edio. Su agilidad y fuerza había hecho que muchos codiciara sus cinturones. Una forma de querer vencer al rey. Pero parecía casi imposible ya que mi mejor amigo
to para el combate no haci
terna al pobre chico-comentó Vlad sonando asustado al lado de l
ión nauseabundo, como si su plegaría la fuera a
o con lo que decían. Aless estaba siendo brutal. A él parecía no importarle que estaba peleando con
sentir compas
sino en el primer asalto y su deseo de aguantar más estaba llevándolo a cometer suicidio. Aless ni si
e Aless, el referee dio por terminado el combate al interpone
nado por lo acababa de hacer Aless en la jaula
ntario en mis pensamientos. Después de todo, no quería hacer que Ethan se orinará en sus
ensando en las notas que iban a sa
y sonriendo a la audiencia, para luego, voltear su rostro a donde
levantaba mi mano y le ens
spalda como una muestra de orgullo ajeno. Más por masoquismo que por otra cosa, seguí
o más cerca que iba a e
ó el gentío para caminar y poder quitarse el cinturón de su cintura y dármelo en mis
e a las cir
nturón y se los enseñé a todos lo g
gullosa de mi mejor amigo. Suspiré. «Si tan siquiera hubiera un poco
a y fui cegad
reír, y unirme a la c
desesperadamente que me dolía los ojos pe
iesta, y yo no. Sobre todo p
era
guien que no me correspondía, pero tampoco era suicida e
estuviera queriendo quitarme la
dormir en vez de cambiarte, no hubier
solo, no me
lado, tocando mi ca
nmigo, no puedo ir s
N
si alguien entra al lugar y te golpea? ¿
quería dejarme dormir y lo mire enojado cuando volvió a impedir que cerrará mis ojos-. En serio basta, Aless. Tengo que dormir para poder levantarme mañana temprano. El entrenador
la culpa de forma inmediata cuando el entrenador había descubierto q
en su voz. "Además, ¿Realmente cree que Dar sería capaz de algo así?", había terminado de decir Aless cuando observó que el entrenador no decía nada y que parecía castigarme. Una forma de que todos vieran que nadie se podía pasar las reglas por el culo. No obstante, el entrenador me conocía demasiado bien y sabia que Aless no estaba mal encaminado con sus afirmaci
su palma mientras me obse
e la culpa, Dar. Eso fu
imprudente, y había sido la mente maestra de lo que había sucedido en esos vestidores, y le había
Aless y ése secreto me lo iba a llevar a la tumba. A menos que uno de los chicos decidieran confe
sin delatar m
renado duro, no mer
en la cama, frustrado y
ase a ellos, lo que me preocupa es
i yo, así que n
e te va a dar una paliza-me miró en
dando a entender que había terminado de hablar
uerrás de
ess
puso todo su cu
por e
oído-, te dije que teníamos q
que quiero dor
rás co
uien, me dejarás solo-dije sonando molesto y frustrado. Y al mismo
a Aless en acción, me
ario. Cómo para sumarle
o ir-volv
cía cuando no podía conven
pensé en
reó en mi oído al es
sus manos eran demasiado rápidas en su tortura-, d
almó y vol
ven co
on fuerza
less, no tengo án
s a cada lado de mi cara, qued
ces te
de joder. Pero aún con mis deseos de dec
n estaba e
que estába
mpezó a lati
le
algo más idiota, se
su cuerpo m
o disfruté. «Soy un verdadero masoquista»,
¿Está
pad
lo
su pulgar
ado conmigo?
ntras apartaba su man
e me digas que irás
, iré!
i nariz de f
uc
do. Fue una suerte que el edredón estuviera tan grueso
vantó con u
estamos lle
oveche que Aless estaba de espa