s de dejar la oficina. Se dirigía a una de las Residencias más exclusivas
por su belleza, sino por su cabeza hueca y su cuerpo 8
día muy bien a Maximiliano, en ocasiones era su
pagaba por su exclusividad. Ella entendía, que además de
asaba por el Penthouse tres veces a la semana,
de juguetes y niñeras, las cuales no duraban más de un mes. La niña era insoportable con t
eso en
s cosas y se volvió a esconder en el co
logró ver a algunas personas entrar. Entonces ella salió s
lavó sus axilas en el lavamanos, peinó un poco su cabello y se cambió de ropa. Gu
sayuno, nuestra pri
todos los alrededores. Pero era meno
tarde. Así que se apresuró, entró a la misma cafetería y repitió el menú, adicionando una botella co
pitió la misma rutina del día anterior
se tomó un sorbo de agua
ron inmediatamente. Sentía un ardor recorrer su planta del pie. Habí
uartucho y vender sus billetes, como hacía antes. Tenía ahí algunos conocidos. Pero esa sería su última opc
aferraba a qued
se acurrucó con su pequeña manta
el mismo resultado. "No contratamos a menores de edad", "Necesitas una autor
hacer o mejor dicho lo que me había obligado a hacer, se caerían par
ese lugar. Debía moverse y probar suerte en otro lado. No podía esperar a agotar
primera vez su "cama" le pareció dura. No sé sentía cómoda. Se levantó y sacó toda la ropa
ia. Ella ese día se acercó al altar
e con tu sangre y protégeme de todo mal. Amén. -Malena se
e que no regresaría a ese
a y sin poder evitarlo so
glesia? -le preguntó Fabián y un esca
rrada, pero no
de está
o tengo un par de
nes a quié
lado nada te faltará. ¿En realidad piensas, que estás a salvó? Eres hermosa Malena. Irradias luz por dónde pasas. Malena mis
e ella. En realidad, los había visto todos estos días en su recorrid