías con irritación, mientras el cuchillo permanecía sobre su c
está el vaso sanguíneo? ¿Ha
el filo del cuchillo sobre su cuello. Por el contrario, parecía tan tranquilo y
s manos, antes tan firmes, comenzaron a temblar. "¡Puedo hacerlo!", ella gritó. "¡No te atrevas a menospreciarme!
onces! Después de todo, ¿cóm
rar de ojos. Además de eso, él se veía tranquilo como de costumbre,
otar las fuerzas de Cara y su muñeca, de repente
go si sigues parado ahí si
o de fuerza para
ando a Cara. Después de un breve momento, se dio cuenta de qu
", ella balbuceó mientras la cargaba
hillo había caído al suelo. Ella no
a poco sobre ella. Y susurrándole, con un tono de advertencia, le dijo: "En
inmediato, permaneciendo inmóvil
de valentía, ahora lo miraba con miedo. Sus grandes ojos brillaban con atención y
allí estaba, ya era un adicto a la sensación que ella le producía. La forma en que ella lo miró no ayudó tampoco. La mirada ardiente de ella
ción caía sobre ella al hablar, y su aliento l
iero a
reaccionar, mordió su labio con fuerza has
mostrándole la lengua. Él simplemente sonrió con satisfacci
que me ordenaste y no me moví. ¡Pero mi