A
con tranquilidad, es más, no se veía ni siquiera ofendido o enojado por la oferta que le había dicho Ta
avesaba mi dormitorio, para sentarme a mi lado, ya que se dio cuenta de
No era una petición normal entre novios c
cir una sola palabra, me encontraba por completo mudo de la
a mi frente e intentaba borrar mi ceño fruncido, para luego verme con una sonris
ebía de preocuparse por lo que yo pensará sino por lo que su novia iba hacer en el futuro, ¿siquiera sabía que significa
la mejor novia que había tenido en
ada en que me veía, era evidente que e
ensé que su cabeza dura iba a hacer que estuviera a salvo de esos detalles. Pero por lo visto, no fue así», pensé con acidez. Qu
a hacer para decirle que era una mala idea y que él no podía tocar a otra chica, aparte de su novia? Suficiente tenía con ella, ¿Para ahora agregar más chicas a la lista? Sabía que era irracional pensar de esa forma, pero no podía evitarlo. Mi corazón estaba siendo empujado al acantilado y sabía qu
dirlo a gritos que me mirará, que no tenía el caso de que estuviera con alguien m
ido el culpable al no cortar de raíz esto, por no alejarme y en vez de eso, seguir aliment
tar ver a Aless besando a Tania por todo el campus sino t
iba a ser
uida al rodear mi
mente tocando su pierna con la mía-. Mira, sé que es algo raro para mucho
un b
sonando malhumorado, y al mismo tiempo nervioso por ver que no
mi mandíbula y
ceño, sobre todo cuando sentí el roce de su piel con la mía. Era demasiada distracció
tomó mi rostro entre sus manos, haciendo que quedará e
había diversión
odavía peor. Si no supiera que Aless podía darme una golpiza por una de
ntinuó diciendo-: Tania y yo no queremos dejar de ser novios, queremos seguir juntos y ambos sabemos que tenemos necesidade
no». Apreté mi mano libre en un puño. Pero de inmediato relaje mi mano. No quería que Aless se diera cuenta de que estaba m
Me estás e
ego a su boca, una maldita costumbre que tenía cuando lo tenía demasiado cerca, y lo peor de todo, el
ó más fuerte mi rostro e hizo que nos acercáramos más.
me hacía adelante, imitante una especie de accidente, podía hacer que nuestros labios chocaran. Sin embargo, lo
a los ojos, de manera fija, y esperand
ía oírse más neutral, intentando no
ué opinas
es sin entender que
opino
mirando de fo
divertido
s, e hice todo mi esfuerzo en re
ué s
ongo que está bien-con
o pareces feliz con la idea-dejó de sonreír, para m
ellos no tenían nada que ver con la mía. Las mías eran por razones personales y muy e
orma tardía, más que nada para quitarle el sembl
tener el control sobre mi amor y terminar ha
no desea perderme por algún error que yo vaya a cometer, por ya sabes, mi problema...así que Tania di
a realmente que tenía una libido demasiado alto. Era muy posible que él pudiera estar todos los días y cada tres horas en la cama con Tania si tan solo ella se lo pidiera. Para
de Aless, de ahí la emoción que sentía cuando me lo había con
y me levantaba para tomar agua fría del minibar, ya que me había calentado demasiado con l
aso, mi me
de ment
mientras abría la
antaba atraer la atención de los chicos sin siquiera importarle que fuera nov
a confesado, pero realmente no fue así. Mi mejor amigo solo se rió. "Es lo normal, ella es hermosa", había dicho entre risas. Intenté decirme que no era mi problema, que Aless
mientras tomaba l
tras destapaba la botella con mi mano-, si hablo con el entrenador, estoy seguro que p
nos deberes, no
con ir
eberes, y aun así e
os de ti cuando tengo una pelea-Aless se levantó de la cam
veía como Aless tomaba la botella de agua de m
ntió con
. Pero la suerte no puede reemplazarse...-se encogió d
aunque Aless jamás iba a corresponderme cómo quería, s
r-dije con un nudo en la garganta vo
uió y se sen
gunos límites-comentó mientras
mpezó a lati
n lentitud y volteé a ver a mi mejor amigo-,
na sonrisa lle
s giras, en el ca
or eso es
tarlo-, ¿y cuáles son los otros? Espera, déjame p
z baja mientras me
ueda encontrar a una chica tan hermosa co
tir en mi mente. Claro, una chica...realmente era masoquista. ¿Por qué siqu
el brazo de Aless de mis hombros para acostarm
as volvía a tomar mi mano y entregaba nuestros dedos -. Sin impo
mí, sino por ustedes, idi
día hacer? R
resig
speraba que sucediera demasiado rápido para inclus
oler, y